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La ruta turística de Lisboa

CSMSTutorial23 de Mayo de 2013

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Tarde noche día de llegada: La Baixa

Si tenéis la tarde disponible podéis empezar por visitar el barrio de La Baixa. Un buen inicio es comenzar por la Plaça de los Restauradores donde se encuentra el magnífico edificio del Hotel Edén. En esta plaza comienza la Avenida da Liberdade, la más importante de Lisboa, que acaba en la Plaza del Margués de Pombal, donde comienza la moderna Lisboa.

Al lado se encuentra la Plaza del Rossio con el Teatro Nacional y su famoso café Nicola. Esta plaza es uno de los lugares con más vida de Lisboa. De aquí podréis acercaros a la Plaza de Figueira con sus pintorescas casas abuhardilladas y que ofrece unas buenas vistas del Castillo de San Jorge.

Estas tres plazas están muy cerca unas de otras, apenas cien pasos. De la Plaza Figueira sale la elegante calle peatonal Rua Augusta que, a través de un Arco de Triunfo, adentra en la Plaza del Comercio. No podéis olvidar las dos calles gremiales que cruzan la Rua Augusta: la Rua Aurea y la Rua da Prata.

Si estáis cansados podéis coger el tranvía número 12 en el que, a través de su recorrido, nos haremos una idea de este barrio.

La zona está ambientadísima y será fácil encontrar un lugar donde cenar y tomar un café o una copa antes de descansar.

Mañana 1º día, Castillo de San Jorge, Alfama y Parque de las Naciones.

Antes de nada lo ideal es comprar un abono de transporte para todo el día ya que lo amortizaréis de sobra. Aunque hayáis llegado a Lisboa en coche particular conviene dejarle aparcado.

Para comenzar la ruta deberéis acercaros a la Plaza Figueira donde podréis tomar el tranvía 28 que lleva hasta las puertas del Castillo de San Jorge, en el lugar denominado Largo das Portas do Sol con unas estupendas vistas de Lisboa y el Tajo. A sus pies, se extienden dos barrios antiguos y pintorescos: la Mouraria y La Alfama. La Alfama es un antiguo barrio de pescadores con callejuelas para caminar sin prisa.

Si hemos visitado el castillo y se nos ha hecho tarde podemos comer en alguno de sus modestos y populares restaurantes, incluso podemos encontrarnos con fados en directo.

Ahora lo ideal es coger uno de los autobuses que llevan hasta el Parque de las Naciones. Esta es la zona donde tuvo lugar la Exposición de 1998, hoy centro de ocio, está el Casino de Lisboa, y cultura. Podéis admirar el colosal y moderno Puente Vasco da Gama, el mayor de Europa, y disfrutar del Oceanário.

Tarde noche 1º día: Chiado y el Barrio Alto.

Para llegar a estos barrios lo mejor es coger el tranvía 28, el Elevador de Santa Justa o el Elevador Da Gloria que está en la misma Plaza de los Restauradores.

En el Chiado, que se reconstruyó tras el incendio de 1998, sus calles más importantes son las de Carmo, con las ruinas de la iglesia del mismo nombre no reconstruida para recordar el gran terremoto, y la de Garret. Es un barrio elegante y bohemio el llamado "Montmartre" de Lisboa.

Lugar común de encuentro en Rua Garret es el café A Brasileira, en cuya terraza una escultura representa a Fernando Pessoa.

El Barrio Alto, al que llegamos por la Rua Misericordia, tiene numerosas cafeterías, bares y restaurantes, así como tiendas de antigüedades. Probablemente, junto con La Alfama, sea el mejor barrio para escuchar fados.

Tras la cena no faltarán locales para tomar una copa en este Barrio y si hay fuerzas podéis optar por ir a Santo Amaro, Santos o Alcántara a mover el esqueleto.

Mañana 2º día: Belém

El barrio de Belém es lo más espectacular de Lisboa ya que cuenta con las dos joyas de la ciudad: el Monasterio de los Jerónimos, con visita obligada a su Iglesia y Claustro y la Torre de Belém, monumentos que por sí solos justifican un viaje a Lisboa. La ventaja de visitar Belén un domingo por la mañana es que muchas de sus visitas son gratuitas.

Podéis llegar a Belém desde la Plaza do Comercio con el tranvía 15.

En Belém también encontraréis el Puente 25 de Abril, el Monumento a los Descubrimientos, el Museo Nacional de Carruajes y cómo no, sus famosos pastelitos.

1.El tranvía. Para tomar contacto con la ciudad y echar el primer vistazo lo mejor es subirse a su tradicional tranvía amarillo. El de la línea número 28 es el más turístico y te ofrecerá una visión panorámica encantadora. Hace un recorrido de casi 9 kilómetros, pasando por el Castillo, la Catedral y el Barrio Alto. Si va muy lleno, a veces hay cola en las paradas, se puede hacer el tomar el 12, algo más corto. Antes de subir y para empezar con buen pie, pon a buen recaudo tu cartera!!

