MANIPULACIÓN DE LOS HIJOS EN UNA CRISIS FAMILIAR

PERSONAS Y FAMILIA

DRA. ROSANGELA MURCIO

DERECHO XO

AGOSTO 2019

PROYECTO INTEGRADOR PARTE I , II, III

GARCÍA GARCÍA ALFONSO NORBERTO.

MANIPULACIÓN DE LOS HIJOS EN UNA CRISIS FAMILIAR

INDICE: I.-  Introducción. II.-  Crisis Familiar. III.- Tipos de Crisis Familiar. IV.-  Manipulación de los Niños. V.- Manipulación de los Niños en el Divorcio. VI.- Caso Práctico. VII. Derecho de Convivencia.  VIII- Código de Procedimientos Civiles del estado de Nuevo León. IX. Código Civil Federal. X. Regulación

1. INTRODUCIÓN.

A la familia se le considera como el eje rector o principal de la Sociedad, nuestra Constitución Política en el Artículo número 4,  la protege  salvaguardando su  organización y su desarrollo. También es reconocido como un Derecho Humano en el Articulo 17, de Protección a la Familia   de la Convención Americana sobre Derechos Humanos y el Artículo no. 23 del Pacto Internacional de Derechos Civiles.

La protección y salvaguarda implica favorecer de manera amplia el desarrollo y fortaleza del núcleo familiar, para proporcionar seguridad afectiva y económica a los que la integran, mostrando las normas para  que tengan una efectiva  o correcta interacción social.

De acuerdo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el niño desde su nacimiento obtiene un vinculo con sus padres, quienes tienen la obligación de otorgar  un entorno seguro. En caso de que la relación de los progenitores se rompa se asegurará la igualdad de derechos, la correcta equivalencia de sus responsabilidades y la protección necesaria.

Una crisis familiar tiene un impacto negativo en el estado funcional de los padres e hijos, en donde es importante cuidar y salvaguardar el interés  superior del niño.

1. CRISIS FAMILIAR.

Desde su constitución, la familia se va desarrollando, creciendo y madurando, a través de cambios y situaciones biológicos, psicológicos, económicos y sociales, algunas  veces drásticos y críticos que en ocasiones no logran superarse, originando una crisis que afecta el estado funcional. En donde la inestabilidad empieza a imperar en sus miembros y si no logran reconocer y validar los problemas potenciales que los están afectando, se ocasiona una ruptura familiar.

1. TIPOS DE CRISIS FAMILIARES

Las crisis familiares son situaciones que implican des-estructuración y re-estructuración de todo el sistema familiar, y que pueden ser producidas por factores intrafamiliares o externos a la familia, y en caso de no superarse, conllevan a la separación o divorcio de los cónyuges, teniendo  un impacto profundo y duradero en las vidas emocionales de los hijos, impacto que puede ser  más evidente  durante o en sus relaciones de adultos.

Las etapas del ciclo de vida de la familia, se modifican de alguna u otra manera, ya sea porque los miembros de la familia están asumiendo un nuevo rol, otro compromiso, y otra responsabilidad, etc., como resultado pues esto  da forma a la identidad de cada uno de los que la conforman. Esto se desarrolla a través de cuatro etapas: la constitutiva, la procreativa, la de dispersión y la  familiar final. Ejemplos de este tipo de crisis podría ser la idea en la crianza inicial de los hijos, la planificación y las medidas de control de natalidad; el padre, que se sienta excluido por sus hijos; la adolescencia y cómo afrontarla, etc.

También hay consecuencuas como resultado de las dificultades de comunicación entre los integrantes y la identificación de los aspectos necesarios para resolverlas. Por ejemplo, el divorcio, alcoholismo, actividades criminales, muerte etc.

