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La Maestra En La Republica


Enviado por   •  28 de Diciembre de 2011  •  1.616 Palabras (7 Páginas)  •  483 Visitas

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La Maestra en la República

Con el nombre de Segunda República Española se conoce el periodo político de la historia de España comprendido entre el 14 de abril de 1931(fecha de la proclamación del sistema republicano como forma de organización del Estado, en sustitución de la monarquía) y el 1 de abril de 1939 (fecha del final de la Guerra Civil Española, que dio paso a la dictadura del general Franco). El numeral «segunda» obedece a la necesidad de distinguirlo del anterior periodo republicano, la Primera República Española.

Durante este periodo se llevaron a cabo diversas reformas con intención de modernizar España. La Constitución de 1931 fue la primera constitución democrática. Fue también un período convulso, con varias huelgas y un enfrentamiento muy grave durante la revolución de 1934, cuando la derecha más tradicionalista se propuso modificar todos los avances republicanos y se encontró con una fortísima respuesta social duramente reprimida. En 1936, el golpe de Estado del ejercito de Arias desembocó en la Guerra Civil Española y el fin de la república.

La Constitución republicana de 1931, no consagró un capítulo expresamente a la educación, pero fue el texto que más extensamente se ocupó de los problemas de la educación. Proclamaba la escuela única, la gratuidad y obligatoriedad de la enseñanza primaria, la libertad de cátedra y la laicidad de la enseñanza. Igualmente, establece que los maestros, profesores y catedráticos de la enseñanza oficial serán funcionarios y que se legislará en el sentido de facilitar a los españoles económicamente necesitados el acceso a todos los grados de enseñanza, a fin de que no se hallen condicionados más que por la aptitud y la vocación. Precisamente de ésta normativa de carácter educativo que se aprueba en estos años, destacan los cambios sobre aquellos temas pendientes hasta entonces. Entre ellos, la regulación del bilingüismo, permitiendo que en las escuelas primarias se enseñe en lengua materna y se suprime la obligatoriedad de la enseñanza religiosa, aunque se mantendría en aquellos casos en que los padres lo desearan y se desvinculaban de impartir ésta asignatura a aquellos maestros que invocaran la libertad de conciencia. Además, al frente del Consejo de Instrucción Pública que haría caminar las reformas se nombró a Unamuno.

Lo que más caracterizó la política educativa del Gobierno Provisional fue, sin duda, su decidido planteamiento del déficit de escuelas primarias. Rodolfo Llopis (Ministro del Ministerio), se quejaba de la falta de datos en el Ministerio, del estado y calidad de las escuelas publicas existentes. De ése modo, de un informe realizado por la Inspección de Enseñanza Primaria se dedujo que, habían 32.680 escuelas y que aun eran necesarias 27.151 escuelas más. Ante ésta situación el Ministerio respondió con un plan quincenal mediante el cual se crearían las escuelas necesarias a un ritmo de 5000 escuelas por año, excepto durante el primero que se crearían 7000. Pero mientras no se construyesen, los ayuntamientos adecentaron salas donde educar a los niños. Entonces las maestras desempeñaron un papel primordial: enseñaban en sus casas con la subvención del ayuntamiento.

Junto a la falta de escuelas, existía la ausencia de maestros y maestras adecuadamente formados y dignamente retribuidos .Con el Decreto del 23 de junio de 1931 se crearon siete mil plazas de maestros y maestras con destino a las Escuelas Nacionales. Para ello hubo que cambiar el sistema de oposición que daba el acceso a la plaza de docente por la convocatoria de cursillos de selección del profesional que se aprobaron por decreto ese mismo año. La formación del profesorado se realizó practicando la coeducación, es decir, se fundían las escuelas normales masculinas y femeninas en escuelas normales mixtas. Los candidatos y candidatas pasaban tres meses bajo control del Ministerio recibiendo una preparación profesional y una orientación pedagógica, dividiéndola en tres partes: clases en las escuelas normales, tales como Pedagogía, Letras, Ciencias, Enseñanzas auxiliares y de Organización y Metodología; prácticas pedagógicas en las escuelas primarias y lecciones de orientación en las Universidades. Durante la duración del curso, los aspirantes debían redactar una breve nota diaria acerca de las tareas realizadas durante la jornada. Estas anotaciones eran presentadas al Tribunal provincial de selección personal, quien se encargaba del seguimiento de los futuros docentes y evaluaba su progreso para, finalmente, calificar al aspirante.

Para la Republica, por consiguiente, la formación del maestro y la maestra aparece como una de las principales atenciones, pues ya empieza a ser considerado y considerada como el “alma de la escuela”. La carrera de Magisterio, elevada a categoría universitaria, ayudó a dignificar la figura del maestro y la maestra.

Sin embargo, aunque se tratase de mujeres instruidas y con un alto nivel de formación, no siempre podían ascender a puestos más prestigiosos por méritos propios. Las circunstancias

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