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Enviado por   •  12 de Febrero de 2014  •  2.830 Palabras (12 Páginas)  •  145 Visitas

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DESTRUCCIÓN DE LA CAPA VEGETAL

Un pionero en el estudio de la ecología fue Ernest Haeckel, que la define como: “El estudio de las relaciones de un organismo con su ambiente orgánico e inorgánico, o el estudio de las relaciones amistosas o negativas con las plantas y los animales con los que se convive”

En Brasil, la Amazona, que es la mayor selva tropical del planeta tierra, ardiendo en fuego lento se han destruido más de 400 mil kilómetros cuadrados, provocados por los ricos terratenientes y por campesinos pobres que carecen de tierra adecuada.

Alrededor de 100 especies de animales desaparecen al día por causas de la sobreexplotación de los recursos naturales, la destrucción del hábitat natural, introducción de especies exóticas, la contaminación y la caza ilegal de ballenas. Según ha declarado la organización ecológica Greenpeace.

En Europa se ha perdido el 70% de los bosques originales, en Asia el 72%, en Oceanía el 22%, en África el 90%.

Como consecuencia de la contaminación tenemos la degradación del suelo, la desertificación que está afectando al 70% de la población de la tierra.

Afecta a unos mil millones de personas y a mil novecientos millones de hectáreas en todo el mundo. En América Latina se encuentran desertificadas, aproximadamente la ¾ partes de la tierra.

Ya sea en forma severa o moderada, el continente más afectado por la degradación es África, pues a la intensidad de la desertificación de la mayoría de los suelos, se unen los altos niveles de desnutrición, las enfermedades infecciosas y sobre todo el hambre, el hacinamiento, el analfabetismo y los enfrentamientos grupales, que parecen, en ocasiones, como si fueran estimulados por otros.

En tres décadas, al ritmo que va la deforestación a nivel mundial desaparecerán más de 60 mil especies vegetales. En tan solo una década se han extinguido más especies de plantas, que en el último milenio.

Las pérdidas por la desertificación y por la sequía han ascendido a cerca de 42 mil millones de dólares

La degradación del suelo o de las tierras es un proceso inducido antrópico que afecta negativamente la biofísica del suelo para soportar vida en un ecosistema, incluyendo aceptar, almacenar y reciclar agua, materia orgánica y nutriente. Ocurre cuando el suelo pierde importantes propiedades como consecuencia de una inadecuada utilización. Las amenazas naturales son excluidas habitualmente como causas de la degradación del suelo; sin embargo las actividades humanas pueden afectar indirectamente a fenómenos como inundaciones o incendios forestales.

Degradación de la capa vegetal o su destrucción

La capa vegetal se entiende como la asociación de plantas surgidas espontáneamente en las diferentes áreas de la superficie terrestre, se presenta accionada por factores climáticos: es decir, la influencia de la temperatura, la humedad, los vientos, la luz solar, etc.Y por las condiciones edáficas, esto es: las condiciones que presentan los suelos, tales como la suficiente humedad, la permeabilización de sus capas, la cantidad suficiente de nutrientes para la germinación y desarrollo de las especies, etc. Cualquier debilitamiento o desaparición de algunos de esos elementos, en su totalidad o parcialmente, debilita las condiciones de la capa vegetal y si desaparecen, causan inmediatamente el proceso de destrucción de la vegetación en las áreas afectadas por el problema.

Procesos de degradación:

El suelo es un recurso natural que corresponde a la capa superior de la corteza terrestre. Contiene agua y elementos nutritivos que los seres vivos utilizan. El suelo es vital, ya que el ser humano depende de él para la producción de alimentos, la crianza de animales, la plantación de árboles, la obtención de agua y de algunos recursos minerales, entre otras cosas. En él se apoyan y nutren las plantas en su crecimiento y condiciona, por lo tanto, todo el desarrollo del ecosistema.

La erosión del suelo se está acelerando en todos los continentes y está degradando unos 2.000 millones de hectáreas de tierra de cultivo y de pastoreo, lo que representa una seria amenaza para el abastecimiento global de víveres. Cada año la erosión de los suelos y otras formas de degradación de las tierras provocan una pérdida de entre 5 y 7 millones de hectáreas de tierras cultivables. En los países subdesarrollados, la creciente necesidad de alimentos y leña han tenido como resultado la deforestación y cultivo de laderas con mucha pendiente, lo que ha producido una severa erosión de las mismas. Para complicar aún más el problema, hay que tener en cuenta la pérdida de tierras de cultivo de primera calidad debido a la industria, los pantanos, la expansión de las ciudades y las carreteras. La erosión del suelo y la pérdida de las tierras de cultivo y los bosques reducen además la capacidad de conservación de la humedad de los suelos y añade sedimentos a las corrientes de agua, los lagos y los embalses.

Los problemas más comunes con relación al suelo tienen que ver con las actividades de las personas. Al respecto, los problemas directamente derivados del uso antrópico de los suelos son actualmente muy severos. La erosión, la desertificación, la contaminación, la compactación, el avance de las ciudades y urbanización, y la pérdida de fertilidad, se encuentran entre los problemas más graves que afectan hoy a los suelos.

Erosión:

La erosión es la pérdida de suelo fértil, debido a que el agua y el viento normalmente arrastran la capa superficial de la tierra hasta el mar. El ser humano acelera la pérdida de suelos fértiles por la destrucción de la cubierta vegetal, producto de malas técnicas de cultivo, sobrepastoreo, quema de vegetación o tala del bosque. Las prácticas productivas sin criterios de protección, contribuyen en gran medida a que este problema se agrave cada día más.

"Lo más razonable es evitar que se destruya el suelo."

La degradación del suelo reviste gran importancia, porque su regeneración es en extremo lenta. En zonas agrícolas tropicales y templadas, se requiere de un promedio de 500 años para la renovación de 2,5 centímetros de suelo.

El cultivo de tierras en lugares con pendiente aumenta la posibilidad de agotamiento del suelo fértil, ya que es muy fácil el arrastre de tierra por acción de la lluvia.

La actividad minera ha utilizado grandes cantidades de leña, eliminando así la cubierta vegetal, imprescindible para la protección del suelo. Estas prácticas

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