1.  MANIPULACIÓN DE LOS HIJOS

Ante una crisis familiar, los más perjudicados son los hijos, al ser personas que por su edad son los más vulnerables, es por ello que se deben establecer parámetros  jurídicos y  psicológicos para proteger la integridad de ellos, atendiendo siempre  a su interés superior, independientemente de los intereses y derechos de sus padres, pues  en ocasiones, ante la falta de madurez de los niños, se pueden sembrar sentimientos de odio, antipatía, preocupación, hostilidad, falta de autoestima, ansiedad, problemas escolares y alimenticios, rencor, e incluso culpabilidad ante la situación que están viviendo. Los estudios sobre la materia demuestran que los pequeños se adaptan a la crisis a corto plazo, sin embargo, todo depende de sus capacidades emocionales y apoyo de los padres para enfrentar los nuevos cambios,  de lo que más  influye en la adaptación de los niños al divorcio es la respuesta de los padres al estrés, más que el estrés en sí mismo. 2

Cuando la crisis familiar conlleva a separaciones conflictivas, las consecuencias son perjudiciales y hasta  dramáticas, afectando directamente a los hijos, quienes ante la confusión en donde solo hay un ganador y un perdedor, por voluntad propia, se olvidan del respeto a sus padres, no quieren entender reglas y por tratar de llamar la atención se vuelven manipuladores, agresivos y violentos. 1

La separación va a suponer en la mayor parte de las ocasiones una crisis en el desarrollo familiar y va a a generar un proceso de cambio y alteración e implicará, inevitablemente, una re-estructuración familiar, no solo del núcleo conyugal esposo-esposa sino en mayor medida, de las relaciones entre los hijos con sus padres y con las familias extensas.

Esta ruptura conllevará, necesariamente, a   una nueva definición de los roles familiares, sobre todo en las relaciones paterno-materno-filiales y la forma en la que se produzca esa reestructuración será el predictor fundamental del equilibrio de las nuevas relaciones intrafamiliares. La separación o divorcio de los padres afecta a los hijos en todos los aspectos pero más que la ruptura en sí, lo que es más determinante es la posición en la que quedan los niños y el rol que asumen en dicho proceso.

Continuación.*****08/19

Algunos ejemplos de  indicadores que muestran que estamos ante una manipulación de los hijos hacia los padres, son:

• Intentar que los padres puedan reconciliarse y volver a vivir juntos – pues temen el abandono .
• Provocar dificultades o hechos inesperados para no separarse de alguno de sus padres.
• Dar información mal intencionada o imprudente, creando tensiones entre los padres. Por ejemplo:

• Mencionar las nuevas parejas de la madre o del padre.
• Al tener temor al rechazo afectivo, sacar ventaja del conflicto, al exigir a sus padres bienes materiales de manera constante, regalos inesperados, viajes, gastos excesivos, etc.

Se ha demostrado que  por lo general, esta manipulación es más latente y compleja en los niños de entre 12 a 16 años, pues se encuentran en una etapa de rebeldía, de cambios, en donde ya no son tan pequeños pero tampoco adultos. Es un periodo en donde su personalidad se va perfilando, están en la búsqueda de su identidad, tienen sus propios intereses e incluso compromisos, y aunado a esto, ver que sus padres se separan y que deben quedarse con uno de ellos y con el otro convivir en determinados días y horarios, no resulta fácil. En estos casos, se debe tener mucho tacto a la hora de llegar a un acuerdo entre los padres y los hijos, escuchar a estos últimos y conocer su opinión sobre la convivencia, valorar con cuál de los dos progenitores se siente más identificado y por qué.

También está la posibilidad de que suceda lo contrario, de que los hijos sean manipulados por los padres, lo cual resulta verdaderamente grave, ya que aunada a la confusión que acarrea la separación de sus progenitores, ahora deviene la interrogante de quién de los dos es el bueno y quién el malo.

1. MANIPULACIÓN DURANTE EL PROCESO DE DIVORCIO.

Los hijos ante una crisis familiar que conlleva la separación o divorcio de sus padres, pueden reaccionar, por voluntad propia, de manera negativa, a través de la manipulación a sus progenitores, ya sea para mantener los lazos familiares que había antes de la separación de sus padres u obtener intereses propios, sin embargo, en otras ocasiones, son manipulados  (a veces inconscientemente)  por uno o ambos padres, utilizados para llevar la contraria al otro progenitor o como mensajeros entre ellos, convirtiéndose los hijos en víctimas de situaciones sutiles o manifiestas, e incluso a sufrir trastornos psicológicos  como el síndrome de alienación parental. Y como señala la psicóloga TERRÓN, también a cuadros derivados, como el síndrome del progenitor malicioso y una forma clínica especial, que puede denominarse síndrome de la interferencia severa. En la época más tardía, en la adolescencia, puede dar la cara el síndrome de la falsa memoria. .^[1]

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