Interpretación del índice de inclusión

Interpretación de resultados del  INDICE DE INCLUSIÓN.

Para realizar una interpretación acerca del índice de prácticas inclusivas primero  es necesario determinar qué es el INDEX  y cuál es la función de este instrumento,  así como su aplicación en un centro educativo; haciendo referencia al documento “Estrategia de equidad e inclusión en la educación básica” se define al INDEX como un conjunto de materiales y herramientas diseñadas para apoyar a las escuelas en su proceso de avance y mejora hacia la inclusión. En 2015, la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) con apoyo de la Fundación Hogar del Empleado (FUHEM) adaptaron el Índex y publicaron la Guía para la Educación Inclusiva. Desarrollando el aprendizaje y la participación en los centros escolares para Iberoamérica, la cual se toma como referente para el diseño e instrumentación de esta estrategia.

Entendiendo entonces dichos indicadores como el medio para medir y guiar los pasos hacia una cultura educativa realmente inclusiva  y buscando las mejores vías para actuar desde mi papel como maestra de apoyo, me dí a la tarea de aplicarlo en la institución donde laboro: Escuela Primaria Francisco Sarabia, en la Comunidad de Ciénega Grande, San Juan del Río, Durango. Cabe mencionar que dichos indicadores los considero muy completos ya que abordan las diversas perspectivas que encontramos en un centro educativo, tales como la perspectiva de directivos, docentes, padres de familia y por su puesto alumnos, así como cualquier otro actor que intervenga y que no deja de ser importante en el medio. Debido a esta acertada separación entre los actores de la dinámica escolar los resultados a analizar resultan ser más fáciles y claros, a continuación describo  la visión que tiene cada apartado.

ANEXO 1🡪 DIRIGIDO A DIRECTIVOS Y DOCENTES

El cuestionario fue aplicado a un total de 4 docentes y un directivo. Todos ellos mostraron una apertura cordial a la resolución de dicho instrumento, algunos de ellos acercándose a preguntar dudas o comentando experiencias.

Iniciando con la dimensión A: creando culturas inclusivas, los docentes expresan manifestar una cultura bastante aceptable en cuanto a la cultura inclusiva, puesto que salen a resaltar rasgos como: *la práctica de valores entre estudiantes, docentes y padres, *apertura y buen trato a cada uno de los integrantes de la institución, *resolución de conflictos por la vía pacífica y sana convivencia, *motivación y altas expectativas para todo los alumnos y * el rechazo a cualquier forma de discriminación, en los rubros en los que se requiere poner un poco más de atención sería únicamente en el fomento al respeto e integridad del planeta Tierra y *entender la inclusión como una mayor participación de todos. Pese a las pocas cosas que hay que mejorar los docentes afirman llevar a cabo en su mayoría los indicadores determinados en esta dimensión.

En la dimensión B: estableciendo políticas inclusivas, nuevamente los docentes catalogan su nivel en la mayoría “De acuerdo” resaltando indicadores como: *el centro escolar tiene un desarrollo participativo, *el centro escolar es físicamente accesible para todos, *se busca eliminar el maltrato entre iguales, *las normas de conducta están relacionadas con el aprendizaje y desarrollo curricular, etcétera; solo se busca mejorar en rasgos como: *la escuela reduce su huella de carbono y uso de agua, *reducción de residuos y *la coordinación de todas  las formas de apoyo. Este último fue el indicador que más inquieta a los profesores ya que de las cosas que menos les gusta es la organización y coordinación poco adecuadas que se lleva a cabo en ciertas situaciones; hacen mención de la falta de conexión y comunicación para organizar eventos, festivales, actividades culturales y  extracurriculares.

En la última dimensión: desarrollando prácticas inclusivas, los docentes afirman que dentro de sus aulas se llevan a cabo prácticas de aprendizaje y apoyo entre estudiantes y maestros, se fomenta la disciplina, se promueve el pensamiento crítico, las actividades son planificadas y diversificadas etc. Pero siendo necesario la mejora en prácticas donde los alumnos se acerquen a la comunicación y tecnología, así como a aquellas actividades que desarrollen el arte, la literatura y la música.

La perspectiva del directivo de la institución es aún más pulcra  y ambiciosa puesto que determino a todos los indicadores de las tres dimensiones en el nivel “De acuerdo”, entendiéndose claramente que como líder de una escuela es su deber impulsar dichas acciones. Sin embargo considero que toda institución siempre podrá encontrar algo en que mejorar, siendo un tanto difícil que una escuela funcione al cien por ciento bien en todos los rubros y con todos los actores que en ella intervienen.

ANEXO 2🡪 DIRIGIDO A PADRES DE FAMILIA

Cuestionario aplicado a un total de 5 madres de familia, utilizándose la hora del recreo para su aplicación y que éstas fueran elegidas al azar;  de forma mayoritaria las respuestas de las madres coincidieron en el nivel “De acuerdo”, ubicando a la escuela con un muy buen desempeño especialmente en la labor docente, esto de acuerdo a la perspectiva que tiene los padres de familia.

Para ellas las áreas de oportunidad más grandes que tiene la institución vienen a ser actitudes de tipo conductual que manifiestan sus propios hijos, tales como llamarse por nombres ofensivos, o la poca apertura que tienen para resolver conflictos por la vía adecuada, la falta de práctica de alguna actividad extracurricular o deporte al medio día, o bien,  las formas justas de evaluar y reprender a los alumnos en situaciones que lo ameriten.

Pese a los pocos indicadores que los padres califican en un punto intermedio se puede decir que se encuentran conformes con las formas de enseñar, educar e involucrar a sus hijos en las dinámicas escolares.

ANEXO 3🡪 DIRIGIDO A ESTUDIANTES (2° CICLO DE ENSEÑANZA BÁSICA)

El último análisis se enfoca a la parte más importante de cualquier centro educativo, la parte donde deben centrarse los propósitos y las metas más valiosas, me refiero entonces a la perspectiva que tienen los alumnos de su propia escuela, los cuestionarios aplicados fueron 5 entre alumnos de 4°, 5° y 6° grado de primaria. En un principio fue necesario adecuar cierto vocabulario para que los alumnos comprendieran en su totalidad el indicador a evaluar, algunos de ellos preguntaban más dudas o bien se les daba ejemplificaciones o explicaciones. Cabe mencionar que tres de los cuestionarios fueron resueltos por alumnos en el registro de USAER.

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