Marco General: Posición Teórica Respecto Al Escenario Y Escenas Del Enseñar Y El Aprender

Marco general: Posición teórica respecto al escenario y escenas del enseñar y el aprender

Lo que sucede dentro del escenario educativo no es independiente del contexto en donde está inserta la escuela. Además depende del enfoque que sustenta y le da sentido a lo que acontece en ese escenario, mostrando la intervención de diferentes variables que interactúan de una manera particular.

La enseñanza y el aprendizaje configuran dos elementos centrales de la acción didáctica y todos los demás nos interesan en la medida en que tienen que ver con este proceso.

Enseñar no es solo mostrar, explicar, argumentar, los contenidos. Cuando hablamos de enseñar nos referimos también al proceso de aprendizaje: enseñar es gestionar el proceso completo de enseñanza-aprendizaje que se desarrolla en un contexto determinado, sobre contenidos concretos y con un grupo de alumnos de características particulares.

Por otro lado el aprendizaje pensado desde un enfoque constructivista, reconoce que el sujeto de educación no es una tabla rasa, vacío de contenidos, maleable, dependiente e incompleto. De esta manera nos despojamos de la idea de que son “buenos” si se constituyen a nuestra imagen y semejanza, por lo que dejaríamos de concebir al educando como una “fabricación”.

Al plantear determinados problemas, dudas, al poner al alumno ante ciertas situaciones, el maestro espera alentarlo a que elabore sus propias ideas, las ponga a prueba de diversas maneras y luego, muestre su propia comprensión. Así propiciaríamos una cabeza bien puesta en el alumno, en donde el saber no se acopie aisladamente en compartimentos estancos, propio de una incorporación mimética y memorística, sino que esté en condiciones de aplicarlo en el planteo, análisis y resolución de situaciones problemáticas, que como tales son siempre complejas, contextualizadas y responden a la realidad social, cultural política, económica, dándole sentido en cuanto al saber pero también al hacer. Para que esto sea posible es necesaria la implicación personal tanto de los alumnos como del docente en el proceso. Hay que promover un conflicto cognitivo para provocar la actividad mental del alumnado, para que sea capaz de establecer relaciones entre los nuevos contenidos y los conocimientos previos que disponían, por esto se dice que el aula es un espacio de implicación.

La tarea del educador es saber que los alumnos tienen alas propias que son de su creación y nosotros solamente somos parte del camino que transitan. De esto se deduce el aula como un espacio de autoconocimiento, en el que se trata de ayudar a los alumnos para que tomen conciencia de cómo aprenden para generar en ellos una mayor autonomía y capacidad para seguir aprendiendo. Se trata de que los alumnos puedan construir su propia identidad a partir de valorar en que son más competentes. Para ayudarlos a tener una autoestima adecuada no es suficiente observar y destacar lo que no saben hacer o hay que corregir, se han de enfatizar también las cualidades y resaltar capacidades. Las finalidades de la educación es dotar al alumno de aquellas estrategias y técnicas de aprendizaje que le permitan controlar el propio proceso y estar en disposición de aprender a aprender. Se trata de que el alumnado aprenda a elaborar su propio saber. Por esta razón es importante plantear actividades que peritan al alumno la planificación y búsqueda, ya que posibilitan desarrollar la iniciativa, convirtiéndose así el aula en un espacio de autonomía. Y a la vez en un espacio de comunicación ya que en el enfoque sociocultural del aprendizaje, el lenguaje es la herramienta que permite construir el conocimiento. El aprendizaje es personal pero el proceso es social, fruto de la interacción y la comunicación. Además el aula es un instrumento clave de la socialización porque ayuda a comprender la realidad, permite ejercitar pautas y normas de comportamiento socialmente establecidas, facilita la relación interpersonal y da la oportunidad a los educandos de integrarse en el grupo y en la comunidad. La función de la escuela es plantearse la mejora de las relaciones interpersonales como elemento de socialización para resolver conflictos.

Por otro lado entre la enseñanza y el aprendizaje se establece una interacción que destaca el hecho de que la enseñanza se produce a través de una relación interpersonal de la comunicación y que pueden producirse encuentros o desencuentros. Este proceso de mediación cognitiva es el que le atribuye sentido a la acción pedagógica. Dicha mediación exige priorizar los procesos cognitivos del aprendizaje, para que el alumno pueda hacer uso activo del conocimiento, de esta manera tenemos que pensar en lo que representa aprender, de tal manera de que el aprendizaje no se confunda con un simple repetir de memoria fragmentos sueltos de información. Sino generar un aprendizaje adecuado, y como tal debe buscar la significatividad. Para esto es crucial la organización de las tareas.

Las tareas se reconocen como la unidad más adecuada para el análisis del proceso de enseñanza. Por esta razón donde el docente muestra realmente su tipo de enseñanza es en las tareas que elabora. La enseñanza es una acción consciente, reflexiva, intencional y de no producirse dicha acción todo queda en un simple discurso. Para poder organizar la tarea, el docente debe plantearse la sustantividad epistemológica, el valor cultural, la relevancia y la forma en que se ordenan e interrelacionan los contenidos. Además debemos tener

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