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LA TEORIA EDUCATIVA CRÍTICA Y EL LENGUAJE DE LA CRÍTICA


Enviado por   •  6 de Octubre de 2014  •  Ensayos  •  3.908 Palabras (16 Páginas)  •  430 Visitas

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LOS PROFESORES COMO INTELECTUALES

LA TEORIA EDUCATIVA CRÍTICA Y EL LENGUAJE DE LA CRÍTICA

La pedagogía radical surgió como parte de la nueva sociología de la educación, como respuesta critica a lo que en sentido amplio se podría llamar la ideología de la práctica educativa tradicional.

La teoría educativa critica, preocupada por el imperativo de recusar la idea tacita dominante de que las escuelas son el principal mecanismo para el desarrollo de un orden social democrático e igualitario, se impuso a sí misma la tarea de cuidar como se producen la dominación y la opresión dentro de los distintos mecanismo de la enseñanza escolar.

Los críticos educativos, en vez de aceptar que la escuela es vehículo de dominación y movilidad social, lo problematizaron, su principal tarea ideológica y política consiste en desenmarañar la madeja referente al modo en que las escuela reproducen la lógica del capital a través de las formas ideológicas y materiales de privilegio y dominación que estructuran las idas de estudiantes, basadas en la clase social, el sexo y la etnia.

Los críticos radicales, están de acuerdo en que los educadores tradicionalistas se negaron a interrogarse sobre la naturaleza política de la enseñanza pública y lo han eludido con el intento de despolitizar el lenguaje de la enseñanza.

Discurso positivista, la preocupación de este, se centra en el dominio de las técnicas pedagógicas y en la transmisión del conocimiento que puede ser instrumentalizado por la sociedad.

La visión del mundo de los tradicionalistas, la escuela como el lugar donde se imparte instrucción e ignoran el hecho de que las escuelas también son lugares culturales y político, y según la teoría educativa critica, dejan de lado cuestiones acerca de las relaciones existentes entre conocimiento, poder y dominación.

Los críticos izquierdista, presenta argumento teórico y pruebas empíricas que muestran que la escuela son agentes de reproducción social, económica y cultural.

La enseñanza pública ofrece una movilidad individual limitada a miembros de la clase trabajadora y grupos oprimidos.

Los críticos radicales de la educación presentan un abanico de útiles modelos de análisis e investigación capaces de desafiar la ideología educativa tradicional, y han desarrollado teoría de curriculum oculto y de la ideología que identifican los intereses especifico subyacentes a las diferente s formas de conocimiento.

Los teóricos radicales, sostiene que el conocimiento escolar es una representación particular de la cultura dominante, un discurso privilegiado construido a través de un proceso selectivo de énfasis y exclusiones. contra la pretensión de que las escuelas son lugares de instrucción, los críticos radicales señalan el hecho de la transmisión y reproducción de una cultura dominante en las escuelas, esta cultura se caracteriza por ordenar selectivamente y legitimar, formas de lenguaje, relaciones sociales y modos de razonamientos privilegiados. La cultura aparece ligada al poder.

La cultura se afirma, actúa no solo privilegiando a los estudiantes de clases dominantes, sino que también descalifica por medio de la exclusión, insulto y sueños. Etc. De grupos subordinados.

Contra la pretensión de que las escuelas son apolítica, los educadores radicales ilustran de qué modo el Estado influye en la práctica escolar a favor de ideologías dominantes.

La teoría educativa radical tiene importante lagunas, es decir, los educadores radicales permanecen atascados en un lenguaje que conecta las escuelas sobre todo con la ideología y prácticas de dominación, según este punto de vista las escuelas aparecen como centros de reproducción social, que producen trabajadores obedientes para el capital industrial, el conocimiento escolar se rechaza como una forma de ideología burguesa.

A los profesores se les describe como si estuvieran atrapados en u aparato de dominación. Lo trágico es que esta postura impide a los educadores izquierdista a desarrollar un lenguaje programático para la reforma pedagógica.

Los educadores críticos han concentrado su análisis en el lenguaje de la dominación hasta tal punto que este simple hecho socava toda esperanza concreta de desarrollar unas estrategias educativas progresivas y con dimensión política.

Pero los teóricos críticos, no se han limitado a tergiversar la naturaleza de la escuela sino que también han renunciado a la necesidad política d ofrece una alternativa al intento conservador de dotar de apoyo ideológico sobre la educación pública.

Como consecuencia los conservadores han explotado los temores públicos acerca de las escuelas, no solo han dominado el debate acerca de la naturaleza y cometido de la instrucción pública, sino que además han señalado las condiciones concretas en torno a las cuales se han desarrollado y llevado a la práctica las recomendaciones políticas, local y nacionalmente.

Los educadores radicales han desperdiciado una doble oportunidad: ofrecer un alternativa al ataque conservador contra las escuelas públicas y a las formas habituales en que las escuelas reproducen desigualdades, y por otra parte, reconstruir un discurso en el que el trabajo del profesor pueda definirse por medio de categoría de democracia, potenciación y posibilidad.

INSTRUCCIÓN ESCOLAR, ESFERA PÚBLICA, INTELECTUALES TRANFORMATIVOS.

Cree en la necesidad de contemplar las escuelas como esferas publicas democráticas es central para una pedagogía critica viable. Significa que las escuelas han de verse como lugares democráticos dedicados a potencias a la persona y a la sociedad. Las escuelas son lugares públicos donde los estudiantes aprende conocimientos y habilidades necesarias para vivir en una autentica democracia.

Las escuela como esferas publicas democráticas se construye en torno a formas de investigación critica que ennoblecen el dialogo significativo y la iniciática humana. Los estudiantes que aprenden el discurso de la asociación pública y de la responsabilidad social. Este discurso trata de recobrar la idea de democracia entendida como un movimiento social que impulsa la libertad individual y la justicia social.

Se defienden a las escuelas, en lenguaje político, como instituciones que proporcionan las condiciones ideológica y materiales necesaria para educar a los ciudadanos en la dinámica de la alfabetización critica y el valor civil, y ambas, constituyen la base para comportarse como ciudadanos activos en una sociedad democrática.

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