La relación educativa: un proceso de comunicación

Lee el texto “La relación educativa, un proceso de comunicación” de Chan, Pérez y Ortiz (1997) y rescata los conceptos clave

Chan Núnez, María Elena, Ortiz Ortiz, Ma. Gloria y Ma. Del Socorro Pérez Alcalá (1997) “La relación educativa. Un proceso d comunicación “en Módulo: Aprender a comunicar, comunicar para aprender, México. CECAD/Universidad de Guadalajara.  

LA RELACIÓN EDUCATIVA: UN PROCESO DE COMUNICACIÓN  

Por: María Elena Chan Núñez con la colaboración de Gloria Ortiz Ortiz y Socorro Pérez Alcalá1  

El  punto de partida  

Este documento pretende sintetizar algunas de las nociones básicas que permiten entender la relación educativa desde una perspectiva comunicacional. La primera noción a desarrollar es la de Comunicación Educativa: Proceso mediacional que pone en contacto a una entidad educativa con un educando y a educandos entre sí para la producción en común de sentido.2 En los procesos de comunicación se pueden identificar tres elementos básicos: información, relaciones y sentido.3  En la comunicación educativa hay un flujo informativo que se estructura en términos de un contenido de enseñanza, que es aprehendido por un sujeto que su vez tiene un cúmulo informativo que le permite significar el contenido. La producción en común de sentido sólo se da en la medida que los actores del proceso se relacionan y comprenden las significaciones que dan a dichos contenidos, tanto los originales como los reinterpretados.  En los procesos educativos se relacionan sujetos y grupos. Se ponen en contacto incluso sujetos que no pertenecen a mismos espacios territoriales, temporales o culturales. Por ejemplo: se aprenden en la escuela productos culturales de épocas pasadas como puede ser el lenguaje los signos matemáticos, las normas establecidas en la constitución, conocimientos producidos en los distintos campos científicos, artísticos, etcétera. En las instituciones educativas, y más específicamente, los docentes, codifican y recodifican de continuo conocimientos producidos por terceros de diversas épocas y territorios y les dan forma... así codifican mensajes y los transmiten. También la experiencia y conocimientos producidos por el docente mismo, se codifican como parte de sus mensajes.  Para entender las relaciones educativas es necesario trabajar con el concepto de interacción. De manera general, la interacción es un proceso en el que la acción de una entidad causa una acción o un cambio en otra entidad, de tal forma que en un grupo de personas la actividad en cada una está relativamente determinada por la actividad de los otros.4 <

durante las que han logrado acumular experiencias y esquemas de comportamiento que prefiguran en gran medida la forma de relacionarse...>>5  Los estudiantes reciben los mensajes, los incorporan de diversas maneras en su propia cultura y actúan en consecuencia. El modelo más simple de la comunicación se planteó como compuesto por los siguientes elementos: emisor, mensaje, canal y receptor. La práctica educativa puede compararse con estos elementos en relación. De este modo puede afirmarse que en toda práctica educativa se dan procesos de comunicación. Sin embargo, los modelos de comunicación han ido evolucionando y haciéndose cada vez más complejos, y a partir de estos modelos más elaborados puede cuestionarse si ¿en todo acto educativo hay implícito un acto de comunicación? O ¿pueden darse actos, aparentemente educativos, en los que no hay realmente comunicación?  

ANALIZANDO LOS PROCESOS EDUCATIVOS A LA LUZ DE LOS MODELOS DE COMUNICACIÓN  

En comunicación se han formulado diversos modelos para entender desde distintos enfoques los elementos de un proceso comunicativo.  Estos modelos se han hecho más complejos en la medida que se han incorporado elementos tales como: la cultura, las funciones de codificación y encodificación, que hacen que la linealidad del primer modelo se trascienda. En el primer modelo, presentado en el apartado anterior, pareciera que basta con emitir y tener un canal para que el mensaje llegue. Así mismo el mensaje se supone que pasa intacto.  Muchas veces los profesores se sorprenden ante las modificaciones que los alumnos hacen a los mensajes que transmiten. Se pierde información, se cambia o trastoca; también por supuesto, en ocasiones se enriquece. Así mismo, en la educación tradicional se ha valorado altamente que el mensaje se mantenga intacto, que no cambie, que se repita... De este modo la emisión de la información y la recepción no presentan cambio alguno. Los exámenes basados en la repetición de definiciones son un claro ejemplo, de la expectativa que tienen algunos docentes de que el mensaje permanezca intacto. Las críticas a este primer modelo lineal, llevaron a considerar otros aspectos que llevarían a cuestionar e intentar explicar lo que realmente sucede en las relaciones educativas. Entre los modelos más recientes se generó el llamado DE LA RECEPCIÓN, que surge como crítica a los modelos anteriores en los que el sujeto receptor aparecía con una aparente pasividad.  En este modelo de la recepción se le otorga un peso fundamental al sujeto dadas las posibilidades que tiene de tomar el mensaje con tal, de interpretarlo y

