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LECTURAS PARA PREPARAR TAREA EN EQUIPO HISTORIETA O COMIC. (AL FINAL ESTÁ EL DESCRIPTOR DE LA TAREA)

Daniel BalderramaApuntes11 de Noviembre de 2016

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UNIVERSIDAD ANÁHUAC MAYAB

COORDINACIÓN GENERAL DE FORMACIÓN HUMANA Y ESTUDIOS GENERALES

CURSO EN LÍNEA DE ANTROPOLOGÍA FUNDAMENTAL

SEMESTRE AGOSTO-DICIEMBRE DE 2016

LECTURAS PARA PREPARAR TAREA EN EQUIPO HISTORIETA O COMIC.  (AL FINAL ESTÁ EL DESCRIPTOR DE LA TAREA)

Introducción a la lectura 9

Las siguientes 3 lecturas (subtemas 1.8, 1.9 y 1.10) no serán contenido de examen parcial sino de la primera tarea de equipo. Pero eso no significa que no tengan, tú y tus compañeros, que leerlas con atención. Por el contrario, hay que leerlas con cuidado y no sólo para poder redactar la historieta o comic de modo que exprese correctamente sus contenidos sino, lo más importante, porque se refieren a los aspectos más importantes de la personalidad humana: el amor, el temperamento y el carácter.

La libertad, que revisaste en la lectura anterior, no es sólo una autoafirmación de la persona. No se es libre para uno mismo sino para otro. El ejercicio de la libertad humana es para encontrarse con los demás. El más hermoso de los actos libres es el acto de amar.

Pero ¿sabes realmente qué es el amor? ¿Cuáles motivos más profundos que la atracción sexual, la simpatía o la afinidad lo inspiran?

Lee el texto siguiente. Encontrarás en él cosas útiles e interesantes. Para comenzar a planear tu comic y para adentrarte en tus propios sentimientos.

Lectura 9

1.8 El amor humano

                                                 «Te amo para amarte y no para ser amado»

                                                                                              (George Sand)

                                                                                                                                 

El significado de la libertad aparece con mayor claridad en relación con el amor. El acto supremo de la libertad es el amor, y no se puede hablar de auténtico amor si éste no es libre.

El amor es un acto libre de la voluntad, consciente y responsable.

Frecuentemente va acompañado de emociones, sentimientos, pasiones, pero no confundamos: todo eso es sólo la coreografía del amor.

Pero ¿qué es el amor?

Hay una definición clásica que nos llega desde Aristóteles a través de santo Tomás de Aquino: amare est velle alicui bonum (amar es querer el bien para alguien u otro).

Definición breve y precisa ¿te fijas en que el protagonista verdadero del amor no es quien ama (el amante) sino a quien se ama (el amado)? El amante no quiere el bien para sí sino que lo quiere para quien ama.

El amor que tú sientes es provocado por otro y ¿qué es lo que provoca ese otro en ti? Que tú quieras procurarle el bien pero no el ambiguo “bien en general” que estudiábamos antes sino el “bien real”.

Diferentes clases de amor: distinciones y relaciones

Tres palabras griegas designan esta compleja realidad: eros, filia y ágape. Y vamos a revisarlas para quedarnos con la palabra exacta.

Eros: designa una pasión sensual. Es amor de concupiscencia: un apetito de placeres sensuales que puede llegar a ser desordenado. Por eso una vez satisfecho se acaba.

Filia: es la amistad. Aún entre amigos de diferente sexo, no hay deseo sensual. Sus características son: apertura, comunicación, don mutuo.

Ágape: es el don de uno mismo, gratuito y generoso. Es un amor de benevolencia, desinteresado: sólo quiere el bien del otro.

A diferencia del eros, en el ágape «el amante va fuera de sí, pero no sacado, sino libremente donado con una donación de sí mismo; es la efusión consecutiva a la plenitud del ser que ya se es. Si el amante sale de sí, no es para buscar algo, sino por efusión de su propia sobreabundancia» (Xavier Zubiri).

Hay algo que parece amor, pero no lo es, por eso antes de describir la dinámica del amor verdadero, conviene presentar las falsificaciones que, bajo la apariencia de amor, esconden realidades y mecanismos opuestos a él, aunque no siempre la persona es capaz de distinguirlo, precisamente porque siendo un «falso» se asemeja al verdadero.

