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MENTE Y CUERPO


Enviado por   •  1 de Junio de 2015  •  2.390 Palabras (10 Páginas)  •  193 Visitas

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EL PROBLEMA MENTE- CUERPO

[pág. 27] Olvidémonos del escepticismo y asumamos que

El mundo físico existe, incluyendo tu cuerpo y tu cerebro; y

Pongamos aparte nuestro escepticismo acerca de las otras

Mentes. Asumiré que eres consciente, si asumes que yo lo

Soy. Ahora, ¿cuál podría ser la relación entre la conciencia

Y el cerebro?

Todo el mundo sabe que lo que sucede en la Conciencia depende de lo que le sucede al cuerpo. Si te Golpeas el dedo, te duele. Si cierras los ojos, no puedes ver Lo que está frente a ti. Si muerdes una barra de Hershey, te Sabe a chocolate. Si alguien te golpea la cabeza, pierdes el conocimiento.

La evidencia muestra que para que algo suceda en tu mente o consciencia algo tiene que pasar en tu cerebro. (No sentirías ningún dolor por golpearte un dedo, si los nervios en tu pie y espina no llevaran impulsos [pág. 28] de tu dedo a tu cerebro.) No sabemos qué sucede en tu cerebro cuando piensas “me pregunto si tengo tiempo para que me corten el cabello esta mañana”. Pero estamos bastante seguros de que algo pasa –algo que involucra cambios químicos y eléctricos en los billones de células nerviosas de que está hecho tu cerebro. En algunos casos, sabemos cómo es que la mente afecta al cerebro. Sabemos, por ejemplo, que la estimulación de ciertas células cerebrales cerca de la parte trasera de la cabeza produce experiencias visuales. Y sabemos que cuando te decides a servirte otra pieza de pastel, ciertas otras células cerebrales envían impulsos a los músculos en tu brazo. No sabemos muchos de los detalles, pero es claro que hay relaciones complejas entre lo que sucede en tu mente y los procesos físicos que suceden en tu cerebro. Hasta aquí todo esto pertenece a la ciencia, no a la filosofía.

