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Los poderes del Mediador Asociativo.


Enviado por   •  28 de Junio de 2016  •  Documentos de Investigación  •  2.484 Palabras (10 Páginas)  •  194 Visitas

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Capitulo 11.-  Los poderes del Mediador Asociativo.

El poder es la acción de potencializar, los poderes asociativos son para el mediador, el estandarte de su humana condición y la posibilidad de trascender a los demás como a sí mismo. El pensar pacíficamente provoca emociones pacificas.

El mundo en que vivimos es un sistema inteligente en el que cada parte en movimiento está coordinada por otra parte en movimiento, el poder de los poderes asociativos, está definido por elementos fundamentales ligados a la cualidades esenciales, empoderarse provoca una fuerza vital de empoderamiento.

47. El poder del lenguaje.

El lenguaje es un mapa, cada persona desarrolla un mapa lingüístico único,  la medida del poder del lenguaje es la medida de la capacidad de influir sobre uno mismo o sobre los demás de una manera constructiva o poco constructivas, los diferentes mapas del lenguaje incluyen el mapa verbal y el mapa corporal o no verbal.

Cada persona puede ser consciente de lo que dice, pero no de cómo lo dice, el lenguaje supone congruencia, autenticidad, sinceridad, ética, valores, proyectos y metas importantes, todo ello genera un poder que nos permite  reconocimiento y nos hace sentir bien, el lenguaje expone características profundas y universales de nuestros pensamientos y sentimientos que no se pueden equiparar con las propias palabras.

48. El poder del Dialogo.

Dialogar representa la fortaleza comunicativa de aspectos con el cual dos personas comparan, evalúan y equilibran sus ideas, ya que habilita las formas para transmitir uno con el otro o consigo mismo el significado de las ideas que han transitado por los sentimientos. Le da voz a lo que se piensa, se escucha y se ve, le inyecta vida a las expectativas y produce algo nuevo e interesante. Se desarrollo una relación más profunda y satisfactoria y quienes dialogan a través de su poder, se sienten mejor consigo mismas y con los demás.

El dialogo es un instrumento de cohesión humana, la razón se expresa a través del poder de la palabra y las diferencias son superadas desde la escucha y la comprensión respetuosa entre los dialogantes.

Con el nace la compresión y el entendimiento de razones y motivos como testigo del parte de la tolerancia, dialogar es el puente que une, es escuchar sin juzgar, es incluir, es prestar atención.

49. Poder de la Tolerancia.

Tolerancia significa aceptar y respetar la diversidad, es además una actitud de consideración, aceptación y disposición a admitir en los demás una forma de ser y hacer distinta a la propia. El poder de la tolerancia nos hace tomar conciencia de la existencia del pluralismo.

Ejercer este poder nos permite aceptar al opuesto. Tolerar es ejercer el poder de trabajar conjuntamente con el que es o con el que piensa distinto, valorándonos bajo los mismos parámetros que al prójimo, enfatizando los aciertos y superando carencias en aras del bien común

La tolerancia entendida como respeto y consideración hacia la diferencia, o como una actitud de aceptación del legitimo pluralismo, es a todas luces un poder de enorme importancia; es asimismo una condición necesaria para la paz, por lo que es requisito indispensable de una cultura para la paz, misma que debe iniciar en aquellos que tenemos ante nosotros la enorme responsabilidad y compromiso de vivir y convivir con congruencia.

50. El poder de la Resiliencia.

Este poder desarrolla la capacidad humana de superar las adversidades que inciden en el desarrollo vital de cada persona, permitiendo construir una vida sana a pesar de ellas.

El poder de la resiliencia nos ennoblece y capacita frente a la adversidad para autoproteger la integridad emocional superando las crisis, el dolor o situaciones limítrofes ante las cuales la naturaleza humana se resiste a sucumbir.

La resiliencia es una actitud de autocuidado que incluye a quienes llevan en si las huellas imborrables de una o más experiencias adversas que parecen hundirlos en terribles e impensables angustias, pero que aferrados al poder resiliente, reencuentran una tendencia, un camino a la salud emocional para continuar con su desarrollo y salir fortalecidos. Radica pues, en la actitud positiva de observar apreciativamente la realidad, actitud que nos lleva a recorrer y a recuperar el camino.

La flexibilidad  y la adaptación nos provocan confiar en nuestras propias respuestas con la certeza de que lo hagamos, tendrá resultados positivos y de bienestar, entender que hay algo positivo en la vida y que somos capaces de dar coherencia y orientación a la misma, es el reto. No es una respuesta inmediata a la adversidad, más que resistir, es aprender a vivir.

51. Poder de la Bondad

No tenemos que hacer nada para ser bondadosos, ya que nuestra propia naturaleza es bondadosa. Basta con tomar conciencia de ello y asumir el poder que nos confiere.

El poder de la bondad nos pone en contacto con nosotros mismos  y hace centrar la atención en el bienestar de los demás. Todos estamos vinculados unos con otros a través del fino hilo de humanidad. Asumir el poder de lo bondad es adoptar una posición y un lugar en la vida; este es el principio del Ser.

La bondad es serenidad que desde el interior del ser cultiva el aprecio y la compasión, cuanto más nos ocupamos por el bienestar de los demás, mayor es nuestra sensación de bienestar. Cultivar un sentimiento íntimo y afectivo por lo demás aporta automáticamente paz a nuestra existencia.

La bondad es el medio libertario de la opresión, el poder de la bondad favorece nuestros intereses, descubre nuestra ansiada libertad y permite potencializar el nivel más sensible de felicidad.

52. Poder de la Paz

La paz está siendo reconocido como el sine que non de la supervivencia. Desde los albores de la historia las guerras son una justificación para resolver conflictos.

Unos no puede desear la paz y creer que la violencia es el camino o una vía de acceso directo a la paz, tampoco se puede esperar que sabotear o escapar de la ley evite la causa y el efecto.

Las causas y efectos que de manera inexorable y estrechamente interconectadas a la ley del universo demuestran la manera en que se conectan causas y efectos en cualquier ámbito y en consonancia con las causas y efectos de todos los otros ámbitos, científicamente no se puede rechazar o ignorar la relación entre causa y efecto.

Partiendo de las siguientes premisas:

  • La violencia conduce a la aniquilación, no la reconciliación, la violencia no puede conducir a un mundo sin violencia.
  • El odio es la antítesis de la reconciliación. Solo el amor puede dar lugar a la reconciliación.

Nos encontramos con la esperanza posible en cuanto a que:

  • Hablar de paz es reflexionar sobre nuestros temores, de aquellos que surgen, de haber empezado a ver las consecuencias de nuestras propias acciones.
  • Solo la lógica y el amor puede dar lugar a la transformación y a la reconciliación espiritual, no el uso despiadado de la fuerza física o el odio.
  • La paz no puede apoyarse en la violencia y la violencia no puede conducir a la paz.
  • Una cultura que conduce a la paz ha de sentar las bases de la reconciliación que son las bases en la que la paz se puede construir y edificar.
  • El ser humano debe asumir su poder natural no solo para corregir, sino para evitar conflictos. Descubrir el poder natural del ser humanamente pacifico abre como el mundo de posibilidades para la coexistencia pacífica.

El poder de la paz se parece a la capacidad potencial de lograr la paz, una vez que lleguemos a la intima conclusión de que hoy es el mejor momento para actuar; habremos dado el primer paso para empoderarnos de la capacidad potencializadora de pacificar, en cada palabra, en cada hecho, tenemos el poder de la paz, el poder de la paz, es el poder para la paz.

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