LAS RELACIONES SOCIALES EN EL AMBITO ESCOLAR: PREESCOLAR

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UNIVERSIDAD PEDAGÓGICO NACIONAL DE HIDALGO

LICENCIATURA EN EDUCACIÓN INICIAL Y PREESCOLAR

BLOQUE IV

ACTIVIDAD 4.1

LELI. LUCÍA ALEJANDRA ORTIZ ÁVILA

LAS RELACIONES SOCIALES EN EL AMBITO ESCOLAR: PREESCOLAR

El presente trabajo está basado en el documento “Las Relaciones sociales en la Escuela: El Problema del Rechazo Escolar” escrito por Estefanía Estévez López, Belén Martínez Ferrer y  Teresa Isabel Jiménez Gutiérrez; y  tiene el objetivo de analizar y describir el desarrollo social y afectivo  en preescolar tomando como referencia el aspecto familiar, escolar y las relaciones de los niños con sus iguales

La interacción social  es el proceso por medio el cual el niño interioriza normas y valores de alguna sociedad y cultura especifica. Este proceso comienza desde antes del nacimiento y tienen características específicas en las diferentes etapas de desarrollo del individuo. Existen numerosos autores que hablan sobre el proceso del desarrollo humano poniendo gran énfasis en la etapa infantil, entre los cuales puedo citar a Jean Piaget, Lawrence Kohlberg, Sigmund Freud, Erik Erikson y Lev Vygotsky cuyas teorías han sido de gran ayuda para entender cómo crecen y se comportan los niños.

En la etapa de preescolar, que responde  a las edades de 3 a 6 años, el desarrollo personal y las relaciones interpersonales cobran gran importancia ya que es uno de los 6 ejes de trabajo en este nivel y que por supuesto tiene una mirada hacia la inclusión y atención a la diversidad promoviendo la sana convivencia.  En este proceso están empezando a entender cosas que los hacen únicos, a reconocerse a sí mismos por sus rasgos físicos y las características que los hacen especiales, a entender algunos aspectos relacionados con el género que distingue a mujeres y hombres, como las características físicas, la apariencia o el comportamiento, pero también las que los hacen semejantes; a compararse con otros, a explorar y conocer su propia cultura y la de otros; a expresar ideas sobre sí mismos y escuchar las de otros; a identificar diferentes formas de trabajar y jugar en situaciones de interacción con sus pares y adultos, y también a aprender formas de comportamiento y de relación. (PEP, 2011, p.75)

Así mismo, en este proceso se toman en consideración varios aspectos del contexto del desarrollo infantil, por ejemplo;

1. La familia.

En la familia se realizan los primeros aprendizajes para el desarrollo personal y social, algunos autores explican que el proceso de socialización  inicia desde la etapa prenatal pues la primera interacción que tiene el niño es con la madre al establecer vínculos de afecto y según Sigmund Freud esta relación madre-hijo determinará los posibles vínculos con las personas a lo largo de su vida (Regader, 2018)

Posteriormente al nacer, comienza la interacción con los demás miembros de la familia, la relación que existe entre hermanos y padres-hijos y el estilo de educación que les brinden a los niños contribuye de manera directa en desarrollo personal de los infantes. De acuerdo con Ramírez (2005), existen cuatro estilos de crianza de los padres:

• Estilo  autoritario: Mantienen altos niveles de control y exigencia y bajos niveles de comunicación y afecto. Los hijos tienden a ser obedientes, disciplinados, poco conflictivos, pero también poco creativos y tenaces, inseguros, tímidos, restrictivos en la comunicación afectiva y pobre interiorización de valores. Tienden a tener un lugar de control externo. baja autoestima y dependencia.

• Estilo democrático: Muestran afecto, se comunican y ejercen un adecuado control; exigen y esperan de sus hijos determinados logros. Se preocupan por ellos, razonan las normas, tratan de comprenderlos y estimularlos, pero no ceden a sus caprichos. Confían en ellos y les proponen metas altas. Los hijos tienden a ser constantes y a confiar en sí mismos; tienen iniciativa, saben establecer relaciones con los demás y asumen las normas de comportamiento.

• Estilo permisivo: Tienen una fluida comunicación verbal y afectiva con sus hijos. Reducen el control, no imponen normas, ni se muestran exigentes; el niño goza de libertad para organizar y realizar sus actividades.

• Estilo indiferente o de rechazo-abandono. Es el estilo de crianza utilizado por padres que rechazan y son negligentes, que no son receptivos ni exigentes y a quienes sus hijos parecen serles indiferentes. Al niño se le da tan poco como se le exige, pues los padres presentan unos niveles muy bajos en las cuatro dimensiones: afecto, comunicación, control y exigencias de madurez.

1. La escuela

La edad preescolar inicia desde los 3 años y juega un papel muy importante pues es el segundo contexto social y afectivo en el que se desenvuelve el niño. La escuela aporta nuevas pautas de conducta e interacción con niños de su misma edad y les brinda la oportunidad de experimentar otro tipo de relaciones afectivas y sociales. Estas relaciones sociales que se establecen entre los niños de un mismo grupo dependen además  de las características del niño y su familia, de las del profesor y su estilo de trabajo, de la atmósfera del salón de clases, de los métodos de enseñanza,  tipos de organización, etc.

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