Pero hay también una pregunta filosófica acerca de la relación entre la mente y el cerebro, y es ésta: ¿es tu mente algo diferente de tu cerebro, aunque conectado a él, o es tu cerebro? ¿Son tus pensamientos, sentimientos, percepciones, sensaciones y deseos cosas que suceden además de todos los procesos físicos en tu cerebro o son ellos mismos algunos de esos procesos? [pág. 29] ¿Qué sucede, por ejemplo, cuando muerdes una barra de chocolate? El chocolate se derrite en tu lengua y causa cambios químicos en tus papilas gustativas; las papilas gustativas envían algunos impulsos eléctricos a lo largo de los nervios que van de tu lengua a tu cerebro y cuando esos impulsos alcanzan el cerebro producen cambios físicos adicionales ahí; finalmente, pruebas el sabor del chocolate. ¿Qué es eso? ¿Podría ser solamente un evento físico en alguna de tus células cerebrales o tiene que ser algo de un tipo completamente diferente? Si un científico quitara la parte superior de tu cráneo y examinara el interior de tu cerebro mientras estuvieras comiendo la barra de chocolate, todo lo que podría ver es una masa gris de neuronas. Si usara instrumentos para medir lo que está pasando dentro, detectaría complicados procesos físicos de diferentes tipos. Pero, ¿encontraría el sabor del chocolate? Parece como si no pudiera encontrarlo en tu cerebro, porque tu experiencia de probar chocolate está encerrada en el interior de tu mente de una manera que la hace inobservable por nadie más –incluso si abre tu cráneo y mira en el interior de tu cerebro. Tus experiencias están en el interior de tu mente con un tipo de interioridad que es diferente de la forma en que tu cerebro está en el interior de tu cabeza. Alguien más puede abrir tu cabeza y ver qué hay dentro, pero [pág. 30] no puede abrir tu mente y mirar dentro de ella –al menos no de la misma manera. No es solamente que el sabor del chocolate es un sabor y, por lo tanto, no puede verse. Imagina que un científico estuviera suficientemente loco para intentar observar tu experiencia de probar chocolate lamiendo tu cerebro mientras comes una barra de chocolate. Antes que nada, tu cerebro probablemente no le sabría cómo chocolate. Pero incluso si así fuera, no habría tenido éxito en meterse en tu mente y observar tu experiencia de probar chocolate. Solamente habría descubierto, de una manera bastante rara, que cuando pruebas chocolate tu cerebro cambia de modo tal que les sabe a chocolate a otras personas. Él tendría su sabor de chocolate y tú tendrías el tuyo. Si lo que sucede en tu experiencia está en el interior de tu mente de una manera en que lo que sucede en tu cerebro no lo está, parece como si tus experiencias y otros estados mentales no pueden ser solamente estados físicos de tu cerebro. Debe haber más de ti que tu cuerpo con su sistema nervioso. Una posible conclusión es que debe haber un alma unida a tu cuerpo de una forma que les permite interactuar. Si eso es verdad, entonces estás hecho de dos cosas muy diferentes: un complejo organismo físico y un alma que es puramente mental. (Esta postura es llamada dualismo por obvias razones.) [pág. 31] Pero mucha gente piensa que creer en un alma está pasado de moda y no es científico. Todo lo demás en el mundo está compuesto de materia física –diferentes combinaciones de los mismos elementos químicos. ¿Por qué nosotros no deberíamos estarlo? Nuestros cuerpos crecen por medio de un complejo proceso físico a partir de una sola célula producida por la conjunción de un óvulo y un espermatozoide en la concepción. Materia ordinaria es agregada gradualmente de una manera en que las células se convierten en un bebé con brazos, piernas, ojos, orejas y un cerebro; es capaz de moverse y sentir y ver y, eventualmente, hablar y pensar. Alguna gente cree que este complejo sistema físico es suficiente por sí mismo para dar origen a la vida mental. ¿Por qué no debería ser así? En cualquier caso, ¿cómo puede un mero argumento filosófico mostrar que no es así? La filosofía no nos puede decir de qué están hechas las estrellas o los diamantes, así que ¿cómo puede decirnos de qué está hecha la gente o de qué no lo está? La creencia de que la gente no consiste sino de materia física y que los estados mentales son estados físicos de sus cerebros es llamada fisicalismo (o algunas veces materialismo). Los fisicalistas no tienen una teoría específica de qué procesos en el cerebro pueden ser identificados como la experiencia de probar chocolate, por ejemplo. Pero creen que los estados mentales son solamente estados del cerebro y que no hay razón filosófica para pensar que no pueden serlo. Los detalles serán descubiertos por la ciencia. La idea es que podríamos descubrir que las experiencias [pág. 32] son realmente procesos cerebrales, justo como hemos descubierto que otras cosas familiares tienen una naturaleza real que no podríamos haber adivinado hasta que fue revelada por la investigación científica. Por ejemplo, resulta que los diamantes están compuestos de carbono, el mismo mineral que compone al carbón: los átomos están solamente organizados de manera diferente. Y el agua, como todos lo sabemos, se compone de hidrógeno y oxígeno, aun cuando esos dos elementos no se parecen en nada al agua cuando son tomados por sí mismos. Así, mientras podría parecer sorprendente que la experiencia de probar chocolate podría no ser más que un complicado evento físico en tu cerebro, no sería tan extraño como un montón de cosas que han sido descubiertas sobre la naturaleza real de objetos ordinarios y procesos. Los científicos han descubierto qué es la luz, cómo crecen las plantas, cómo se mueven los músculos –es sólo una cuestión de tiempo que descubran la naturaleza biológica de la mente. Eso es lo que piensan los fisicalistas. Un dualista replicaría que esas otras cosas son diferentes. Cuando descubrimos la composición del agua, por ejemplo, estamos tratando con algo que está claramente ahí fuera en el mundo físico –algo que todos podemos ver y tocar. Cuando descubrimos que está hecho de átomos de hidrógeno y oxígeno solamente estamos descomponiendo una sustancia física externa en partes físicas más pequeñas. Es una característica