Hotel Metropole en la Plaza del Rossío

2. Plaza del Rossio. Como punto de salida elegimos la parada cercana a la Plaza de Rossio. Allí tenemos nuestro hotel: el Metropole. La ciudad está plagada de hoteles, pero en el Metropole, construido en 1917, vivirás esa Lisboa antigua y nostálgica mejor que en cualquier otro. No esperes lujos, sino ambiente algo decadente, pero a mi me encantó. Además qué ubicación: el Rossío , algunas de sus tiendas y cafés datan del siglo XVIII, como la tradicional Pastelaria Suíça ( no entres si no estas dispuesto a romper tu dieta) y el Café Nicola que fuera frecuentado por el poeta Bocage y el celebrado escritor Eça de Queirós y sus amigos.

Vista desde el castillo

3 Castillo de San Jorge..Ya estamos en el tranvía que subirá serpenteando hasta el Castillo de San Jorge. Esta es nuestra parada. El castillo se encuentra en lo alto de una montaña, en el centro de Lisboa. Lo mejor son las vistas: son espectaculares. La ciudad a tus pies y el río. Una preciosidad, merece la pena tomarse un rato y extasiarse. También es interesante, sobre todo si vas con niños, visitar en el castillo la Cámara oscura de Leonardo: en una habitación pintada de negro y a oscuras se ven imágenes de Lisboa captadas con un espejo situado en la punta de la torre y reflejadas sobre una superficie blanca cóncava. No es fácil de explicar, pero se ve Lisboa como en un ojo de pez. Pero no son imágenes grabadas, son del momento. Es muy original.

4. Barrio de la Alfama. Lo mejor es bajar del castillo andando y recorrer el Barrio de la Alfama, con sus calles estrechas y empinadas. Todos los rincones merecen la pena, pero no hay que olvidarse de parar en la catedral. Si se tiene hambre es muy recomendable O Chapito, con vistas insuperables.

5. Elevador de Santa Justa . Una vez de regreso al centro, y tras parar un ratito en el hotel y recuperar energías, nos dirigimos a elevador de Santa Justa. El Elevador de Santa Justa, también llamado Elevador do Carmo, es un ascensor que une los barrios de la Baixa Pombalina y el Chiado. Se levanta sobre la calle de Santa Justa: si no tienes tarjeta de transporte el precio del ticket es de 3 euros.

Un cafe con Pessoa

6.Chiado. Una vez arriba hay que buscar a Pessoa. No puede marcharse uno de Lisboa sin tomar un café con este insigne de las letras lusas. La estatua de Pessoa está hecha en bronce y se encuentra en la terraza emblemático café A Brasileira, fundado en 1905.

7. Barrio Alto. Ahora ya podemos buscar un sitio para cenar entre estas callejuelas adoquinadas que forman el Barrio Alto y que por la noche están llenas de animación. Hay muchos restaurantes con fados y en todos ponen bacalhau. Bom proveito. Mañana será otro día.

Segundo día: Saliendo de Lisboa

Si dispones de coche decídete a dejar la ciudad y ver los alrededores. Será una excursión inolvidable. Si no lo tienes, también lo puedes hacer, pero será mejor que te decidas entre visitar Belem o Sintra y Cascais, ya que en tren los dos sitios es algo complicado para el mismo día.

Torre de Belem

8. Belem. Para ir a Belém desde Lisboa lo más cómodo es desplazarnos a la Plaza del Comercio, muy cerca del Rossío y una vez allí, tomar el tranvía 15 en la estación de Cais do Sodré. Los domingos por la mañana es gratis la entrada a los sitios. Hay que visitar la torre, los Jerónimos y desde luego probar los magníficos pasteles de Belem en la pastelería Belem.

Día 1 de Ruta por Lisboa

Nuestro primer día ruta por Lisboa comienza en la Plaza de los Restauradores, ubicada al inicio de la Avenida da Liberdade, frente a la estación Rossio, donde se emplaza el obelisco conmemorativo de la Independencia de Portugal.

A un par de manzanas de allí está la Plaza Rossio, corazón de la ciudad, en cuyo centro se alza la estatua de D. Pedro IV. En uno de los lados de la plaza veremos el Teatro Nacional Doña María II, inaugurado en 1846, y el Café Nicola, uno de los más tradicionales de Lisboa, donde podemos aprovechar para comprar alguno de los deliciosos cafés que producen.

Hacemos un pequeño desvío para visitar la Iglesia de Santo Domingo, uno de los sitios con mayor peso histórico de Lisboa, que aún muestra los estragos causados por el terremoto de 1755.

Seguimos hacia la Plaza Figueira, a pocos pasos de Rossio, donde está la estatua ecuestre de Juan I, y frente a la cual se ubica la confitería más antigua de Lisboa, la Confeitaria Nacional. No podemos dejar de detenernos a probar su Bolo Rei, de receta secreta.

Volvemos a la Plaza del Rossio para descender por la Rua Augusta. Pasamos por la Casa Macario, fundada en 1913, donde, dicen, se vende el mejor vino Oporto del país, además de otras bebidas de alta calidad, café y chocolate.

Siguiendo por la Rua Augusta llegamos a la Plaza del Comercio. Hacia la derecha, por la Rua do Arsenal, llegamos

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