La evaluación de los aprendizajes es un proceso continuo que todo docente debe poner en práctica

EVALUACIÓN DE LOS APRENDIZAJES

La evaluación de los aprendizajes es un proceso continuo que todo docente debe poner en práctica, en su labor educativa que arduamente realiza con cada uno de los estudiantes.  Este proceso se fundamenta en el enfoque de la evaluación orientada según el Curriculum Nacional Base, que establece que el aprendizaje debe ser significativo para los estudiantes, puesto que,  deben desarrollar habilidades y destrezas que garanticen una competitividad ante la sociedad; formando personas capaces para enfrentar  desafíos, dándoles solución   a cualquier problemática.

Se describen los tipos de evaluación que se pueden realizar  para las diversas actividades diarias del aula, el propósito es recopilar la evidencia de cómo los estudiantes procesan el aprendizaje y de cómo llevan a cabo las  tareas o ejercicios de una temática determinada. Tomando en cuenta que el proceso evaluativo permite que el docente pueda verificar las fortalezas y debilidades de los estudiantes, y conforme a ellas establecer cuáles son las necesidades que requieren reforzamiento de acuerdo a los diferentes estilos de aprendizaje; ya que cada  educando tiene diferentes capacidades y aprenden de diferente manera.

La finalidad de la evaluación de los aprendizajes, consiste en ayudar a las y los estudiantes a aprender mejor, el o la docente debe estar atento, no solo a los logros sino a las dificultades que puedan encontrar en el proceso de aprendizaje, a las disfunciones que surgen en la interacción docente-estudiante, a los desajustes entre las actividades que se plantean y los conocimientos previos, entre otros. Así también llevar a cabo un seguimiento continuo del desarrollo y evolución del proceso de aprendizaje. De tal forma que se enlistan instrumentos de evaluación que permiten demostrar los resultados de dicha actividad, y verificar aspectos relevantes; por tanto la medición de los aprendizajes se da de manera cualitativa y cuantitativamente.

El trabajo mutuo conlleva a tener resultados satisfactorios que enriquecerán el qué hacer del docente y el aprendizaje del estudiante enfocándose a una Educación de Calidad.

Según el Art. 1 Acuerdo ministerial No. 1171-2010:

La evaluación de los aprendizajes es el proceso pedagógico, sistemático, instrumental, participativo, flexible, analítico y reflexivo, que permite interpretar la información obtenida acerca del nivel de logro que han alcanzado los estudiantes, en las competencias esperadas. 

En  la  evaluación de los aprendizajes  es fundamentalmente la interacción del individuo, el área de conocimiento y el contexto; ya que actualmente el currículum se enfoca en el qué hacer pedagógico del docente y él alumno,  el conocimiento de un área específica que es el resultado que el estudiante alcanzó, como actor de su propio aprendizaje, el contexto que es el ambiente dónde se debe de tomar en cuenta las características, las necesidades, los intereses  y los problemas de la localidad.

En la evaluación el docente debe analizar los resultados obtenidos de la misma y reflexionar, si los indicadores de logro han sido eficaces, o es necesaria la realimentación de los contenidos vistos en clase. La evaluación le sirve al docente  para ir midiendo el resultado de un bloque, de una unidad o de un tema específico socializado en clase; para ver si el docente puede avanzar o tiene que realimentar; si el  resultado es satisfactorio se avanzará, si el resultado es insatisfactorio se tendrá que volver a retomar el (los)  contenido  (s) específicos. Así también se debe tomar en cuenta que si los resultados son insatisfactorios, no siempre es  culpa de los estudiantes sino que a veces tiene mucho que ver la metodología empleada por el profesor.

La evaluación posee las siguientes características: Holística, participativa, flexible, sistemática,  interpretativa, técnica y científica. Es holística porque determina el desempeño de los estudiantes en forma integral en vinculación con su contexto.

Es participativa pues involucra a todos los sujetos que intervienen en el proceso educativo, por medio de la autoevaluación, coevaluación y heteroevaluación. Es flexible ya que toma en cuenta diversos factores como las diferencias individuales, intereses, necesidades educativas especiales de los estudiantes, condiciones del centro educativo y otros que afecten el proceso educativo. Es sistemática pues se realiza de forma periódica, ordenada y con una intencionalidad expresa, durante todo el proceso educativo. Es interpretativa porque explica el significado de los procesos y los productos de los estudiantes en el contexto de la práctica educativa. Es técnica pues emplea procedimientos e instrumentos que permiten valorar los desempeños esperados y aseguran la validez y confiabilidad de los resultados y es científica porque se fundamenta en las investigaciones y avances en el conocimiento del aprendizaje humano.