•Egoísmo: amor por uno mismo. Se confunde el egoísmo con el amor. No confundamos: amor es amar a otro mientras que  egoísmo es amarse.

Amor es servir; egoísmo es servirme de las otras personas. Pero las personas no son cosas: yo puedo servirme de las cosas pero no de las personas, y en la medida que me sirvo de ellas, las cosifico(=las trato como cosas).

El egoísmo dice: tú para mí. Pero si te amo por mí, no te amo ya a ti sino que me amo a mí a través de ti.

•Deseo y pasión sensual. Se confunden el deseo y la pasión sensual con el amor porque también muestran urgencia de estar con otro. Para distinguirlos hay que observar la diferencia del dinamismo interno. Desear apasionadamente es tender a poseer, poner el objeto a mi alcance; una vez poseído el otro, el deseo apasionado se satisface y desaparece hasta que se presenten nuevos estímulos. Nace de repente y se satisface rápidamente. El dinamismo es la posesión-satisfacción. Es el puro eros.

En cambio amar no es atraer y poseer a la persona amada para lograr mi satisfacción, sino salir de mí, donarme y satisfacer al otro. Surge, crece y madura lentamente, y es el «eterno insatisfecho de la capacidad de darse».

El dinamismo es la donación con una fuerza siempre centrífuga que saliendo del amante, tiende al amado.

El amor es siempre un acto consciente, ponderado, libre. Puede y suele estar rodeado de pasión, emoción, deseo, pero todo ello es la coreografía del amor, que es una decisión de la voluntad libre.

«El primer acto de la voluntad es el amor» (Tomás de Aquino).

•Enamoramiento. El enamoramiento puede ser el primer paso del amor y con frecuencia conduce a él, pero en sí mismo tiene un dinamismo que lo diferencia del amor, aunque es difícil distinguirlos a veces.

Ante todo se da una agudización y polarización de la conciencia en el enamorado, por lo cual su vida psíquica queda como «atrapada» por el otro, hasta el punto de reducir notablemente toda actividad mental, lúdica, laboral... que no gravite en torno a la persona que lo tiene enamorado.

En contra de las apariencias, el enamoramiento es un estado fundamentalmente pasivo y dependiente del otro (si no me mira, me ofendo; si no me llama, me desespero; si no me prefiere exclusivamente, me deprimo; si busca a otro, enloquezco). Por eso en el enamoramiento, los celos son frecuentes.

El amor es más abierto (pues contempla a otros más que al que se enamora), ponderado (puede reconocer serenamente las fortalezas y debilidades del otro), duradero (mantiene el interés personal más allá de la atracción inmediata)  y más fundado en valores, ideales de vida, experiencias positivas y negativas de la relación compartida que en la mera atracción sentimentaloide.

Profundamente inclinado hacia la persona amada, el amante verdadero respeta su independencia y mantiene en equilibrio psicológico su atención hacia varias cosas distintas, pudiéndose dedicar a una pluralidad de actividades sin perder la hondura de la relación amorosa. Vive su vida personal sin olvidarse de la vida compartida con el amado.

El amor busca la promoción de la persona amada

El amor es promover la existencia plena de la persona amada.

En el amor nos sentimos unidos a la persona que amamos. ¿Qué significa esta unión? No necesariamente unidad física ni siquiera proximidad, porque a veces la persona está lejos físicamente. Sin embargo, nuestro ser parece dilatarse, superar las distancias y donde quiera que ella esté nos sentimos unidos en el amor.

Amar significa hacer existir en mí al amado y, simultáneamente, ofrecerle mi ser para existir en él.

En el amor, el otro no se ha separado de sí para venir a mí. Está en mí según su propio ser, aunque permanezca en sí mismo.

Amar significa existir en el amado permaneciendo yo, y hacer que él exista en mí sin que desaparezca él: dos vidas en una.

El amado está en mí no para ser posesión mía, sino para constituir una identidad nueva. Pero para que el otro viva en mí es necesario que yo continúe existiendo; si el otro me poseyera de tal forma que yo me anulara cosificado, el amor no sería unidad sino aniquilamiento.

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