La Cirugia En Colombia
Juanchostyle0619 de Septiembre de 2013
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En un principio los médicos consideraban humillante y falta de decoro el ejercicio de la cirugía. Los barberos, flebotomistas y algunos curanderos practicaban las sangrías y aplicaban ventosas.
En España por medio de la Cédula Real del 12 de marzo de 1804 se iniciaron las gestiones para la organización de las Facultades de Cirugía y Farmacia en los pueblos de América. En 1807 se dispuso que la Facultad de Cirugía fuera independiente de las de Medicina y Farmacia. Se estableció en Madrid una Junta Gubernativa de cirugía, con subdelegaciones en las colonias españolas, las cuales eran nombradas por la Central de Madrid. La Junta estaba integrada por tres profesores y un secretario y se constituía en el único tribunal competente para juzgar la idoneidad y permitir el ejercicio profesional aros cirujanos. Estas medidas no tuvieron ningún efecto, por que se interpuso la independencia de las Colonias españolas.
En Colombia, José Celestino Mutis, alumno del cirujano español Pedro Virgil, fue catedrático de anatomía en Madrid y al venir a Santa Fe ejerció la profesión en el tiempo que le dejaban sus investigaciones botánicas. Miguel de Isla ejerció la cátedra de anatomía y cirugía desde 1802, no obstante el escogido para tal fin era el cirujano de Barcelona, doctor Honorato de Villa.
Para la cátedra de cirugía se seguía el texto del cirujano alemán Heister y para la enseñanza de las técnicas operatorias en los cadáveres se basaban en el texto de Gorter.
La enseñanza comprendía la práctica en cadáveres en el Hospital una vez por semana durante los primeros cinco meses, además, los estudiantes se dedicaban a las técnicas operatorias en el cadáver y en algunos hospitalizados. Bajo la dirección del cirujano del Hospital, poco a poco adquirían habilidad y destreza quirúrgica.
Para la carrera de médicos cirujanos los estudios comprendían 5 años de aprendizaje y para los cirujanos romancistas 3 años, hasta 1826 que éstos desaparecieron. Al terminar el curso todos debían desempeñar 3 años de práctica hospitalaria. El aprendizaje teórico consistía en aprender de memoria los aforismos quirúrgicos de Boerhave, los comentarios de Van Swieten, las operaciones de Heister y la cirugía de Gorter.
En esta época los cirujanos criollos atendían las emergencias de los heridos por las luchas armadas.
Entre los cirujanos extranjeros obtuvieron cierto prestigio los doctores Blair, Mayne, Moore, médico del Libertador, Foley a quien le correspondió la amputación de un brazo al coronel inglés Rook y fue cirujano mayor del ejército libertador.
En 1817 el doctor Pablo Fernández de la Reguera fundó la Real Academia en Bogotá, en la cual se trataron temas quirúrgicos como fracturas de los cóndilos maxilares y de la clavícula, fractura y hundimiento del cráneo y sobre hernias.
La primera misión francesa, traída por el Vicepresidente Santander en 1823, importó la cirugía Prelisteriana que influyó notablemente en el desarrollo científico del país, hasta la época de la iniciación de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional.
En el año 1823 llegó a Bogotá a desempeñar la cátedra de anatomía en el Hospital San Juan de Dios el profesor Pablo Broc y en 1824 el profesor de cirugía Bernardo Daste, ambos de procedencia francesa. En este mismo año vino a Bogotá el doctor cirujano
La Facultad de Medicina y Farmacia de la Universidad Central emitió su plan de estudios y comenzó a funcionar en el año 1827, donde tuvieron oportunidad de formarse nuevos cirujanos.
En el hospital San Juan de Dios de Bogotá, en 1832, se dispuso que sólo se recibirían los pacientes que se pudieran atender cómodamente y que la cirugía sólo podían ejercerla quienes tuvieran títulos legales.
En 1854 se presentaron problemas hospitalarios por la llegada de un gran número de heridos.
La Anestesia descubierta en los Estados Unidos en 1846, se aplicó en Medellín, por primera vez en 1864, usando el cloroformo.
Antes de la divulgación y de la puesta en práctica de la antisepsia se efectuaron algunas intervenciones quirúrgicas, progresivamente agresivas, en Bogotá por los franceses y el escocés Ricardo Cheyne, quien practicó la talla perineal, el ingles Fergusson en Medellín y algunos discípulos colombianos.
La antisepsia de Lister la trajo de Alemania al Hospital San Juan de Dios de Bogotá el doctor Óscar Noguera, hacia 1889.
El Presidente de la República, General Santos Acosta, fundó la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional en 1867 a la cual se incorporó el Hospital San Juan de Dios.
En otras ciudades del país se organizaron Escuelas de Medicina, tales como en Cartagena en1833, en Popayán en 1835 y en Buga en 1865.
