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Mario Bunge


Enviado por   •  14 de Junio de 2012  •  2.194 Palabras (9 Páginas)  •  592 Visitas

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En este trabajo tomo como objeto de análisis del pensamiento de Mario Bunge tal como éste fuera expresado en su libro Crisis y Reconstrucción de la Filosofía. Me e referido a los puntos de vista fundaméntales del mismo y sustentare la tesis de que , de su pensamiento se sigue una consecuencia fundamental que es la disolución de la filosofía tal como se la da comprendido siempre, más allá de las diferencias que los filósofos tenían en cuanto a la mayoría de los aspectos. También se siguen otras dos consecuencias del libro de Bunge que son la crisis del concepto de sujeto y la afirmación del devenir. Este último aspecto es el menos problemático, puesto que es reconocido por el propio autor, que no vacila en identificar al ser con el devenir. También llamaremos la atención sobre el hecho de que éstos dos últimos aspectos : la crisis del sujeto y la afirmación del devenir ,se hallan presentes en la obra de un autor a los cuales Bunge no tiene precisamente entre sus favoritos : Nietzsche .De todos modos esto no quiere decir que el pensamiento de estos autores resulte válido, de acuerdo con los criterios expresados por Bunge, razón por la cual lo fundamental, en este ensayo, es mostrar el hecho de que como consecuencia de los planteos de Bunge, la filosofía no tiene , en adelante , ninguna tarea que le sea propia y específica , puesto que todo cuanto realice va a estar filtrado por la práctica científica.

I _ principios fundamentales.

En este libro Bunge nos presenta, según el mismo lo dice, “una ontología materialista, una gnoseología realista y una filosofía progresista”. Los conceptos o principios determinantes de la misma son el materialismo, el emergentismo y el sistemismo, siendo el primero de ellos el fundamental. Lo primero que hay que aclarar entonces, es el modo en el cual el doctor Bunge presenta a la materia, Y para hacerlo hay que tomar en cuenta, antes que nada, lo que él dice en la página 65 de su libro, en donde cuestiona con argumentos sólidos y convincentes la afirmación de que la materia es pasiva, sosteniendo que dicha afirmación es propia del idealismo, y que no se compadece con los principios de la física clásica, ni con las concepciones materialistas. Podría decirse que todo lo que se sostiene después acerca de la materia está supeditado a esta concepción de la misma, ya que el rasgo fundamental de la materia va a ser, para el doctor Bunge, el ser mudable. En todos momentos va a acentuar el dinamismo de la misma, como cuando dice, por ejemplo, que “el materialismo, en resumen, ha sido siempre dinamista, aunque sólo ocasionalmente dialéctico, la tesis de la materia pasiva es típicamente idealista”. Lo afirmado aquí prepara el terreno para las definiciones que el autor va a dar de la materia y anticipa la identificación del ser con el devenir que el autor va a hacer expresa más adelante; pero es preciso ver antes que nada otros aspectos de la concepción materialista que nos presenta Bunge en este libro antes de ver la definición de la materia que hallamos en el mismo. Es preciso mencionar los aspectos que Bunge deja de lado en su análisis y decir que tipo de materialismo es el que él propicia, para ello resulta fundamental entender la crítica que hace del materialismo mecanicista o fisicismo, al respecto vale su afirmación de que el fracaso del fisicismo (La tesis de que sólo existen objetos físicos) se debe a que nada sabe de la vida, la mente, el artefacto o la sociedad. Los organismos, las sociedades y los artefactos poseen propiedades emergentes que no aparecen en sus componentes y el fisicismo se rehúsa a reconocer la emergencia, es radicalmente reduccionista.

En consecuencia, Bunge rechaza el materialismo fisicista, y también rechaza toda una serie u orden de ideas, como aquellas que sostienen la existencia de materia desmaterializada, de cultura inmaterial, de mente sin materia, etcétera. Para él la verdad se encuentra en el materialismo, es cierto, y el objeto de estudio de la ciencia es la materia; pero eso no quiere decir que todos los materialismos sean igualmente verdaderos .De ser así podría también aceptarse el materialismo dialéctico o el fisicismo, teniendo ambos serias fallas según el autor que nos ocupa. Lo verdadero es que el materialista emergentista es el que debe ser preferido porque es el que mejor se adecua a la evidencia disponible de acuerdo con los conocimientos alcanzados por la ciencia y la tecnología actual.

2_ Definición de materia: Bunge sostiene que lo propio de la materia, o mejor dicho de los objetos materiales es ser mudable. Dice al respecto que : “podemos caracterizar un objeto material como un objeto que puede asumir, al menos , dos estados diferentes , de tal modo que , eventualmente , puede saltar de un estado a otro el ser mudable es lo que distingue a los objetos materiales de los objetos conceptuales tales como las ideas, los cuales , como veremos más adelante , carecen para Bunge de existencia autónoma Vemos claramente hasta que punto resulta determinante lo afirmado en la página 65 acerca del carácter dinámico de la materia . Es la aserción fundamental del edificio teórico de Bunge , de ella se sigue , como una consecuencia necesaria la siguiente definición de objeto material: “Un objeto x es un objeto material ( o entidad) si, para todo marco de referencia r: si E es un espacio de estado para x relativo a r , entonces E contiene al menos dos elementos, de otro modo es un objeto inmaterial

Esa definición de objeto material no parece cuestionable, pero, según Bunge de la misma se sigue, como una consecuencia necesaria esta otra:

Definición 2: “la materia es (idéntica a) el conjunto de todos los objetos materiales.” Bunge aclara que se trata sólo de un concepto , que en realidad la materia no existe , sino que sólo existen los objetos materiales , esto parece coherente con el materialismo del autor, pero es indudable que la definición de materia que el mismo nos brinda posee algunas dificultades que no es posible soslayar . Así, por ejemplo el definiens aparece en el definiendum, algo que se considera inaceptable según las reglas de la definición: por otra parte, desde el punto de vista lógico se plantea otra dificultad, la relativa a la relación existente entre la comprensión y la extensión de los conceptos. Prestemos atención a este último aspecto.

La comprensión de los conceptos aumenta mientras la extensión disminuye y viceversa. De ahí se sigue como una consecuencia necesaria que si tenemos un concepto cuya extensión es la máxima, la comprensión del mismo será la mínima, y si tenemos un concepto

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