                                                5 SANTOYO,  Rafael. En torno al concepto de interacción, pág. 57 Artículo puclicado en Perfiles Educativos Núm. 27 y 28.  Ibidem, p. 75.  

resignificarlo, y por supuesto de usar la información de acuerdo a sus necesidades y contexto específico. Sorprendentemente. Prácticas educativas muy antiguas, partían de principios similares a los enunciados en modelos comunicativos avanzados. El método socrático, basado en el cuestionamiento permanente del alumno, para de cada respuesta ir hilando la siguiente pregunta, y dejar que el que aprende genere mensajes, es un tipo de práctica que tiene como principio el de la problematización y escucha del que aprende. Otro de los modelos críticos en la comunicación es el de Habermas. Su denominación es el de la acción comunicativa y es muy interesante cuando se aplica a educación pues llama la atención sobre algunos conceptos fundamentales. Se presenta a continuación un esquema con los elementos básicos considerados en la  acción comunicativa:  

  Experiencia   Crítica   Creatividad  

   Sujeto 1    

      Intersubjetividad           Praxis (Acción comunicativa)              Interacción        (Transformación)      

   Sujeto 2  

  Creatividad   Crítica   Experiencia  

En este esquema se reconocen dos sujetos con finalidades. Los dos tienen el papel de emitir y recibir información. Es por ello un modelo que plantea que un proceso comunicativo no se da si no existe esa doble función en los participantes, pues de otra manera sería sólo transmisión informativa de un sujeto a otro, pero no COMUNICACIÓN. La acción comunicativa entre ambos requiere de intersubjetividad (proceso de intercambio de significados entre sujetos) y se da con la finalidad de que se genere una acción que promueva modificaciones sobre la realidad. Para transformar la realidad se necesitan saberes y aplicaciones específicas.  Si analizamos esto en el ámbito educativo: el aprendizaje de diversos contenidos científicos, tecnológicos, de habilidades, y normas, por ejemplo, para

desarrollar determinada actividad profesional, tiene la FINALIDAD, de resolver problemas específicos de un campo profesional, y esto es un tipo de transformación de la realidad.  La Formación es entendida como el proceso de configuración de sujetos. Para transformarse en sujeto, se requiere tener conciencia de sí, posibilidad de acción. Dominar los actos, ejercer la voluntad de actuar sobre la realidad. Por lo tanto hay toda una noción de independencia, pues de lo que se trata es de hacer factible que los seres en formación actúen sobre algo, y por ende transformen.  

 La formación implica acción comunicativa. En este sentido, lograr entendimiento entre sujetos y grupos es el fin.  

LAS DIMENSIONES DE LA COMUNICACIÓN EDUCATIVA  

Partiendo de los dos modelos críticos arriba descritos, podemos resumir: La relación educativa se establece a través de procesos de comunicación orientados por finalidades. El estudiante tiene una finalidad y el maestro también, si son coincidentes la comunicación fluye de inmediato, sí no lo son, primero se tienen que <> estas finalidades. El maestro requiere conocer desde el principio las necesidades de conocimiento del estudiante: ¿Para qué quiere saber? ¿Cómo va a usar la información? ¿Cuáles son sus expectativas? El estudiante a su vez, requiere saber las finalidades del docente: ¿Por qué quiere enseñar o transmitir determinada información? ¿Para qué supone el docente, que va a servirle? El docente acompaña al estudiante en su proceso formativo, en el volverse sujeto, es decir, le apoya para reconocer sus capacidades y limitaciones, le proporciona información, lo cuestiona, y le ayuda a recuperar la experiencia. En la medida que los estudiantes pueden identificar el proceso seguido, desarrollan experiencia, y ésta es fundamental para guiar sus acciones futuras. No es la información transmitida lo que prevalece, sino las distintas formas en que el propio estudiante la fue transformando, al interpretarla, expresarla al docente y a otros compañeros, y sobre todo al aplicarla o usarla actuando ante problemas específicos. Las enseñanzas más valiosas que pueden darse en una relación educativa, están ligadas con el apoyo que el docente puede dar para que el estudiante tome conciencia de sí mismo, del proceso del aprendizaje seguido. Para hacer esto, el educador tiene que ser observador y desarrollar una gran capacidad de escucha.  Estas consideraciones nos pueden servir para identificar cinco dimensiones de la comunicación educativa:  

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