La gente gente cree conocerme, pero la verdad es que no saben ni un poco de lo que soy en realidad.

Una vez, cuando todas mis amigas se habían retirado ya de la reunión, decidí hablar con Gabriela; una chica un tanto extraña, que tenia fama de ser suicida y loca. Todo el mundo decía cosas horribles de ella; quería comprobarlas por mi propia cuenta.

Comenzamos hablando de cosas mundanas y sin sentido: color favorito, musica de preferencia, edad, aficiones, etc. Hasta que me dijo:

- La gente gente cree conocerme, pero la verdad es que no saben ni un poco de lo que soy en realidad.

- Eso es cierto. Uno nunca llega a conocer a una persona realmente.

- ¿A que te refieres?

- A que todas las personas guardamos secretos, aquellos que nunca diremos en voz alta por mucha confianza que le tengamos a nuestra mejor amiga o a nuestro novio.

- Lo mismo pienso. Ademas que somos impredecibles. No sabremos como una persona va a reaccionar frente a una situación u otra. Por ejemplo, no sabremos si harán un sacrificio por ti hasta que sea necesario. Es allí cuando comienzas a conocer realmente como es.

Esa respuesta me hizo pensar cuanta razón tenia. Nunca sabes como se comportara una persona frente a una situación difícil hasta que esta llega. Si la que considerabas tu mejor amiga te defenderia cuando hablan mal de ti o si vendria hacia ti cuando necesitas ayuda no importa cuán lejos estés.

Luego, hablamos de personalidades: extrovertidas, tímidas, originales, algunas perfeccionistas y otras que son solo un intento de copiar otras personalidades.

- Las personas somos como piezas, siempre buscando encajar en cada lugar que experimentamos. Sin embargo somos únicas, pues tenemos una forma propia y singular; una originalidad y personalidad que nos haces irreemplazables e inigualables.

- Pero, ¿por que quieres encajar? ¿Por que deseas pertenecer a un grupo donde no serás mas que una simple pieza de un rompecabezas?

En ese momento no supe que responder. Era cierto, ¿por que buscaba siempre encajar en cada lugar que conocía? ¿Por que me trataba de acomodar a la forma de vida que los demás?¿por que buscamos siempre su aprobación?

Por días esas preguntas rondaron por mi cabeza. Me compare con mi grupo de 4 amigas cercanas: todas éramos únicas, con diferentes personalidades, pero nunca me esforzaba en conseguir su aprobación o en "encajar", era como si me sintiera cómoda, como si mi familia o mi hogar fueran ellos. Como si hubiera pertenecido siempre alli.

Luego me compare con el otro grupo de chicas de mi centro de trabajo, todas hermosas, con personalidad similar, extrovertidas, fiesteras, populares. Se veían casi perfectas a inalcanzables, y

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