Los doctores José V. Uribe y Juan D. Herrera practicaron por primera vez en Colombia, en 1879, la extirpación total del maxilar inferior. En el año 1880 se practicó la primera transfusión de sangre venosa.
El cirujano más destacado de Bogotá en este periodo fue el doctor Antonio Vargas
Reyes, médico de la Universidad Central y especializado en París. Profesor de Medicina y Cirugía desde 1848 y primer Rector de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional.
Fue editor de las primeras publicaciones médicas: “La Lanceta” en 1852 y la “Gaceta Médica” en 1864. Así mismo, organizó una Facultad de Medicina privada.
El doctor Manuel Plata Azuero, graduado en París con la tesis sobre “Ulcera Gástrica”, practicó la primera traqueotomía en el país e intervino el maxilar del general Mosquera. Fue miembro co-fundador de la Academia Nacional de Medicina en 1873.
Doctor Nicolás Osorio, graduado en París, practicó la primera herniorrafia y trajo la
Jeringa hipodérmica.
El doctor Leoncio Barreto practicó la primera ovariectomía en Bogotá en 1864.
El doctor J. M. Martínez Pardo, egresado de la Facultad de Medicina del Rosario, inició la enseñanza médica en Santa Fe de Antioquia en 1837.
El doctor Ignacio Quevedo, nació en Bogotá y se radicó en Medellín, donde practicó la primera cesárea en el país.
LA CIRUGÍA EN EL SIGLO XIX
La cirugía durante gran parte del siglo XIX fue muy difícil en su realización y con resultados poco eficientes. Las condiciones mejoraron al final del siglo, por la aplicación de los anestésicos como el éter, desde 1846, y posteriormente, con el descubrimiento de las bacterias por Pasteur y la aplicación de elementos químicos en su destrucción, gracias a Lister.
El profesor José María Montoya publicó en 1890, un relato del doctor Eliseo Montaña sobre cómo se practicaba la cirugía en esa época, siguiendo el método de Lister. El procedimiento se llevaba a cabo en la casa del enfermo, donde el día anterior los médicos cirujanos visitaban e inspeccionaban, con el fin de definir el sitio de la intervención, acomodarlo en todos los aspectos para su buen funcionamiento durante la operación; también revisaban todos los elementos e instrumentos quirúrgicos, para que estuvieran desinfectados y listos para el momento de la intervención. El objetivo fundamental era disponer de buena visibilidad y evitar la propagación de las bacterias, tanto en el paciente a operar como en el medio ambiente que lo rodeaba. Los cirujanos, el día anterior a la operación se bañaban todo el cuerpo, se hacían cortar el pelo y la barba e inmediatamente, antes de la intervención, se limpiaban nuevamente el cabello y la cara con solución antiséptica; se desinfectaban las mangas y el delantal. Para la operación se requería una habitación con buena luz y temperatura adecuada y disponible suficiente agua hervida. Se empapaban con solución fuerte de ácido fénico al 5% las esponjas, las gasas, las servilletas, el algodón, las telas, las bandejas, los instrumentos, las frazadas, los antebrazos y las manos, la piel del sitio de la intervención y la misma herida. Durante todo el tiempo de la operación se pulverizaba ácido fénico con el sprayde Lister, para saturar el aire permanentemente con el desinfectante. Al final de la intervención se colocaba en la herida gasa fenicada, la cual se cubría con una tela impermeable llamada Mackintosh y se dejaba un tubo de drenaje de la cavidad intervenida. Además antes y al terminar la operación se contaban los instrumentos, gasas compresas. Se recomendaba humedecer periódicamente el apósito y cambiar los vendajes y desinfectar la herida cada 24 horas, lo cual producía una acción cáustica sobre la piel. Al final del siglo este método se abandonó y se cambió por los autoclaves y las hervidoras para desinfectar los guantes de caucho, el instrumental, los apósitos, las compresas y las blusas, etc.
EVOLUCIÓN DE LA CIRUGÍA EN EL SIGLO XX
Terminada la guerra de los mil días, las universidades existentes reaccionaron y trataron de actualizarse, lo mismo que se fundaron otras, con motivo de la llegada al país de especialistas en las diferentes ramas de la cirugía, provenientes inicialmente de Europa y después de Estados Unidos.
La Facultad de Medicina de la Universidad Nacional volvió a iniciar los programas de Clínica Quirúrgica en el Hospital San Juan de Dios, en el año 1903, pues hasta esa época sólo habían existido las cátedras de Patología externa, Medicina operatoria y Cirugía.
Con el establecimiento de los concursos para preparadores y Jefes de Clínica en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional y la práctica asistencial y docente en el Hospital San Juan de Dios, en el año 1903, surgió pronto el despertar de la organización de las especialidades quirúrgicas así: La Clínica de Obstetricia y Ginecología, bajo
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