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Los Medios De Comunicación Y La Globalización

chapisedith21 de Agosto de 2012

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Los medios de comunicación y la globalización

Cuando hablamos de globalización, se piensa en un conjunto de relaciones económicas, políticas y sociales que han modificado sustancialmente a la estructura mundial.

Donde más claramente se nota estos cambios son en los medios masivos de imformacion, a partir de los avances tecnológicos y de las modificaciones políticas y económicas operadas en el nivel mundial.

La globalización en lo comunicacional se revela como una tendencia hacia el establecimiento de una cultura global.

Mensajes masivos, uniformes, estandarizados son recibidos en el mismo momento por personas diferentes, en distintos lugares del mundo. Esto provoca que la función originaria de la comunicación social, la de transmitir los mensajes generados por miembros de una comunidad, se pervierta. Hoy los mensajes son generados y manipulados en un lugar lejano, por personas ajenas y con intereses ajenos a la comunidad que los recibe. Esto se evidencia aún más en los países periféricos, como es el caso de Argentina.

Se está produciendo un vertiginoso proceso de centralización y monopolización de los medios de comunicación, han pasado de tener un rol estratégico, convirtiéndose en el área a la que apuntan las mayores inversiones económicas.

Para resguardar nuestra identidad social y cultural dentro de un mundo globalizado, es necesario utilizar los avances tecnológicos, de acuerdo a nuestros propios intereses. Otro tema ligado a éste, es la creciente influencia de los medio en la sociedad, en la política y en las instituciones.

Los medios están cumpliendo funciones que deberían ejercer las instituciones. Las crisis de las representaciones políticas y sociales, el repliegue del Estado, han llevado a que la gente encuentre en ellos un canal válido para expresar sus inquietudes y necesidades. Esto se puede comprobar en la aparición de numerosos programas que se encargan de “escuchar” y “ayudar” a las personas, como ser “Causa Común”, “Hablemos Claro”, etc.

Muchas veces es a través de los medios, que se instalan los temas de la agenda política, pero estos surgen, a veces, desde el poder, otras de la comunidad que recurren a ellos para realizar sus reclamos y otras, incluso, surgen de los propios medios por motivos empresariales.

El circuito mediático está formado por las empresas, los medios y el público. Las empresas generan mensajes, pero reciben presiones del poder económico y del poder político; el público recibe esos mensajes ya manipulados, pero genera, al mismo tiempo, demandas a través del consumo. Y, por último, los medios a través de los cuales se transmiten estos mensajes tampoco son neutros.

Es notorio que existe un proceso de monopolización, mediante el cual grandes empresas están absorbiendo a los pequeños medios. Los medios masivos de comunicación tienen cada vez mayor poder y tienen una influencia creciente en la vida política nacional.

Los grandes grupos monopólicos tienden a sustituir el diálogo social, uniforman, diluyen y lesionan la identidad, al no respetar las diversidades. Sin duda el principal problema que plantea la globalización se relaciona directamente con los monopolios y los oligopolios informáticos.

Por un lado la concentración mediática provoca una merma en las programaciones locales, en detrimentos de la difusión de la cultura y las tradiciones de cada comunidad. Por otro lado, el avance de la centralización ha puesto en riesgo numerosas fuentes de trabajo del personal de los medios de esas poblaciones.

Los medios masivos de comunicación, son parte constitutiva de la vida política y su influencia crece junto a la vida democrática; es por ello que se necesita una legislación con normas claras, para no dejar a los medios a los avatares de las reglas del mercado. El resultado del proceso de centralización y concentración monopólica ha dejado reducidos a dos corporaciones como únicos propietarios de la mayoría de las empresas que operan los medios de comunicación masivos. La opinión pública, la vida democrática, depende de la mediación que realizan estas corporaciones en el procesamiento de la reproducción de la información y los valores culturales de la sociedad

Los medios de comunicación en tiempos de globalización

Mónica Alvarez, del IRW*, en Red Voltaire

Miércoles 17 de noviembre de 2004, por ediciones simbioticas

Cuando se habla de globalización, se piensa en primer lugar en términos económicos y financieros, en políticas de vaciamiento y desplazamiento de industrias así como de las consecuencias lógicas que acarrea este proceso. Poco se piensa en otros factores que también conforman ese ámbito y que coadyuvan la inserción de esas ideas en la sociedad logrando una resistencia menor o nula a los cambios.

