Ilicitos Cambiarios

Uno de los principales problemas que actualmente acosan a la humanidad es la delincuencia, la cual tiene muchas formas de expresarse. Entre estas encontramos a la bélica, la política, la violenta, la estructural, la carcelaria, la juvenil, la intrafamiliar, la económica y muchas más que pueden manifestarse tanto de manera individual como colectiva.

La mundialización representa enormes retos para todos los Estados existentes en el planeta. Los seres humanos con conductas delictivas actualmente buscan asociarse para llevar sus acciones a otro nivel, dando como resultado la delincuencia organizada, que tiene un largo historial, con la mundialización han surgido asociaciones ilegales al igual que las de carácter legal, que han comenzado a ejercer acciones a escala mundial, aprovechando las nuevas dinámicas y tecnologías, dando nuevas configuraciones a sus más antiguas actividades para conseguir provecho y enriquecerse de una manera ilegal estando en contra de lo establecido en las leyes de cada Estado.

Esta evolución ha supuesto que muchos Estados hayan comenzado a definir la delincuencia organizada nacional e internacional de una manera alarmista, como una amenaza fundamental a su seguridad. La delincuencia organizada ha adquirido un tamaño suficiente como para requerir algún tipo de respuesta internacional, pero la unión del cumplimiento de la ley y la política exterior a menudo se enfocan en actuaciones que cumplen con otros objetivos independientes.

Latinoamérica se presenta, en el contexto mundial, con la suficiente homogeneidad como para considerarla una región con perfil propio. La historia reciente, por otra parte, se ha encargado de confirmar el relativo sincronismo con el que se operan los cambios más importantes que se desarrollan en nuestros países, siendo una oleada de transformaciones estructurales que se han ido dando en la región hasta el punto de haber modificado, de un modo sustantivo, su fisonomía económica, política y social.

Toda decisión económica es una decisión política, no técnica. Es evidente que para tomarla se suceden una serie de análisis técnicos. Pero lo que se aplica y desarrolla es parte de una decisión política cuya razón de ser debería ser el bienestar general. En Latinoamérica, casi todos los países integrantes decidieron adoptar una política de control cambiario a pesar de las desastrosas experiencias que en todas partes ha sido producida por un sistema cambiario controlado, produciendo como consecuencia devaluaciones sucesivas cada vez más amplias. Ésta política se sigue implementando a excepción de ciertos países de la región, bloqueando cualquier intento serio de apertura económica hacia el exterior. Los países con éste sistema regulador determinan que su intención se enfoca en frenar la salida abrupta de divisas, compensar desequilibrios en la balanza comercial y estabilizar las reservas internacionales de los países. Teniendo como uno de su gran lista de resultados que exista un mercado negro dando origen a una delincuencia organizada con el objetivo de obtener divisas de manera fraudulenta y obtener provecho de ellas.

CADIVI, en nombre del gobierno venezolano expresa lo siguiente sobre el control cambiario en Venezuela:

En Venezuela se mantiene la figura del control cambiario, a comienzos del 2002, todos los indicadores económicos auguraban para el primer semestre de ese año, una recuperación económica progresiva del país. Pero factores externos, manejados por sectores políticos y económicos contrarios a los planes de recuperación trazados por el Gobierno Nacional, pusieron freno y colocaron en franco retroceso la

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