La regulación del Espacio Público como garantía para el goce del mismo por parte de los ciudadanos: Caso Centro Histórico de Cartagena.

ESCUELA SUPERIOR DE ADMINISTRACIÓN PÚBLICA – ESAP

Actividad No. 2 – Enfoques sobre lo Público.

Por: Karina Dioselina Guzmán Herrera

Estudiante de la Facultad de Postgrado – ESAP

Agosto de 2015.

La regulación del Espacio Público como garantía para el goce del mismo por parte de los ciudadanos: Caso Centro Histórico de Cartagena.

1. INTRODUCCIÒN.

Una de las principales problemáticas de la distribución urbana a nivel global es la lucha constante por configurar la organización del territorio y del espacio, sumado a los fenómenos sociales caracterizados por la diversidad de intereses y culturas enmarcados en los aspectos económicos, ideológicos y sociales.

Así las cosas, se evidencia en la Ciudad de Cartagena de Indias el progresivo conflicto por el uso de los espacios públicos por la ausencia de políticas públicas claras que conlleven a la organización de esos espacios que constituyen el Patrimonio Histórico de la ciudad.

Específicamente, el Centro Histórico de Cartagena alberga recintos de interés turístico y cultural donde se aprecia la problemática suscitada entre los grupos etareos (relacionados con la edad de los seres humanos), económicos y sociales que intentan hacer una apreciación propia  del uso que desean darle al Espacio Público.

Veremos cómo la intervención del Estado en la esfera pública configura una herramienta necesaria para garantizar los derechos de los ciudadanos al goce y disfrute de los espacios de uso común, para el beneficio de la sociedad.

1. ANTECEDENTES

A partir de la declaratoria de la UNESCO en el año de 1985 del Puerto, Fortaleza y Conjunto Monumental de Cartagena de Indas^[1] como Patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad debido a su arquitectura colonial, sus angostas calles, casas con balcones, baluartes, claustros y plazas, el turismo dentro del centro amurallado se ha convertido en uno de los destinos preferidos por los turistas de todo el mundo.

De conformidad con lo anterior y siendo las plazas de Cartagena uno de sus atractivos turísticos más importantes para los visitantes, ya que permiten apreciar el hermoso entorno que les brinda la Ciudad y acceder a muchos de los servicios que brinda la misma (Servicios culturales, almacenes, restaurantes, etc.) se genera una problemática pública producto de la colisión de los derechos entre las personas que brindan los servicios recién aludidos en el espacio público y los de los residentes del sector quienes deberían poder utilizan el mismo para su esparcimiento sin que haya exclusividad alguna de este.

Sumado a lo anterior, el panorama laboral que afronta la ciudad se caracteriza por las pocas opciones de empleo formal y el incremento acelerado de trabajadores de carácter informal, cuya composición factorial del trabajo se refleja en las precarias condiciones remunerativas, la ausencia en el acceso a la seguridad social, con unos niveles de productividad exageradamente bajos, lo que impide generar ahorro. Esto contribuye a la proliferación de vendedores ambulantes y  estacionarios que buscan una opción o “rebusque” que les permita llevar el sustento diario a sus familias.

Así mismo, la globalización ha hecho que empresas multinacionales pongan sus ojos en la ciudad, abriendo nuevas puertas al turismo internacional de carácter cultural, gastronómico, ecológico y de aventura, trayendo consigo la apertura de locales comerciales y restaurantes que pretenden explotar la belleza arquitectónica del Centro Histórico haciendo uso indebido de las zonas que se consideran como Espacio Público, para lo cual el Gobierno Distrital, mediante el decreto No. 0356 de 2015, “Por medio del cual se reglamenta el aprovechamiento económico en su modalidad de uso compatible, y algunos espacios públicos del Centro Histórico de Cartagena de Indias (…)”, concede a los establecimientos comerciales adyacentes el uso una parte del espacio público para su explotación económica instalando mobiliario removible como mesas y sillas, conservando el uso, goce y disfrute por parte de la comunidad.

En Cartagena, la falta de gobernabilidad sumado al desinterés de la población del cuidado del entorno, la exclusión social y la permisividad de las autoridades frente a la ocupación del Espacio Público, han hecho del mismo un objeto de mercado para la venta al mejor postor, y desde la perspectiva de los habitantes de la ciudad, transitar por el sector amurallado se ha convertido en un verdadero problema pues no existen suficientes espacios de esparcimiento en un sector que debe ser protegido y protegido, ya que el circular por las calles y plazas se ha vuelto casi que exclusivo para los turistas y los establecimientos comerciales.

1. EL CASO PLANTEADO

Lo público significa         que todo lo que aparece en público puede verlo y oírlo todo el mundo, y tiene la más amplia publicidad posible; no es más que el propio mundo, en cuanto es común a todos, como los objetos que son fabricados por la mano del hombre, es vivir juntos en comunidad.

Así las cosas, lo público puede traducirse en un lugar: en este caso, la Plaza Pública, donde las cosas pueden ser vistas por todos, y conciernen a todos, aquello que es notorio  y conocido por todos. Pero también puede ser el ámbito de la libertad de acción y del discurso libre, diferenciado totalmente del ámbito privado. Lo público ha surgido a la par con el Estado moderno, donde la opinión civil y la información hacen el contrapeso a los gobiernos para evitar los abusos de poder y asegurar que los bienes de la colectividad sean efectivamente destinados para el uso de todos.

Lo privado es lo que se ejecuta a la vista de pocos (situaciones domésticas y familiares)         que no necesitan formalidad ni ritual alguno, algo que atañe intrínsecamente a la esfera íntima y personal de cada individuo.

La esfera pública, viene de lo común, del conjunto armónico formado por el estado y lo político, con lo social (sociedad civil) y lo económico (mercado), cuya balanza en estos aspectos se inclina de acuerdo a la influencia que tengan en determinadas sociedades, de acuerdo a las costumbres, modos de vida y sistemas económicos, entre otros.

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