La Educación En Jalisco (2009)

La Educación en Jalisco (2009) 

INDICE

Tabla de contenido

Introducción 2

Escuela o educación 5

Calidad de la educación………………………………………………………………………………………………………………….9

Funcionamiento interno de la escuela………………………………………………………………………………………….11

Educación con equidad: la escuela y sus alternativas…………………………………………………………………..15

Situación actual del Sistema Educativo Estatal 17

Rezago educativo y Analfabetismo……………………………………………………………………………………………… 20

Indicadores escolares……………………………………………………………………………………………………………………22

Cobertura……………………………………………………………………………………………………………………………………..23

Deserción Escolar…………………………………………………………………………………………………………………………25

Eficiencia terminal………………………………………………………………………………………………………………………..26

Reprobación…………………………………………………………………………………………………………………………………26

Los retos………………………………………………………………………………………………………………………………………28

Federalismo educativo…………………………………………………………………………………………………………………30

Propuestas…………………………………………………………………………………………………………………………………..31

Conclusiones……………………………………………………………………………………………………………………………….32

Glosario………………………………………………………………………………………………………………………………………35

Bibliografía………………………………………………………………………………………………………………………………….36

Introducción

En los últimos doscientos años, Ilustración, modernidad y globalización le han impuesto a la actividad educativa una peculiar carga simbólica y material. Por una parte, estar o ser “educado” es símbolo de progreso, de oportunidades, de “otro nivel” en el conjunto de la colectividad humana. Y, por otra, educarse requiere, materialmente, un tiempo y un proceso de tal manera complejo que solo una institucionalidad puede operar, controlar y realizar. Esta doble carga se traduce en el fenómeno de la escolarización de la educación. Paulatinamente se expropio la tarea de educar a la familia para entregarla a la escuela, al menos sus tiempo y componentes principales. Se concibió tan importante la educación que se le asignaron amplios fines extra familiares, sociales, económicos, y políticos. Fue necesario entregarla a una institución especializada, la escuela, con personal profesional para educar y con un proceso científicamente diseñado para llevarlo a cabo. Poco a poco, ir a la escuela se convirtió en símbolo de educación, de ilustración y de dominio dela racionalidad; la certificación escolar fue una meta en sí misma, pasaporte para acceder a los frutos del progreso, la industrialización y la modernidad, promesas de la racionalidad ilustrada. El simbolismo previo se convirtió, poco a poco, en una necesidad. Todos habrían de educarse, es decir, tener acceso a la escuela. Los gobiernos, maniatados a la ideología del bienestar, prometieron y se comprometieron a ofrecer escuelas para todos a modo de senda segura para arribar al desarrollo y, así, hacer de los países atrasados países avanzados, con base en una población con capital humano suficiente y disponible para enfrentar las complejidades laborales de un mundo industrial sustentado en la tecnología moderna, promesa de solución a cualquier problema, surgida de la eficiente y poderosa industria militar instalada para soportar la guerra mundial. Estas re significaciones han llevado a la aceptación generalizada de la escolaridad como un signo de desarrollo de los países (por parte de los políticos, educadores y sociedad en general). Más aun, se considera elemento indispensable para cualquier sociedad interesada en desarrollarse. ¿Cómo podría un pueblo, un nación, aspirar a tener bienestar sin pobladores educados, esto es, escolarizados? La escuela se piensa, es el camino para adquirir las competencias necesarias para sustentar las labores requeridas por las instituciones de una economía sofisticada, con productos de alto valor agregado y capacidad de distribución de la riqueza del modo más equitativo posible. La base es la educación, se afirma sin oposición al frente.Másallá de promesas o críticas, el hecho es que al inicio del siglo XXI, sobre todo en América Latina, los resultados de muchos años de inversión en educación no se parecen del todo a lo esperado. Los pueblos en desarrollo siguen sufriendo- con incrementos cuantitativos notables- la pobreza y la pobreza extrema. Tampoco se ha modificado la tendencia a la desigualdad, según los índices de poblacionales en periodos concretos. ¿Cómo explicar la realidad de poblaciones escolarizadas y pobres? ¿Se puede sostener todavía la afirmación de más educación igual a más desarrollo? ¿Cuáles son los nuevos razonamientos acerca de la relación educación-pobreza frente al fenómeno de la pobreza que se resiste a desaparecer?

El crecimiento es la mejor forma de reducir la pobreza. En América Latina se ha dado crecimiento y al mismo tiempo persiste lapobreza. La educación es percibida como un elemento vital para el desarrollo económico. Es necesario, para reducir la pobreza, invertir en la generación de capital humano: educación y salud.

Con estas afirmaciones formulamos una premisa central mediante la cual se relacionan la educación y la pobreza: gobierno y familias han de invertir en educación y salud para reducir la pobreza. Los grupos en pobreza si invierten en educación formaran un capital humano. Dispondrán de los conocimientos, habilidades y competencias demandadas por los empleadores. Por tanto, tendrán empleo y en consecuencia, tendrán mejor ingreso y podrán consumir satisfactores, pagaran impuestos y podrán ahorrar. Mejoraran su calidad de vida. Como se sabe, con base a esta premisa, los gobiernos han diseñado políticas educativas y sociales, y han emprendido varios programas de largo aliento y de amplio presupuesto. A la par, dichos programas han sido objeto de amplio estudio y evaluación, tanto de sus resultados como de su impacto en la disminución de la pobreza. Conforme se producen programas y evaluaciones, la premisa central resulta insuficiente y por eso ha dado lugar a razonamientos más complejos, a propuestas (y soluciones) más sofisticadas, y también a criticas especializadas.

¿Por qué no intervienen las familias?

La primera dificultad con la cual se enfrenta la premisa central es que las familias, especialmente las más pobre, no intervienen en educación. Diversos autores proponen en diferentes explicaciones del fenómeno. Sin embargo, parece existir un cierto consenso sobre por qué los pobres no invierten en educación: porque la tasa de retorno es atractiva a partir de los 12 años de escolaridad, es decir, hasta completar la educación secundaria; las familias, dada la precariedad de su ingreso actual, prefieren en el corto plazo aprovechar la fuerza de trabajo y el ingreso consecuente de todos los miembros, aun los niños y jóvenes, para paliar un poco la postración de la pobreza. Y aquí los autores visualiza una solución: el gobierno debe incrementar significativamente (se menciona un porcentaje del PIB cercano a 10%) la provisión de educación pública gratuita, también de subsidios focalizados asociados a la asistencia a la escuela de los niños y sobre todo de las niñas de las familias pobres; los subsidios deberán ser entregados a las mujeres, quienes lo administran mejor. Se afirma así la idea de que la escolaridad es central para tener acceso a empleos mejor remunerados. Con estos elementos la premisa central se matiza así; el gobierno ha de invertir una porción significativa del PIB en educación pública y salud, y subsidiar a las familias para reducir la pobreza.

Este matiz permite entender la posición de los organismos internacionales cuando ofrecen ayuda al desarrollo, si esta se articula con programas gubernamentales pensados para incrementar la formación de capital humano.

Escuela o educación.

No obstante lo anterior, algunos autores matizan con fuerza esa premisa central con base en la distinción entre educación y escuela. Señalan el peligro de proponer una relación directa entre escolaridad y desarrollo.

Otro argumento es la dificultad de relacionar sin mediaciones claras la educación con la igualdad. Existen factores estructurales en la sociedad (por ejemplo, la rigidez en la economía y su tendencia a la exportación) que másallá de la escuela, frenan la movilidad social esperada con la escolarización. Este contexto estructural

...