Teoria Educativa

Los resultados dados a conocer a nivel nacional que revelan la pobreza de la educación en México nos dan la pista para saber porqué somos un país con tantos y tantos problemas. La educación en México está reprobada, y junto con ella los responsables directos de dirigir las políticas educativas del país y de los estados y también aquellos encargados de aplicarlas, que en este caso son los maestros.

De no ser trágico movería a risa, en principio conocer que casi 80 por ciento de los aspirantes a una plaza magisterial reprobaron el examen respectivo –en Veracruz la cifra fue similar– y aún más patéticas e indignantes resultan las declaraciones de los dirigentes del SNTE, tanto nacionales como locales, que intentan minimizar este hecho.

Peor aún saber de posturas como las de Víctor Arredondo, quien intenta justificar la miseria educativa del estado aduciendo que los burros que no pasaron el examen en el caso de Veracruz provenían en su mayoría de escuelas normales de otras entidades y que además no hay que tomarse tan a pecho los resultados, “porque no andamos tan mal”, dice el (i)rresponsable de conducir la educación en el estado.

A tan positiva perspectiva hay que sumar la declaración el diputado local –aspirante a dirigente del PRI– y ex secretario general de la sección 56 del SNTE, Hugo Alberto Vázquez Zárate, quien descalificó los resultados de la evaluación a los aspirantes a maestros y de paso dijo que el hecho de que hayan reprobado no les impide acceder a una plaza para que puedan cumplir con la noble tarea de preparar a las futuras generaciones veracruzanas.

“El examen fue solo un requisito, pero no quiere decir que será un condicionante para que se otorgue la plaza”.

Refirió, según el reporte de nuestro compañero Jorge Morales, en una verdadera cátedra de cinismo sindical, en la cual son maestros todos los líderes del SNTE, que han pedido a las autoridades estatales –y éstas han aceptado– que se les otorgue plaza a aquellos egresados de normales estatales, por encima de los foráneos, así hayan los primeros reprobado y los segundos aprobado el examen de referencia, lo cual parece confirmar la especie de que la citada evaluación era una simple mascarada.

¿No sería injusto que quien obtuvo una mejor calificación pudiera quedar fuera de la asignación de una plaza, por dársela a un normalista que no salió tan bien?

“Yo respondería de esta manera. ¿No es justo que un normalista que estudió la carrera con sacrificios y está preparado para ello obtenga una plaza, a que la obtenga otro que es hasta de otra carrera?”

Con esa clase de respuesta y opiniones de preclaros funcionarios como Víctor Arredondo y líderes del tipo de Hugo Alberto Vázquez no es difícil entender porqué la educación en Veracruz y México está como está.

Y las consecuencias de la autocomplacencia y el autoengaño están más que a la vista, porque no es para deprimirlo, pero de acuerdo a la SEP 79.1 por ciento de los niños de nivel básico –primaria y secundaria– que fueron evaluados en abril pasado mediante la prueba Enlace calificaron de insuficiente o elemental.

Un total 7 millones 854 mil alumnos, de un total de 9 millones 930 mil alumnos de tercero a sexto de primaria y de tercero de secundaria, no tienen el conocimiento mínimo para leer, escribir, sumar, restar, multiplicar y aprender sobre experimentos científicos.

Niños que seguramente son formados en las aulas por maestros como los que Arredondo y Hugo Alberto Vázquez defienden.

¿Y la revolución educativa presumida? ¿Y el premio recibido en Canadá, dizque porque somos modelo en educación? Para ir a la moda olímpica,

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