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Jerarquizacion De Valores


Enviado por   •  24 de Septiembre de 2013  •  2.829 Palabras (12 Páginas)  •  338 Visitas

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TEMA SIGNIFICADO AXIOLÒGICO DEL HOMBRE

La axiología (< griego άξιος ['valioso'] + λόγος ['tratado']) o filosofía de los valores es la rama de la filosofía que estudia la naturaleza de los valores y juicios valorativos. El término axiología fue empleado por primera vez por Wilbur Marshall Urban en su trabajo Valuation: Its Nature and Laws, de 1906.

La axiología no sólo trata de los valores positivos, sino también de los valores negativos, analizando los principios que permiten considerar que algo es o no valioso, y considerando los fundamentos de tal juicio. La investigación de una teoría de los valores ha encontrado una aplicación especial en la ética y en la estética, ámbitos donde el concepto de valor posee una relevancia específica. Algunos filósofos como los alemanes Heinrich Rickert o Max Scheler han realizado diferentes propuestas para elaborar una jerarquía adecuada de los valores. En este sentido, puede hablarse de una ‘ética axiológica’, que fue desarrollada, principalmente, por el propio Scheler y Nicolai Hartmann.

Desde el punto de vista filosófico, la axiología es considerada la teoría que aborda los valores inmersos en la ética y la estética, disciplinas surgidas en el discurso griego.

• Naturaleza del Valor visto desde distintos autores o corrientes

El estudio griego culmina con el desarrollo de un sistema de valores. Los valores pueden ser objetivos o subjetivos. Ejemplos de valores objetivos incluyen el bien, la verdad o la belleza, siendo finalidades ellos mismos. Se consideran valores subjetivos, en cambio, cuando estos representan un medio para llegar a un fin (en la mayoría de los casos caracterizados por un deseo personal). Además, los valores pueden ser fijos (permanentes) o dinámicos (cambiantes). Los valores también pueden diferenciarse a base de su grado de importancia y pueden ser conceptualizados en términos de una jerarquía, en cuyo caso algunos poseerán una posición más alta que otros. El problema fundamental que se desarrolla desde los orígenes mismos de la axiología, hacia fines del siglo XIX, es el de la objetividad o subjetividad de la totalidad de los valores. Max Scheler se ubicará en la primera de las dos posiciones. El subjetivismo se opondrá, desde el principio, a este enfoque. Y entenderá -a la antigua manera de Protágoras- que lo estrictamente humano es la medida de todas las cosas, de lo que vale y de lo que no vale, y de la misma escala de valores, sin sustento en la realidad exterior.

Para el Idealismo (Platón): Las posturas idealistas tienen los siguientes representantes:

Idealismo objetivo- Considera que el valor existe a pesar del observador (las ideas de Platón / Dios de los neotomistas).

Idealismo subjetivo: Considera que el valor es creado en la conciencia de los individuos y es por lo tanto subjetivo. (Berkeley)

Para el Materialismo: El propósito de la naturaleza del valor está en la capacidad que tiene el ser humano de valorar el mundo objetivamente, es decir, valorarlo tal como es, buscando no alterar, ni deformar esta visión. El mundo debe ser valorado tal como es. De esta forma, la naturaleza del valor es objetiva, pero el valor es interpretado subjetivamente por nuestra conciencia.

Platón, Kant y Nietzsche

Como se ha dicho, la axiología es la disciplina encargada del estudio del valor, de su naturaleza y esencia, así como de los juicios de valor. Esta disciplina comienza como tal en la segunda mitad del siglo XIX, aunque tiene precedentes remotos, como el del propio Platón, que hace sinónimos valor y ser. En La República, este pensador de la Antigüedad afirma que el Bien es el máximo valor, es decir, aquello a lo que aspira todo. Lo define un tanto oscuramente como el supremo garante del orden en la realidad, siendo el modelo que hombre y sociedad han de perseguir para su perfección. Los valores, según esto, serían los modelos reales que copia nuestro mundo sensible. Su captación, sin embargo, nos resulta complicada, requiriendo un talante especial y gran esfuerzo. Por eso, el gobierno de la Ciudad Ideal se encarga a los filósofos. Basta, eso sí, con conocer lo bueno para aspirar a ello y desearlo, ya que no se concibe que algo tan excelente pueda no ser deseado por quien lo vislumbra. Todo esto conlleva que el proceso educativo ha de apuntar a ese ideal, por el cual el hombre alcanza su perfección. La educación sería la actividad que pretende lograr la esencia del ser humano, que no es sino la realización en él de una serie de valores o metas ideales.

En relación con la naturaleza de esas metas o ideales que hemos definido como valores, Platón afirma que son, como hemos visto, objetos reales. Los valores serían ideas platónicas. A esta concepción ya se opusieron los sofistas, que con su teoría psicologicista de los valores adoptaron una perspectiva relativista. En este debate se planteaba con siglos de antelación la moderna discusión acerca de la naturaleza de los valores. Así pues, el extremo opuesto a la postura realista platónica, que en tiempos de Platón representaron algunos sofistas (recordemos la doctrina del Homo mensura de Protágoras o las intervenciones de Gorgias en el diálogo que lleva su nombre) es el idealismo kantiano. Vamos a comentarlo muy brevemente.

Kant arroja un dualismo en el que el reino de los fines y del valor se distancia del de los juicios teóricos. Propugna, además, una ética sin contenido, llamada formal, frente a las éticas materiales de naturaleza prescriptivas. Lo único que nos movería a actuar moralmente sería el puro deber, independientemente de la utilidad o satisfacción de lo cumplido. En este sentido, habría que someterse al denominado por él "imperativo categórico", mandato general de la razón que en sus diferentes formulaciones viene a decir que actuemos como quisiéramos que todo el mundo actuase con nosotros. Esto no es algo con realidad propia y definida, sino un ideal que reside en nuestra subjetividad racional. Recordemos que toda la filosofía de Kant trata de los límites del hombre y concluye su imposibilidad para acceder a supuestas realidades absolutas (como eran los valores para Platón). Los ideales o los valores corresponden a la subjetividad del hombre. Son sus ideas (siempre relativas al propio ser humano) las que orientan y determinan la conducta.

En este debate histórico acerca de los valores, hemos de incluir, por supuesto, a Nietzsche, quien realizó una crítica a los procedentes de la cultura judeocristiana y propuso su teoría del Superhombre. Básicamente, su pensamiento se ubica en el

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