Instituciones Políticas

El estudio más digno de la política no es el hombre sino las instituciones.

John Plamenatz

Las instituciones son los cuerpos normativos que regulan la vida de un país; son la parte fundamental sobre la cual se erige la estructura del mismo; y son también una especie de guía que reglamenta y determina el comportamiento y las relaciones de los actores que en ellas intervienen.

Específicamente si nos referimos a las instituciones políticas, podemos definirlas como formas de organización que no se limitan al Estado, que generan opinión pública y que ejercen cierto control político, económico, social, etc., sobre la sociedad y que persiguen diversos fines e intereses propios de su naturaleza.

Las instituciones políticas se definen también como: los mecanismos de orden social y cooperación que procuran normalizar el comportamiento de un grupo de individuos, que puede ser reducido o coincidir con una sociedad entera. Las instituciones en dicho sentido trascienden las voluntades individuales al identificarse con la imposición de un propósito considerado como un bien social para ése grupo.

Estas instituciones deben ser estudiadas utilizando diferentes enfoques, a través, de la formación académica que se nos ha sido impartida a lo largo de la carrera universitaria, para poder comprender mejor la forma cómo funcionan, los actores que intervienen en ellas y los fines que persiguen.

Las Instituciones Políticas

Las instituciones, y más concretamente, las instituciones políticas, juegan un papel tan importante, que incluso existen teorías que apoyan la idea de que es a partir de ellas que se desarrolla la sociedad de un Estado, así como el Estado mismo, por lo tanto se convierten en un tema primordial de estudio y desarrollo.

La teoría del institucionalismo es un enfoque de las ciencias sociales, que estudia a la sociedad a partir de sus instituciones formales, y de cuan efectivo es su funcionamiento, pues a partir de éste se desarrolla la sociedad, y es el funcionamiento de las mismas el que permite el desarrollo y crecimiento del Estado.

Por esto, es necesario tener una definición clara de lo que representa una institución. Las instituciones han sido concebidas como “reglas del juego, escritas y no escritas, que dan forma a la acción de los seres humanos” . Algunos autores, las describen desde el punto de vista económico, otros desde el punto de vista social, pero sin importar el enfoque que se le dé a este concepto, siempre tienen una variable constante, la cual insiste en que son reglas del juego.

Otro criterio utilizado para definir las instituciones es el presentado por Douglass North. De acuerdo con este autor, la existencia de las instituciones se debe a la incertidumbre que implica la interacción humana y las describe como “las reglas del juego en una sociedad o, más formalmente, son las limitaciones ideadas por el hombre que dan forma a la interacción humana. Por consiguiente estructuran intercambio humano, sea político, social o económico” .

Por último, la definición de Josep Colomer, aunque es muy parecida a las dos anteriores, es más compleja porque involucra una mayor cantidad de factores y variables. Esta definición del término institución se refiere a lo siguiente: “Las instituciones conforman estrategias de los actores y éstas, en su interacción producen resultados colectivos. Las instituciones proveen información, oportunidades, incentivos y restricciones tanto a los ciudadanos como a los líderes para la elección de ciertas estratégicas” .

Aunque el estudio de las instituciones políticas parece sencillo, resulta por el contrario ser de gran complejidad. El funcionamiento de las instituciones varía dependiendo del tipo de institución, país o región, provocando con esto que cada una de ellas tenga peculiaridades que la distinguen del resto. Dicho funcionamiento conlleva y determina la forma en que se estructurará y definirá la vida política, social, económica, y cultural de un Estado, por lo que se definen también como un problema de estudio.

También, podemos constatar que, las instituciones políticas como objeto de estudio, pueden ser abarcadas desde un enfoque multidisciplinario ya que no se limitan únicamente a las instituciones del Estado, sino a todas aquellas que poseen cierta injerencia en el plano tanto nacional como internacional, y su naturaleza puede ser de muchas índoles.

Al mismo tiempo, las instituciones políticas son sujeto de estudio, ya que estas instituciones están formadas por actores quienes las manejan y utilizan para alcanzar sus intereses, y son estos actores, los que determinan las acciones a tomar por las instituciones a su cargo, jugando un papel decisivo en el desenvolvimiento de la institución.

Se puede conocer el origen y el contexto en el que se formaron las instituciones políticas a través de la historia, y tiene su explicación en la naturaleza misma del hombre, debido a que el ser humano, es determinado como un ser social y que está en constante interacción con otros, esto lo hace perteneciente de una sociedad. En la actualidad, desde el seno del hogar, se identifica que se tienen derechos y deberes que cumplir, y al paso de los años, el hombre cae en la cuenta de que se está formando como un ser político, haciendo presente su existencia social, en una menor escala, que puede ser comparada a mayor escala con las instituciones políticas, que son quienes tiene el peso de regular y velar por las relaciones y conductas sociales de la gran masa llamada sociedad.

No se puede concebir la vida social sin la presencia de un sistema de instituciones. Ellas formas la trama en la que se desenvuelven todas las acciones de la sociedad y las orientan hacia caminos superiores. “Cuando más atrasado es un pueblo, más débiles e inestables son sus instituciones” .

Según Durkheim, en los inicios de la humanidad, no se dio ni existió la distinción entre gobernantes y gobernados. El poder no se ejercio por ciertos individuos, había permanecido difuso en el interior del grupo, cada uno obedeciendo a principios generales considerados como impuestos por la colectividad entera: toda el mundo hubiera sido gobernado y ninguno gobernante.

Más tarde solamente, ciertos miembros del grupo hubieran encarnado a su provecho estos principios colectivos y, mandado en su nombre, lograrían lo que se conoce como el fenómeno de la “personificación del poder” .

En todas las sociedades llamadas primitivas que han podido ser observadas, se descubren siempre

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