Las Mujeres Tienes Cuerpo, Los Varones Mente

Las dicotomías absolutas masculino/femenino como si fuesen dos polos opuestos permiten considerar a las mujeres como lo opuesto a los varones y por tanto condicionadas por lo biológico mientras que los varones parecen estarlo por la cultura. La cultura supone transformación y superación de la naturaleza, mientras que la naturaleza hace referencia a lo instintivo.

La consideración de la mujer a lo largo de la historia como un ser débil, dependiente y pasivo he permitido explicar la conducta de las mismas por una serie de acontecimientos biológicos (menstruación, parto, menopausia) algo que no ha ocurrido con la conducta de los varones. A principios de siglo en psicología se afirmaba que si bien la enseñanza superior permitía el desarrollo intelectual de la mujer, al desarrollar su cerebro irremediablemente se encogerían sus ovarios (?) lo que les impediría tener descendencia. La incidencia de las teorías darwinistas fue muy importante al considerar a la mujer como un varón poco evolucionado. El interés despertado ultimamente hacia el síndrome premenstrual es un ejemplo de ello ya que solamente un pequeño número de mujeres lo padece, al igual que la depresión menopáusica (Hare-Mustin y Marecek, 1994ª)

Existe referencias cada vez mas numerosas que ponen en evidencia que en culturas donde los aspectos referentes a la menstruación y la menopausia no tienen un papel negativo tampoco aparecen los síntomas físicos que tradicionalmente se adjudican (Nicholson, 1987; 1995). Asimismo, actualmente se esta investigando en los ciclos hormonales de los varones. No nos resistimos a citar el irónico comentario de Jhon Nicholson, que pudiera servir como motivo de reflexión.

“Cuando los hombres son afectados por su ciclo hormonal, el efecto mas probable del mismo en un hombre que ignore su existencia será sencillamente reforzar el aspecto mas importante de su personalidad o el estado de animo en que casualmente se encuentra en aquel momento… Las cosas podrían ser muy distintas si alguien inventara algún aparatito algo parecido para que uno mismo pudiera medir su testosterona sobre todo de algo llamado el síndrome de depresión de la testosterona alto. ¿Quién sabe? La testosterona alta podría ser tan temida como la tensión premenstrual a los hombres guardarían cama cada x semana por miedo a ser una amenaza para si mismos y para el prójimo” (Nicholson, 1987, p. 97)

El fuerte biologicismo de comienzos del siglo marco de manera extraordinaria los conceptos de personas y madures psicológica en diversas teorías como en psicoanálisis la frase freudiana de “La biología es el destino” es suficientemente conocida para el psicoanálisis el desarrollo personal pasa por una serie de frases que permitirán una evolución normal y adecuada a lo largo del ciclo vital. El varón adquirirá un súper yo fuerte al identificarse con el padre. Para las chicas la situación se complica mas ya que debe aceptar en la fase edipica que carece de pene, la niña se sentirá estafada y por tanto (consecuencia lógica) tendera a la envidia de los niños. Los chicos al asumir el rol de padre saldrán de esta experiencia moral y psicológicamente formados pero las chicas irremediablemente saldrán envidiosas, rencorosas y resentidas. Con todo esto, no debe extrañarnos porque para el psicoanálisis la personalidad femenina se caracterice por su pasividad masoquismo y narcisismo.

Karen Homey, discípula de Freud, le devolverá las criticas utilizando sus mismos argumentos al sustituir la envidia al pene de las mujeres, por eso la envidia al útero (poder reproductor de las mujeres) de los varones que se manifestaría sobre todo en su interés patológico por alcanzar el éxito profesional a cualquier coste, mecanismo de sobrecompensación

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