esencial [pág. 33] de este tipo de análisis que no estamos dando una descomposición física de cómo el agua parece, se siente y nos sabe a nosotros. Esas cosas suceden en nuestra experiencia interna, no en el agua que estamos descomponiendo en átomos. El análisis químico o físico del agua las deja a un lado. Pero para descubrir que probar chocolate era solamente un proceso cerebral, tendríamos que haber analizado algo mental –no una sustancia física externamente observable, sino una sensación de sabor interna– en términos de partes que son físicas. Y no hay manera de que un gran número de eventos físicos en el cerebro, no importa cuán complicados sean, pudieran ser las partes a partir de las cuales una sensación de sabor se compusiera. Una totalidad física puede ser analizada en partes físicas más pequeñas, pero un proceso mental no puede serlo. Las partes físicas simplemente no pueden ser sumadas hasta una totalidad mental. Hay otra posición posible que es diferente tanto del dualismo como del fisicalismo. El dualismo es la opinión de que consistes de un cuerpo más un alma y que tu vida mental sucede en tu alma. El fisicalismo es la opinión de que tu vida mental consiste de procesos físicos en tu cerebro. Pero otra posibilidad es que tu vida mental suceda en tu cerebro, aunque todas esas experiencias, sentimientos, pensamientos y deseos no son procesos físicos en tu cerebro. Esto significaría que la masa gris de miles de millones de células nerviosas en tu cráneo [pág. 34] no es solamente un objeto físico. El cerebro tiene muchas propiedades físicas –grandes cantidades de actividad química y eléctrica ocurriendo en su interior–, pero también tiene procesos mentales ocurriendo en su interior. La opinión de que el cerebro es un conjunto de consciencia, pero que sus estados no son solamente estados físicos es llamado teoría del doble aspecto. Es llamada así porque quiere decir que cuando muerdes una barra de chocolate éste produce en tu cerebro un estado o proceso con dos aspectos: un aspecto físico que supone varios cambios químicos y eléctricos y un aspecto metal –la experiencia de sabor del chocolate. Cuando este proceso ocurre, un científico que mira al interior de tu cerebro será todo esto? capaz de observar los aspectos físicos, pero tú mismo experimentarás, desde el interior, el aspecto mental: tú tendrás la sensación de saborear el chocolate. Si esto fuera verdad, tu propio cerebro tendría un interior que no podría ser alcanzado por un observador externo, incluso si lo cortara. Se sentiría, o sabría, de una cierta manera para ti tener ese proceso sucediendo en tu mente. Podríamos expresar esta opinión diciendo que tú no eres un cuerpo más un alma –que eres solamente un cuerpo, pero que tu cuerpo, o al menos tu cerebro, no es solamente un sistema físico. Es un objeto tanto con aspectos físicos como mentales: puede ser diseccionado, pero también tiene el tipo de interior que no puede ser expuesto por disección. Hay [pág. 35] algo que, desde el interior, es como probar chocolate porque hay algo que, desde el interior, es como tener tu cerebro en la condición que se produce cuando comes una barra de chocolate. Los fisicalistas creen que no existe nada, sino el mundo físico que puede ser estudiado por medio de la ciencia: el mundo de la realidad objetiva. Pero, entonces, tienen que encontrar lugar de alguna manera para los sentimientos, deseos, pensamientos y experiencias –para mí y para ti– en un mundo así. Una teoría ofrecida en defensa del fisicalismo es que la naturaleza mental de tus estados mentales consiste en sus relaciones con las cosas que las causan y que ellas causan. Por ejemplo, cuando te aplastas un dedo y sientes dolor, el dolor es algo que sucede en tu mente. Pero que sea doloroso no es sólo la suma de sus características físicas y tampoco es alguna propiedad misteriosa no física. Más bien, lo que lo hace un dolor es que es el tipo de estado de tu cerebro que usualmente es causado por una lesión y que usualmente te causa gritar, saltar en derredor y evitar la cosa que causa la lesión. Y eso puede ser un estado puramente físico de tu cerebro. Pero eso no parece ser suficiente para hacer que algo sea un dolor. Es verdad que los dolores son causados por lesiones y que, de hecho, ellas te hacen saltar y gritar. Pero también se sienten de cierta manera y eso parece ser diferente de todas sus relaciones con [pág. 36] causas y efectos, así como a todas las propiedades físicas que pudieran tener –si de hecho son eventos en tu cerebro. Yo creo que este aspecto interno del dolor y otras experiencias conscientes no puede ser adecuadamente analizado en términos de ningún sistema de relaciones causales de estímulos físicos y comportamiento, no importa cuán complicado sea. Parece que hay dos tipos muy diferentes de cosas en el mundo: las cosas que pertenecen a la realidad física, la cual mucha gente puede observar desde el exterior, y esas otras cosas que pertenecen a la realidad mental, las cuales [37] cada uno de nosotros experimenta desde el interior en su propio caso. Esto no es verdad sólo de seres humanos: perros, gatos, caballos y aves parece que son conscientes; y los peces, las hormigas y los escarabajos probablemente también lo son. ¿Quién sabe dónde se detiene esto? No tendremos una concepción general adecuada del mundo hasta que podamos explicar cómo, cuando muchos elementos físicos son puestos juntos de la manera correcta, forman no sólo un organismo funcional biológico, sino un ser consciente. Si la consciencia misma pudiera ser identificada con algún tipo de estado físico, se abriría el camino para una teoría unificada de la mente y el cuerpo y, quizá por lo tanto, para una teoría física unificada del universo. Pero las razones en contra de una teoría puramente física de la conciencia son suficientemente fuertes para hacer parecer que la probabilidad de una teoría [pág. 37] de la totalidad de la realidad es imposible. La ciencia física ha progresado dejando a la mente fuera de lo que intenta explicar, pero quizá haya más en el mundo de lo que puede ser entendida por la ciencia física.

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