La buena fe contractual y los deberes secundarios de conducta

LA BUENA FE CONTRACTUAL Y LOS DEBERES SECUNDARIOS DE CONDUCTA

CIVIL OBLIGACIONES

DESARROLLO

1. Cuáles son los diferentes significados o aplicaciones que tiene la buena fe en los códigos civiles.

La buena fe es de gran importancia, pues es la base de un principio general del derecho que se ha llegado a calificar por la doctrina como supremo y absoluto, tanto así que las constituciones vanguardistas han instalado el principio de la buena fe en la cima de todo el derecho de las obligaciones.

Según la doctrina, los diferentes significados o aplicaciones que tiene la buena fe en los códigos civiles se pueden clasificar en tres grandes grupos así:

a) En el primer grupo se encuentran los textos y códigos que consideran a la buena fe como la convicción que tiene una persona de que su comportamiento es corriente, aceptable y permitido, aunque en realidad ese comportamiento es considerado antijurídico, por lo tanto la consecuencia que se produce es que el actor es exonerado de sanción, o la sanción que se le impone es disminuida frente a la que originalmente le tocase.

b) En el segundo grupo están los códigos que sustentan que “la buena fe se asocia con la confianza en la apariencia jurídica”. Esto quiere decir que el sujeto de derecho actúa con la certeza de que la parte contraria en la relación jurídica es el acreedor de un derecho que él pretende integrar en su patrimonio, pero ciertamente tal fachada no tiene “correspondencia con un derecho subjetivo radicado en el patrimonio de aquél”.

Este grupo de códigos lo que buscan es amparar la confianza del sujeto de derecho en la apariencia jurídica, por lo tanto la buena fe sirve de presupuesto para la consecución y ejercicio de un derecho subjetivo.

c) El tercer grupo hace relación a los textos que consideran a la buena fé como sinónimo de honestidad y rectitud en el trato y suponen un principio en el cual las partes tienen el deber de acogerse en el desarrollo de sus relaciones y negocios jurídicos.

Estas aplicaciones y diferentes significados de la buena fé en los códigos colaboran a integrar el contenido contractual.

En general, la buena fé es entendida como ese comportamiento recto y honesto del sujeto. Considerando como elemento esencial de esta a la confianza, que es el fundamento que tienen las partes al iniciar una relación o negocio jurídico, y esa confianza es lo que le da legitimidad a lo que las partes esperan del comportamiento de ellas mismas durante esa relación formada.

Es importante recalcar que según palabras textuales del autor : “El concepto de buena fé no hace referencia a una percepción íntima que deba ser desentrañada de la conciencia de cada sujeto, sino que, por el contrario, la buena fe es susceptible de ser objetivada, de tal manera que el modelo de conducta ideal corresponda a unos parámetros socialmente aceptados”.

2. Qué se entiende por buena fe objetiva.

La buena fe objetiva es la imposición de honradez, lealtad, corrección o rectitud con la que los contratantes deben actuar desde el inicio de la ejecución del acto jurídico, durante todo el tráfico, y hasta incluso momentos posteriores al mismo. A esto le llama “actuar de buena fe”, y se manifiesta principalmente a través de la denominación de “buena fe contractual”.

3. Qué se entiende por buena fe subjetiva.

La buena fe subjetiva es la creencia que tiene la persona de que la conducta que ejerce es honrada y recta, y va acorde con el ordenamiento jurídico. Es la creencia del sujeto de que su conducta no peca en contra del derecho, por tener como causa un error excusable; como su nombre lo dice, este tipo de buena fe corresponde a la esfera subjetiva del

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