Todas estas características se deben tomar en cuenta a la hora de evaluar, no sólo al estudiante sino todos los factores que intervienen en este proceso.

Para evaluar, hay que comprender según la concepción de ésta. El diálogo y la reflexión compartida que directa e indirectamente, se da entre todos los implicados en la actividad evaluada, se consideran caminos que permiten construir el conocimiento de los procesos que se evalúan. Así mismo la finalidad no es la de comprobar logros, si no de entender por qué las cosas han llegado a ser como son. Además la evaluación pretende una mejora de procesos y de resultados del qué hacer educativo tanto del alumno como del docente en su propio contexto. Pues deben tener expectativas, motivaciones, intereses, deseos, y valores por mejorar y alcanzar lo propuesto.

La evaluación se debe considerar como la concepción de un aprendizaje significativo, en donde el alumno analice, opine, estructure juicios de valor; utilizando esquemas de acuerdo al dominio o aprendizaje acumulado sobre determinados  contenidos socializados en  clase, unidad o bimestre.

Ésta nueva concepción pretende que la docencia, más que trasmitir saberes, desarrollen capacidades cognitivas, afectivas y sociales que les permita a los estudiantes construir su propio aprendizaje.

Los tipos de evaluación que los docentes encuentran útiles, están las evaluaciones siguientes: evaluación diagnóstica, evaluación formativa y  evaluación sumativa. Es un proceso sistemático que se realiza antes, durante y después de haber enseñado y aprendido un tema determinado.

La evaluación diagnóstica, es un conjunto de actividades que se realizan para establecer y explicar el nivel de preparación, los intereses y expectativas de los estudiantes, al inicio de cada ciclo escolar y cada unidad de aprendizaje. Una vez se identifiquen los resultados, el docente puede utilizarlos para  acoplar actividades en el aprendizaje de los estudiantes. El propósito de este tipo de evaluación, consiste en adecuar la planificación de los procesos de enseñanza aprendizaje a las necesidades de los estudiantes según el contexto dónde se encuentren.

La evaluación formativa se realiza durante el desarrollo de los procesos de enseñanza aprendizaje.  Recoge información fundamental sobre cómo aprenden los estudiantes, le interesa saber cuáles son sus dificultades, por qué, cómo  entienden las tareas que se les deja; además se utiliza para  mejorar la calidad de la enseñanza y para ayudar a los estudiantes a mejorar sus destrezas de aprendizaje, puesto que  informa y reorienta al docente, el desarrollo y avance de cada estudiante, ayudando a establecer si la metodología y técnica es eficiente en el proceso educativo o no es la adecuada.

Así también  en esta  se pueden detectar las fortalezas y las debilidades existentes, con el propósito de efectuar ajustes que permitan mejorar el aprendizaje y la enseñanza. Esta información le resulta útil al docente para mejorar la tarea, también le sirve al estudiante; en la medida en que éste reflexiona sobre sus propios aprendizajes.  Este tipo de evaluación, además de ser formativa, es también formadora. Estableciendo que en la evaluación formativa, el docente es quien realiza la regulación o ajuste de las acciones pedagógicas, o sea las  estrategias y actividades según las necesidades que detecta;  en la evaluación formadora, el alumno es quien realiza la regulación o ajuste para el mejoramiento del proceso de aprendizaje.

La evaluación sumativa  valora los resultados de aprendizaje, se realiza al finalizar un proceso o ciclo educativo. Se utiliza para asignar una calificación, según la cantidad o capacidad de algo.  Tomando en cuenta que la evaluación sumativa es la medición, interpretación, juicio acerca del cumplimiento de los objetivos, de la eficacia de la enseñanza. Entonces el producto es el resultado de los logros alcanzados por el estudiante. Cabe recordar que, la evaluación es valorar las actitudes, habilidades y destrezas  sin embargo en nuestro sistema educativo se está acostumbrado a dar puntajes acumulados sin tomar en cuenta el ¿por qué? de los mismos.

Estas evaluaciones deben ser conocidas y puestas en práctica por los profesores de todos los niveles educativos del sistema nacional guatemalteco. Puesto que, es  necesaria la contextualización de la misma para valorar y medir el rendimiento en el proceso de aprendizaje y poder detectar los problemas y dificultades no sólo del aprendizaje del estudiante, si no de los procedimientos pedagógicos que utiliza el  maestro. Cabe recordar que el maestro tiene que romper paradigmas y optar por hacer del proceso enseñanza-aprendizaje, práctico y significativo ya que el propósito de la evaluación es ayudar al crecimiento personal y cognitivo de cada estudiante y por ende mejorar la calidad educativa.

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