La Vocación

La Vocación

La vocación (del latín: vocāre; llamar) es una forma de expresar nuestra personalidad frente al mundo del trabajo, del estudio, y todos los ámbitos, que se manifiesta como disposición "natural" al realizar ciertas actividades y a preferir determinados ambientes y contextos de actividad. Sin embargo, la vocación no es algo innato. Se puede englobar bajo la denominación proyecto de vida.

La vocación de una persona es aquella que se anhela y se desea, aquella con la que se sueña; lo que inspira, aquello que hace que dejes todo lo demás aparte.

La vocación es el don que tenemos desde nacer, o sea, es la afinidad que tenemos de realizar cualquier tipo de trabajo sin que este nos exija mucho esfuerzo, que al realizar este nos sintamos plenos como personas, sin pensar en recompensas solo el hecho de saber que ayudamos y que nuestro trabajo sirve para el bien de algo o alguien.

También es amar lo que hacemos, entregar el cuerpo y el alma por lo que se esta haciendo, es realizar algo y sentir que el tiempo vuela aunque no sea uno de los mejores días, pero de cualquier forma todo nos resulta bien, es algo natural en el ser.

Por otra parte la vocación es muy difícil de encontrar, creo que hay pocas posibilidades de toparse con ella pero el esfuerzo y el querer lo que se hace nos lleva hacia ella, nos acerca; sin esfuerzo y dedicación difícilmente podremos encontrar nuestra vocación.

La vocación de una persona refleja la personalidad de esta. La vocación viene desde adentro: de sus sentimientos, emociones, sus anhelos y sus sueños. Es lo que con el tiempo, las experiencias y la educación de la vida vas logrando descubrir para saber cuál es la meta que tienes en la vida, pero sobretodo es necesario que estés convencido de querer hacerlo.

Cuando uno ya elige una carrera se pregunta permanentemente ¿lo estoy haciendo bien?, si lo que hago, ¿verdaderamente me hace feliz?

Una de las características es el saber hacer bien las cosas, esta es lo que marca de un buen profesional de otro.

Pero a veces cuando elegimos una carrera profesional lo que predomina es cuanto dinero vas a ganar, o cuanto ingreso me dará el trabajo. Si bien el dinero es importante, pero no el lo primordial, por que si al profesional no lo mueve el amor por lo que hace, puede terminar con muchas frustraciones vocacionales y lo le encontrara sentido con lo que hace, aun cuando tenga ingresos altos.

Resultado de esto es ver profesionales de distintas áreas trabajando con agresividad, mal humor, con falta de ética, etc. y eso, en varios casos es manifestación de la falta de compromiso con lo que se hace, con lo que se es.

Nunca consideres el estudio como una obligación, sino como una oportunidad para penetrar en el bello y maravilloso mundo del saber”. (Albert Einstein).

La vocación del docente tiene como objetivo entregar una mejor calidad de enseñanza a los alumnos, la vocación es el pilar fundamental para motivar a quienes a los que son formadores de personas, guías pedagógicos, orientadores de procesos de crecimiento.

Teniendo vocación, los desafíos educacionales se enfrentan de mejor forma, son beneficiados los alumnos cuando esta vocación se vive intensamente, pero además, el docente se siente satisfecho y autorrealizado.

El docente debe estar en un constante trabajo personal por ser mejor y por ende, entregar con amor, aquellos conocimientos y valores humanos en pro de aprendizajes significativos y pertinentes en la formación de sus alumnos; teniendo la convicción que si existe la reciprocidad entre ambos agentes, los frutos serán mañana las bases de una nueva sociedad.

“Donde haya un árbol que plantar, plántalo tú. Donde haya un error que enmendar, enmiéndalo tú. Donde haya un esfuerzo que todos esquivan, hazlo tú. Sé tú el que aparta la piedra

...