La sabiduria docente con el saber cientifico-pedagogico.

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El presente trabajo el cual lleva por nombre “La sabiduría docente con el saber científico-pedagógico” que pertenece a la guía “El maestro y su práctica docente” de la primera unidad, se presenta con la finalidad de poder tener una mejor noción respecto al tema y enriquecer mis conocimientos. El saber se define a veces como creencia en lo justificadamente cierto. Los saberes –verdades- no son absolutos ya que tanto la teoría como la práctica van cambiando y a su vez sufren modificaciones, pues las condiciones sociales en las comunidades o ciudades suelen cambiar. Es importante establecer las diferencias entre el saber docente y científico - pedagógico de los que se está hablando, empezando por el saber docente ( cotidiano y profesional) , el cual se apega al hábito constante del maestro en su vida laboral, la rutina y la experiencia es la raíz del saber del maestro. Por otro lado el saber científico es más que nada un conocimiento sistematizado que se fundamenta  en la investigación la cual comienza en base a una problemática o una cuestión,  se trata de responder por medio de una hipótesis, y se comprueba por medio de pruebas en busca de la verdad. De alguna manera se cuestiona el saber docente frente al científico ya que estos se consideran como saberes verdaderos, se aplican en la práctica docente con éxito superior. A continuación se argumenta de forma más descriptiva y detallada las relaciones y diferencias que tienen ambos saberes.

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La relación que existe entre el saber docente cotidiano, el profesional y el científico, es que todos parten de una acción estratégica, basándose por un pensamiento racional y la experiencia propia. A sí mismo, ningún proceso puede ser independiente ya que se encuentran relacionados, pues comparten el mismo objetivo. A pesar de esto se toma al profesor como ignorante frente a los saberes científico-pedagógicos, pues se presume que los saberes científicos son verdades absolutas e infalibles y se olvida que los profesores y los alumnos son los protagonistas principales en la práctica docente. Cada saber tiene un objetivo y esto hace que se sepa diferenciar uno del otro, La diferencia entre sabiduría e ignorancia del profesor y el científico, son que este último se enfoca a conocer las causas procesos, consecuencias a través del método científico partiendo de la observación, experimentación y comprobación de lo que se pretende conocer, convirtiendo sus hipótesis en teorías comprobadas, mientras que el docente en la mayoría de los casos se queda con el conocimiento de sus experiencias,  trabajando solamente con ellas, sin aportar o pretender aportar nuevos descubrimientos a la labor que desempeña. Para ello los docentes poseen y utilizan, no solo uno sino varios tipos de saberes que son los siguientes:

1. Sentido común: que constan simplemente de suposiciones u opiniones.
2. Sabes popular: se puede decir que son como creencias, por las vivencias que ya tuvieron con sus alumnos.  
3. Destrezas: Son más que nada las estrategias para llegar a un objetivo.
4. Saberes contextuales: lo que se sabe de la clase o de la comunidad (es un conocimiento concreto).    
5. Conocimientos profesionales: estrategias de la enseñanza y sobre el curriculum, sus posibilidades, formas, sustancias y efectos.  
6. Teorías morales y sociales y los planteamientos filosóficos generales: sobre cómo pueden y deben interrelacionarse las personas.

Algunos tipos de saberes se obtienen con la práctica de la vida diaria, y otros  alzan la testa hacia las nubes con la palabrería, el primero debe someterse a un análisis y al segundo al realismo y la concreción a fin de comprender sus implicaciones. Ciertos hábitos mentales nos dificultan el tratar como problemáticos lo teórico y lo práctico, es fácil pensar que la teoría es un cuerpo organizado de saberes y lo práctico lo damos por sentado y obvio o inevitable. Para romper estos hábitos hay que restituir el elemento problemático en ambos.

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