La prensa oral y escrita, el cine, la televisión, y el último invento, internet, sin olvidarnos de las empresas de publicidad y mercado, son los factores más importantes para la dominación. Se utilizaron y se utilizan para apoyar el ejercicio del poder de los grandes grupos antaño políticos y hoy económicos.

En los años 70 Armand Mattelart y Ariel Dorfman escriben "Para leer al Pato Donald". Este libro fue concebido por sus autores como un manual de descolonización; marca como aquello que es aceptado como "entretenimiento infantil sano" por toda la sociedad está en realidad trasvasando formas de ser de una sociedad a otra directamente a los cimientos de la misma: niños y jóvenes. De esta manera se generan pautas conductuales naturales en la sociedad receptora, ajenas a la misma, que responden a necesidades concretas de la sociedad emisora.

El cuarto poder

Haciendo un poco de historia vemos que quien maneja las ideas de una sociedad es quien determina el curso de la misma. Desde ideólogos como San Agustín para el cristianismo, pasando por Goebbels de la Alemania nazi hasta los Terminator en sus diferentes versiones, van induciendo a pensar de una determinada manera que pasa a ser considerada como deseada y aspirada de forma tal, que aquellos individuos que se oponen a la conducta generada por este patrón, son considerados como inadaptados; de allí, a peligrosos, hay tan sólo un leve matiz.

En su conferencia en Buenos Aires sobre "La estructura de dominación hoy y los límites de la democracia", el pensador esloveno Slavoj Zizek demuestra como funciona la estructura de dominación en las sociedades "permisivas" posmodernas contemporáneas y su influencia en la llamada democracia.

La clave está en la permisibidad y no en el silencio como se podría suponer; éste último haría sospechar que algo se oculta. De otra forma, exponiendo la opinión del adversario en primer lugar, lo que se recuerda es la aseveración que se marca al final, ya sea como información o como cuestionamiento.

Los medios de comunicación, la prensa oral y escrita, cumplen la función básica y efímera de describir la realidad social. De esta manera los ciudadanos están informados en forma objetiva y rápida del acontecer nacional e internacional que afecta sus vidas. Su acción es eficaz e inmediata al entrar el individuo en una interacción de ideas y a la apelación que el medio hace a sus sentidos.

Es interesante notar que lo efímero y la objetividad juegan con la otra función de los medios que es la de atraer e influenciar la opinión individual y colectiva aún cuando ello signifique dejar de lado la veracidad. Lo efímero se actualiza a través de matices o ampliando la información en días sucesivos. Para quienes tienen acceso al cable, las cadenas informativas bombardean con la misma noticia para influenciar simultáneamente determinada opinión en los rincones más diversos.

La objetividad es parcial ya que está condicionada por la línea de un grupo o del propio periodista. Las noticias que nos llegan ya sea por el medio escrito, oral o visual no presentan el hecho ocurrido sino que lo modifican/alteran para cumplir con un determinado objetivo, el político, no siempre claro para el receptor. Para ello apela a la sensibilidad del mismo.

Adoctrinamiento

La industria de Hollywood ha servido el "estilo de vida" norteamericano con valores universales como la libertad del ser humano, de los países, la posibilidad de riqueza y la disposición del norteamericano en acudir rápidamente en ayuda del necesitado/oprimido.

De esta forma se obtienen dos cosas: la apetencia por estos valores y la defensa de los mismos. En el inconsciente de la sociedad, esa defensa está íntimamente ligada a la idea de que es el yanqui el único que puede llevarla a cabo.

Mediante la presentación reiterada de situaciones tipo, se generan en nuestro inconsciente aseveraciones estereotipadas. Por ejemplo: el héroe de la película, si ha sido un rebelde social, muere al finalizar la misma; esto es válido para Humphrey Bogart como para Arnold Schwarzenegger. Los malos de la historia han ido evolucionando a través de los tiempos según las necesidades; primero fueron los indios, luego los mexicanos; más tarde los mafiosos (léase italianos e irlandeses).

En la esfera ideológica evolucionaron de los nazis alemanes y fascistas italianos a los japoneses; pasaron por Vietnam, manteniendo los soviéticos su papel estelar hasta el desmantelamiento la de URSS. Más tarde le llegó el turno a los colombianos y ahora a los árabes en general con claras alusiones a las conexiones con Al Qaeda.

En todos los casos aparece un norteamericano o varios que ayudan a los desvalidos locales a luchar contra los indeseables. De esta manera se marca la necesidad de dependencia del mundo de los aportes

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