Lectura por placer o deber

Introducción

En el siguiente informe de lectura se pretende como primer objetivo general definir a la lectura. La misma, puede ser entendida como la interpretación mental de los signos de un escrito, es decir, de sus títulos, su lenguaje, su época, sus figuras retóricas, su estructura, entre otros. También se la puede comprender como una acción intelectual que realizan algunas personas por un periodo de tiempo determinado. Se inicia desde el momento en el que se aprende a hablar y culmina a causa de la muerte o el deterioro de la salud física, psíquica y mental. Además, como segundo objetivo general se propone comparar los diferentes tipos de lecturas.

Por otra parte, son muchos quienes afirman que en la actualidad la lectura ha pasado de moda o bien ha quedado en un segundo lugar, que el gusto por la lectura ha desaparecido, y que éste hábito ha sido reemplazado por la televisión, el Internet, los videojuegos, entre otras actividades que resultan ser más placenteras que dedicarle tiempo a la lectura, pero ¿esto sucede realmente? Para despejar esta duda, como primer objetivo específico se va a mencionar una diarquía que se encuentra presente en la actualidad, que es precisamente entre la lectura en papel y la lectura en pantallas.

Si bien, esta diarquía existente en el mundo de la lectura es muy importante y a su vez condicionante, no es el único factor que condiciona esta acción. Otro aspecto que se debe tener en cuenta y que se buscará determinar en este trabajo es la motivación, es decir, para qué o por qué se lee. En otras palabras, cuáles son los intereses u obligaciones que llevan a las personas a elegir determinados cánones de lecturas. Como para cada uno de ellas estos factores difieren mucho, se procurará, como último objetivo específico, distinguir la lectura que realizan por placer de aquella que efectúan por deber.

Desarrollo

Para algunos seres humanos la lectura es un hábito de la vida cotidiana, porque no necesariamente consiste en el acto de leer un libro o un texto, sino que la utilizan en todos los lugares, ya sea en las lecturas de avisos, pequeños párrafos, carteles, emojis, entre otros tantos signos que permiten comprender las ideas e informaciones almacenadas.

Pero, ¿qué es la lectura? De acuerdo con el Diccionario de la Real Academia Española (RAE), la Lectura es la “Acción de leer”. Esta afirmación remite a otro concepto que es el de leer, palabra que se define de la siguiente manera: “Entender o interpretar un texto de determinado modo” (Real Academia Española, 2001, S/D). Por este motivo, la lectura de algunos textos literarios constituye, para algunas personas, una de las actividades más difíciles y a la vez encantadoras que se puede realizar, porque saber leer es interpretar la palabra, aprisionar esa entidad que se halla en ella.

La lectura enriquece a las personas y contribuye en la formación de valores como el amor, la tolerancia, la libertad y la justicia. Al mismo tiempo, sirve para despertar y ejercitar sentimientos de solidaridad desarrollando una sensibilidad social como ser empático con los demás, es decir, ponerse en el lugar del otro. Esto quiere decir, que la lectura transforma a las personas, los vuelve más humanos, más solidarios, comprensivos, porque “Como [lectores] todos hemos tenido la experiencia de llegar a una nueva perspectiva al mirar las cosas de un nuevo modo como resultado de haber leído” (Carlino, Paula, 2010, pág.2).

A través de la lectura, los seres humanos tendrán las herramientas necesarias para colocarse en la piel de los demás ya que, la lectura representa otros mundos, otras situaciones y otras formas de vidas. Cabe aclarar que no todas las lecturas generan estos sentimientos en las personas, y esto se debe a que en algunas de ellas producen un efecto contrario.

Es por ello que ser docente en la actualidad no es una tarea sencilla, y esto se debe a que es el docente el responsable de formar sujetos críticos, reflexivos y activos. Es él quien contribuye en el diseño de la vida del estudiante y lo ayuda en su proceso de superación como futuro ciudadano contribuyente a la sociedad.

Es por esta razón, que no basta con enseñar a leer, a escribir, exigir una bonita caligrafía y una cuidada ortografía. Es necesario otorgarle a cada accionar y en especial al de la lectura, un significado más amplio y profundo para evitar decir que “Los alumnos no leen, no comprenden lo que leen, no se interesan por nada” (Carlino, Paula, 2009, Pág.26). Para no emitir estos supuestos, el docente debe permitir que el estudiante lea textos de su interés y que realice los siguientes tipos de lecturas;

• La lectura superficial; en este tipo de lectura se “barre” el texto para saber de qué se está hablando. Es una lectura más bien superficial que pretende captar la idea general y no los detalles.

• Lectura comprensiva; el lector procura entender todo el contenido. Se practica de manera lenta, de modo que permitan abordaje profundo

• La lectura selectiva la realiza la persona que está buscando datos específicos, por eso también se la denomina lectura de búsqueda

A través de estos tipos de lecturas, los estudiantes podrán disfrutar de una lectura satisfactoria, porque a través de ellos se adquieren múltiples beneficios como por ejemplo; ampliar conocimientos, viajar en el tiempo, conocer otras vidas, otros ambientes y costumbres.

Además, Según Carlino, Paula, (2010) si los docentes acompañan las formas de lecturas que esperan de los alumnos, estos cambios didácticos contribuirán a que los estudiantes adopten roles más activos que los llevarán a aprendizajes más profundos y duraderos.

Por otra parte, en la actualidad existen las redes sociales, y algunos niños, adolescentes, jóvenes e incluso los adultos, se manejan y comunican por medio de ellas y esto se debe a que estas aplicaciones permiten, entre otras oportunidades, hablar, escribir, leer, realizar video llamadas y permanecer en contacto con los demás sin moverse del sitio de confort.

Estos impactos que producen las nuevas tecnologías en las vidas de las personas son inevitables, todo se digitaliza y por esta razón, los formatos en los que se lee cambiaron. Pero esto no quiere decir que se lea menos o que se haya dejado de leer. Al contrario, es posible afirmar que se lee igual o incluso más que antes y esto se debe a que a través de la aplicación WhatsApp por ejemplo, se realiza una lectura más compleja, ya que, con ella surgieron los famosos emojis, signos que pueden tener un sinfín de interpretaciones para cada sujeto dependiendo su tipo de lectura.

Siguiendo con esta postura, se podría afirmar que se vive en un mundo dominado por el “ahora”, lo rápido y lo inmediato, es por este

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