Juegos Ludicos

INTRODUCCIÓN

La Educación Inicial constituye el primer nivel del sistema educativo venezolano. La formación del niño y la niña en esta etapa fundamenta la base sobre la cual se asienta una educación contemporánea, universitaria y democratizada, capaz de incluir al país por un sendero del desarrollo, es en este nivel de la educación donde la sociedad debe comenzar a forzarse a mejorar el rendimiento del sistema educativo.

De esta manera, el papel fundamental del docente de preescolar, es facilitar múltiples estrategias que inviten al infante a realizar actividades de acuerdo al proceso natural de su aprendizaje. Es por ello, que esta delicada tarea le exige al educador tener actitudes y aptitudes especiales con el fin de guiar y orientar al niño, a descubrir su entorno, desarrollar sus potencialidades de acuerdo a su proceso de evolución de interacciones sociales e individuales.

Además, el docente de educación inicial es el encargado de aplicar estrategias de aprendizaje significativo para el niño y la niña, dentro de esta perspectiva, es conveniente la aplicación de estrategias y herramientas acordes con el comportamiento psicomotor, donde se tomen las diferencias individuales, inclinaciones e intereses del infante desde el nivel inicial, como un medio apropiado para su desarrollo físico e intelectual, partiendo del fortalecimiento de la integración de los niños y niñas en edad preescolar.

Ahora bien, asumir el juego desde el punto de vista didáctico, implica que este sea utilizado en muchos casos para manipular y controlar a los niños, dentro de ambientes escolares en los cuales se aprende jugando; violando de esta forma la esencia y las características del juego como experiencia cultural y como experiencia ligada a la vida. Bajo este punto de vista, el juego en el espacio libre cotidiano es muy diferente al juego dentro de un espacio normado e institucionalizado como es la escuela.

Por tal motivo, la lúdica es una dimensión del desarrollo humano que fomenta el desarrollo psicosocial, la adquisición de saberes, la conformación de la personalidad, es decir encierra una gama de actividades donde se cruza el placer, el goce, la actividad creativa y el conocimiento. Es por ello, que educar a través del juego es educar a través de la acción, en donde se involucran un marco de ideas, de valores y objetivos. Por tal razón, los juegos deben proporcionar un contexto estimulante a la actividad mental de los niños y niñas, y una experiencia de cooperación.

En síntesis, el juego lúdico articulado con la afectividad, busca promover que los niños y niñas aprendan, debido a que el juego constituye una actividad vital para ellos, es su forma espontánea de ser y de actuar, exploran, inventan, disfrutan, descubren y aprenden. El juego facilita interacciones placenteras y naturales que, al mismo tiempo, permitan al niño y la niña conocer las características del mundo que los rodea. Es por ello, que a través del juego los infantes pueden conocer su cuerpo, sus características y posibilidades; sus familiares, su casa, sus juguetes, los animales, las plantas, su espacio, su rutina; las características de los objetos, de los seres que lo rodean y las relaciones entre ellos.

DESARROLLO

Las estrategias lúdicas son las estructuras organizativas de una experiencia de aprendizaje, en ellas se contemplan las formas de agrupación de los alumnos, el tipo de alumnos que recibirán las instrucciones y los recursos o medios para transmitir la información. En este sentido Rivera, J. (2008), refiere:

El papel del educador no consiste en transmitir contenidos al niño y la niña para que éstos aprendan como fruto de esa transmisión, sino en facilitar la realización de actividades y experiencias creativas que conectados al máximo con las necesidades, intereses y motivaciones de los pequeños les ayuden a aprender y desarrollarse. (p.52)

Por lo tanto, las estrategias lúdicas son una serie de acciones encaminadas hacia un fin, un proceso regulable en el que se emplean todos los elementos para lograr los objetivos. Las estrategias lúdicas sólo pueden ser establecidas una vez que se hayan determinado los objetivos a alcanzar. Por lo tanto, las estrategias lúdicas son aquel conjunto de actividades que se emplean para conseguir un fin determinado.

El Juego.

Con el término juego, el castellano hace alusión al concepto de lúdico como calificativo de una capacidad que tienen los seres humanos y también hace referencia al juego como uno de los formatos en los cuales se presenta la posibilidad de desarrollar dicha capacidad. Ahora bien, el juego es una actividad presente en todos los seres humanos, que se ha consolidado a lo largo de la evolución de la especie. Habitualmente se le asocia con la infancia, se manifiesta a lo largo de toda la vida del hombre, incluso hasta en la ancianidad.

