Los 19 Principios básicos de la recreacion

Los 19 Principios Básicos de la Recreación

Los 19 principios de la recreación, emitidos por la “National Recreation Association” de U.S.A. y la toma de acción del profesor sobre cada uno de ellos.

De acuerdo a la época en que fueron preparados estos principios, se nota que algunas apreciaciones y cifras no concuerdan con el momento actual. Pero su sentido abarca todas las esferas elementales de recreo y constituye una buena base.

En nuestro enfoque, analizaremos uno a uno estos principios para observar cuál será la forma de acción directa del profesor, maestro o docente para su cumplimiento:

1. Todo niño necesita tomar parte en juegos y actividades que favorezcan su desarrollo, y que han causado placer a través de las edades históricas: trepar, correr, nadar, rodar, bailar, patinar, jugar con la pelota, cantar, ejecutar instrumentos musicales, realizan cosas con sus propias manos, trabajar y jugar con palos, piedras, arena y agua, construir, modelar, criar animales domésticos, jardinería, y la naturaleza, hacer experimentos científicos sencillos, participar en juegos por equipos, realizar actividades en grupos, tener aventuras y expresar su espíritu de camaradería, siendo camarada de empresas con otros.

2. Todo niño necesita descubrir que actividades le brindan satisfacción personal, debe ser ayudado a que adquiera, las habilidades esenciales en ellas, algunas deben ser de tal naturaleza, que puedan practicarlas en su vida adulta. En este aspecto aparecen tres aspectos notorios: en primera instancia, la necesidad de elección o inclinación a determinados intereses. Luego, una vez detectada la inclinación, de brindar técnicamente los procesos que doten al niño de mayores satisfacciones elegidas en el medio elegido y por último, la posibilidad que en la elección, algunas de las actividades puedan constituirse no sólo en “hobby” del futuro adulto y en una futura profesión.

 Los profesores de educación  física debemos procurar:

a.        No parcializar nuestras programaciones hacia determinados esquemas muy limitados que impidan la citada elección, es decir, abrir la gama de posibles gustos, sobre la base del experimento de muchas actividades.

b.        Analizar en cada niño sus inclinaciones y brindarle las posibilidades constantes de progreso técnico, que redundarán en mayores satisfacciones. Por ejemplo, al niño que gustó del básquetbol, mejorarle progresivamente su técnica de lanzamiento; al que gustó de la naturaleza, llevarlo a profundizar en las formas técnicas de coleccionismos de herbarios, insectos; o cuales fueren sus gustos, o perfeccionar sus técnicas de campismo, etc.

c.        Dar impulso a aquellas actividades de placenteramente. Decimos que dispondrá más felizmente el ocio aquel que posee mayor cantidad de gustos. Y en este caso tenemos por vía el cauce para esa orientación.

3. Toda persona necesita poseer ciertas formas de recreo que ocupen poco espacio y puedan cumplirse en pequeñas  fracciones de tiempo.

Un traslado en medios de transporte; una esfera en la antesala de un médico; un intervalo en alguna actividad cualquiera, que no permita un desplazamiento para actividades mayores, nos pone muchas veces en la necesidad de recurrir a formas recreacionales menores. En este caso se impone como elemento principal, la lectura, formas de composición escrita y formas elementales de juegos.

El docente puede aquí dar base a la captación de estas forma en sus educandos, ya sea por medio de comentarios orientado, o más directamente por la enseñanza y práctica de algunas formas de composición poética, de canciones o simplemente juego individuales o de parejas llamados “juegos escritos y de ingenio”.

4. Toda persona necesita conocer bien cierto número de juegos de interior y de aire libre, que le resultan tan agradables que nunca haya algún momento en que no sepa que hacer.

Las reuniones sociales pecan, a veces, por la falta de matriz  adecuado. Y los encontramos ante monótonos “bailes” o “fiestas” en que la falta de un “muchacho macanudo” (valga la expresión popular) anula las posibilidades de éxitos compartidos. Sí mucho (... o ¡todos!) conociéramos numerosos juegos, tal vez la reunión social recreativa permitiría la alternancia de acciones felices que brindarían el éxito total. Y esto tiene vigencia también en los tradicionales “pic-nics” o salidas de fin de semana.

Es obligación del profesor incluir en sus programas de actividades regulares, algunos juegos simples de interior y de aire libre que puedan ser vivenciados, gustados y cabalmente interpretado para los jóvenes con el fin descrito.

5. Toda persona debe de ser ayudada a adquirir el habito de hallar placer en la lectura.

 No creo necesario detenernos a analizar los valores de la buena lectura. Se hace evidente que muchos no adquieren el hábito por falta de “experimentación”. El hogar sin libros no evitará a sus niños la lectura. La biblioteca profusa, sí. En algunos casos el problema es de falta de selección.

Nos corresponde aquí actuar de la única manera directa. En colonias de vacaciones, en campamentos, clubes escolares o  colegiales, giras o viajes con delegaciones deportivas, debemos poner el libro seleccionado en las manos de nuestros conducidos, ello permitirá el acceso elemental, que en muchos casos abrirá puertas a un nuevo interés. Experiencias personales efectuadas con jugadores profesionales de fútbol, han demostrado el sentido positivo del proceso.

 Del mismo modo, la misma circunstancia ejercitada en la hora del descanso de las vacaciones, ha demostrado éxito.

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