La Relación Paciente-profesional De La Enfermería

La relación paciente-profesional de la enfermería

como una base del proceso de curación

Los individuos son conocidos por tener una necesidad de comunicarse con sus semejantes. Esta comunicación se da por medio del lenguaje. Desde el inicio de los tiempos los hombres comenzaron a emitir sonidos para intentar hacerse entender con los demás seres de su especie para nombrar las cosas. Desde entonces el lenguaje se ha transformado con el tiempo en la herramienta más significativa. Nació como un elemento esencial para el ser humano.

El lenguaje es el medio esencial para la comunicación interpersonal entre los individuos. De ahí que se le considere un hecho social. Nació con el hombre y está absolutamente a su servicio.

El hombre pertenece a un grupo y no puede vivir aislado; le es necesario comunicar a los demás su vida: emociones, sentimientos o simplemente informar; porque el ser humano cuando se comunica con otros llega a una meta de ser comprendido así como comprender a los demás; no habla solo para expresarse, lo hace mas para satisfacer necesidades y algunos objetivos más específicos.

En consecuencia, el lenguaje, un vehículo fundamental de comunicación, requiere un claro y preciso manejo, un dominio, para que al expresarse lo haga de forma eficiente, es decir, para que la comunicación sea verdadera.

La comunicación paciente-profesional de enfermería

Los usuarios de los servicios sanitarios se quejan más comúnmente de la comunicación y relación que llevan con los profesionales que los atienden.

Las investigaciones realizadas con respecto a esto, ponen claramente un déficit en la comunicación interpersonal. En un porcentaje del 60% y del 70% de los pacientes que ingresaron se muestra una insatisfacción con respecto al personal sanitario (Mumford & Skipper, 1967). En Inglaterra se realizaron estudios en los cuales se señala que la falta de una comunicación positiva con los pacientes repercute de forma negativa en el proceso de curación, haciendo el tiempo de hospitalización mayor (Skipper, 1965; Mc Ghea, 1961; Revans, 1964).

Esta situación ha demostrado que también afecta a la falta de cumplimiento en las prescripciones médicas. Los pacientes que no cumplen las recomendaciones de su médico, en un porcentaje revisado, varia de forma significativa entre unos y otros estudios. Davis (1966) hace una estimación de que el 30% y el 35% de los enfermos no cumplen las órdenes que se les da de parte de los profesionales sanitarios que los atienden.

Existe una relación entre los pacientes y los profesionales con sus conductas y comunicaciones, uno influye sobre el otro y viceversa. Ellos forman un sistema en contacto con otros sistemas a los que influyen y por los que son influidos. En conclusión, todo lo que ocurre en el contexto de esta comunicación (sistema sanitario, hospital, servicio…) influye en ellos.

La comunicación exitosa

El éxito de unos cuidados de salud eficaces depende de una variable muy importante, que es el establecimiento de una relación interpersonal adecuada entre el personal de enfermería y el paciente atendido. El paciente y la enfermera forman una relación en sistema, y ambos influyen en ellos mismos. El profesional de enfermería tiene que estar atento no solo a la comunicación del paciente, sea verbal o no, sino también a la que él le transmita.

“Probablemente como dice Peplau (1990), el proceso de enfermería será educativo y terapéutico cuando la enfermera y el paciente lleguen a conocerse y respetarse, como personas iguales y a la vez diferentes, como personas que participan en la solución de problemas. Esta relación debe estar basada en la relación positiva eficaz y empática que permita al paciente sentirse libre para verbalizar sus dudas y temores.”

Si la comunicación entre el paciente y el personal de enfermería llega a ser defectuosa, es posible que suceda lo siguiente (Peitchinis, 1982):

1- Los enfermos se vuelven pasivos y menos comunicativos, se encierran en sí mismos. Perdemos una noción de lo que les está pasando ya que colaboran menos en el proceso de tratamiento.

2- El temor y la ansiedad antes una enfermedad se incrementa significativamente

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