Arévalo (2009), define el juego de la siguiente manera:

Es la actividad característica de la infancia. La mayor parte del tiempo que el niño pasa despierto lo dedica a él, incluso se podría decir que el juego es el trabajo del niño. El niño puede realizar muchas actividades que le sean agradables, pero no siempre se puede considerar que estas sean un juego. Este debe reunir al menos las siguientes características: Ser placentero, No tener ningún propósito o finalidad, Ser espontáneo y voluntario, Implicar cierta participación activa por parte del jugador. Guarda cierta relación con lo que no es juego, con situaciones de la vida cotidiana, como comprar y vender, la vida de la casa etcétera. Existen varios tipos de juegos que a medida que el niño y niña crece va pasando por varias etapas: Juego sensomotor: consiste en repetir movimientos, obtiene placer de su dominio corporal y de experimentar el tacto, la vista y el oído. Juego simbólico o representativo: este va desde los dos y seis años, adquiere capacidad de representar sus experiencias a través de símbolos; pudiendo tomar un palo e imitar la acción de una escopeta o una espada. Juego con reglas: se inicia a los cinco o seis años de edad, es en la que el niño y la niña ya comprenden ciertos conceptos sociales de cooperación y competición. (p.255 – 256).

Por lo tanto, el juego es una herramienta educativa imprescindible en el niño y la niña en la edad inicial, ya que es algo con lo que él va descubriendo lo que está en su entorno. El juego es el principal medio de aprendizaje en la primera infancia, los niños desarrollan gradualmente conceptos de relaciones causales, aprenden a discriminar, a establecer juicios, a analizar y sintetizar, a imaginar y formular mediante el juego.

La lúdica como capacidad se entiende como una dimensión del desarrollo humano, siendo parte constitutiva del ser humano, como factor decisivo para lograr poner en marcha y enriquecer todos los otros procesos que como capacidades puede realizar el ser humano. Por lo tanto, la lúdica fomenta entonces el desarrollo psicosocial del ser humano, la adquisición de saberes, la conformación de la personalidad, y se manifiesta en una amplia gama de actividades donde interactúan el placer, el gozo, la creatividad y el conocimiento.

Es la atmósfera que envuelve el ambiente del aprendizaje en cualquier orden de la vida, sea el de la Educación Formal, no formal o informal.

La capacidad lúdica se desarrolla articulando las estructuras psicológicas globales tales como las cognitivas, afectivas y emocionales. Como toda capacidad es necesario desarrollarla para que se convierta en cualidad y hábito y no en una incapacidad por falta de uso. Como todo desarrollo humano implica poner en funcionamiento toda la percepción a través de los seis sentidos.

Por tal motivo, la lúdica o juego es la capacidad que le permite actuar al ser humano cono un artesano en la fabricación de una zona de diversión, principalmente de confianza, pero también de distensión frente al imperativo de lo real, es una zona de goce, de placer, propicia para el acto creador. Esta zona a la que el psicólogo Donald Winicott denominó transicional, se encuentra entre el caos y el orden, entre lo inconsciente y consciente, entre lo interno y lo externo, producto esto último, de los procesos de legitimación social y cultural en que se mueve el sujeto creador.

Desde la perspectiva anterior, el juego no pertenece a una realidad psíquica interna, ni a una realidad exterior, sino que el juego a nivel del desarrollo humano, se encuentra en una zona transicional propicia para el acto creador. Es decir, lo que allí sucede no está sujeto a la lógica ni a reglas, sino que es un espacio libertario y sin más sentido que la creación misma de uno mismo.

De esta forma, se podría afirmar que el juego es el camino más corto que hay entre el reino de la posibilidad y el reino de la libertad. En el cruce de las dos zonas anteriores (interna – externa) se produce un auto ordenamiento que produce la acción misma de la lúdica, permitiendo que en dicho espacio el sujeto creador viole todo tipo de reglas existentes para poder producir un espacio del placer libertario que sólo se produce en el juego libre, permitiendo de esta forma gestar un lugar difuso o borroso, que no permite delimitar límites o espacios predeterminados. Por lo tanto, la libertad que produce lo lúdico es la capacidad que tiene el ser humano de romper su orden simbólico y proponer nuevos modelos de acción y pensamiento.

El juego como zona transicional es paradójica,

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