Las Primeras Ciudades

Las primeras ciudades.

En el milenio IV a.C habitantes de Mesopotamia empiezan a agruparse en núcleosque pronto darán lugar al nacimiento de las primeras ciudades. Esa incipiente cultura urbana traerá consigo un cambio radical en la organización social y económica de la humanidad. Dónde, cuándo, cómo y por qué aparecieron las primeras ciudades? Éstas son algunas de las principales preguntas que durante décadas se han estado formulando los arqueólogos que estudian el inicio de la civilización. Superanco el idealista y romántico própósito de querer hallar la <<primera ciudad>>, la investigación arqueológica ha proporcionado suficientes pistas para poder responder a esas preguntas. Lo más importante es tener en cuenta que no se trata de una aparición repentina, ni en un único lugar, ni por una determinada característica diferencial ¿, sino que es el resultado de una evolución que se extiende a lo largo de siete mil años, que se da en gran parte de la geografía del Próximo Oriente y que responde a una pluralidad de factores que, en su conjunto, transformaron completamente el estilo de vida de los grupos humanos y marcaron el desarrolo de la humanidad haciéndola entrar en una nueva era, la de las sociedades urbanas. El inicio de esta decisiva transformación hay que situarlo hacia el 10.000 a.C apartir de la llamada <<revolución neolítica>> la época en que se iniciaron las primeras modificaciones verdaderamente importantes en la organización social y económica de los grupos humanos. Una vez puesta en marcha ya no se detuvo, generando una serie de reacciones en cadena que condujo a la aparición de las primeras ciudades en el sur de Mesopotamia -la tierra situada entre los ríos Tigris y Éufrates- a finales del IV milenio a.C.

1 Parte

Un poder centralizado.

Es muy difícil condensar en unos pocos aspectos los múltiples factores que intervinieron en esta revolución, pero podemos enumerar algunos de sus rasgos más importantes. En primer lugar, el cambio que supuso la adópción de la agricultura y la ganadería como base económica de la sociedad. Ello comportó un aumento de población que trajo con sigo un cambio en la organización del espacio donde se asentaban las comunidades humanas, iniciándose la paulatina aparición del urbanismo. Por otro lado, los excedentes de producción suponían un primer signo de riqueza que se tradujo en una primera, aunque débil, estratificación de la sociedad. Finalmente, la posibilidad de que no todo el mundo hubiera de trabajar en la producción de alimento, así como las novedades técnicas que iban surrgiendo, exigían una mayor especialización laboral.

La complejidad de este proceso hizo necesaria la aparición de un poder centralizado capaz de dirigir al resto de la sociedad, más allá de los cabeza de familia y los ancianos que habían ejercido la autoridad hasta entonces.

Así estaban las cosas a finales del IV milenio a.C.; elpaso decisivo, la culminación de todos los avances anteriores, se vivió en el sur de Mesopotamia a lo largo de una etapa que los arqueólogos han definido como el período de Uruk (que toma su nombre de una de las primeras ciudades), comprendio entre el 3750 y 3150 a.C. Desde finales del período anterior (Ubaid, 5000-3750 a.C.) se había dado un aumento del número de asentamientos de la población al norte de la Baja Mesopotamia (el sur del actual Irak), mientras que en el sur de esta zona en los núcleos de población eran menores en número y tenían un carácter más disperso.

Un cambio climático ocurrido a lo largo de este período provocó que buena parte de los afluentes de los grandes ríos se secara y que el cauce de otros se desplazara hacia el oeste. El cambio afectó sobre todo al norte de la Baja Mesopotamia, llevando al abandono de muchos de aquellos centros y a la concentración de la población en torno a los cursos de agua aún existentes en el sur, una zona de marismas y pantanos formada por el retroceso de la línea de costa del golfo Pérsico, que posibilitó la formación de una red de canales y una extensiva agricultura de regadío. Muchas de las gentes del norte se asentaron aquí, aumentando así considerablemente el tamaño y la población de los asentamientos sureños, tal y como se advierte en Uruk, que llego a alcanzar las 100 hectáreas de superficie y a albergas a unas 10.000 personas.

Esto obligó a idear la forma de obtener mayor rendimiento de la producción para alimentar a la nueva población. Una de las soluciones fué la ampliación de una red de canales para irrigar zonas más extensas, y otra, la invención de un nuevo aparejo agrícola, el arado de sembradera, más rápido que la azada y capaz de producir más. A la aparición del arado se añadieron unas cuantas innovaciones tecnológicas más, como el torno de alfarero, la rueda, la vela y un incremento a nivel industrial de la producción cerámica y metalúrgica.

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