Mi Papel Como Docente

REFLEXION: MI PAPEL COMO DOCENTE

(Educando para el futuro)

Introducción:

El presente ensayo es una reflexión del papel que desempeño dentro de un aula de clases, surge a partir de mi experiencia y observación como docente a nivel licenciatura en la carrera de arquitectura; comienza hace casi 14 años impartiendo cursos de actualización para alumnos de la Universidad de Guadalajara en materias prácticas, pasando por dos universidades de renombre en la ciudad de Guadalajara hasta llegar a mi actual centro de trabajo, Centro Universitario UTEG (UTEG). El interés por la educación brota paralelamente con mi desempeño como profesionista siendo aún estudiante de la licenciatura en Arquitectura y viendo como mis prácticas profesionales distaban mucho del aprendizaje obtenido en el aula; en los procesos sociales que se generaban en mi entorno, se requería de profesionales que no solamente tuvieran un conocimiento básico escolar, sino que también desarrollaran las actividades prácticas requeridas en la construcción.

Con esta experiencia comenzó a divagar en mi mente la idea de que nuestro sistema educativo no cubría las expectativas de la sociedad con la preparación de los egresados de ese tiempo (1996-2000), ya que requería de profesionistas altamente competitivos en la industria y la mayoría de nosotros nos quedábamos cortos en este aspecto, comencé a observar a los docentes y al hacerlo también cambio mi concepción respecto a ellos y su verdadera enseñanza o convicción al realizar esta labor.

Concepción ordinaria del maestro: (Marco conceptual)

El tratar de describir la importancia de la labor docente dentro de la sociedad actual no es actividad sencilla, su función es primordial dentro de un sistema educativo que contribuye día a día en la mejora contínua de dicha sociedad. Para empezar, es muy difícil cambiar un concepto que ha estado cargado a través de los tiempos de estereotipos y factores negativos y que la mayoría de las personas de forma generalizada tienen acerca de los docentes, basada en una observación superficial del actuar de algunos de ellos.

Desde el punto de vista del ser humano. Considero que debemos contemplar el actuar docente como un ser individual con carencias y necesidades, el cual posee actitudes y habilidades como cualquier otro ser humano, pero que lo hacen ser único y diferente al lado de otros docentes; que es capaz de lograr captar la atención de los alumnos y despertar su interés por la superación, que si bien dedica gran parte de su tiempo en compartir sus conocimientos y apoyar a desarrollar las habilidades de sus alumnos, también este tiempo deberá ser compartido y concebido en equilibrio en el lado personal con la calidad de vida que lleva con su familia.

Institucionalmente. Sabemos de la importancia del maestro dentro del proceso educativo, pero no debemos olvidar que tampoco es el más importante, ya que existen dentro de las mismas Instituciones los procesos educativos del sistema de enseñanza, del cual el docente solo forma parte de un pequeño actuar, por lo tanto no podemos juzgarlo como el principal culpable de nuestra deficiente educación.

Académicamente. Existen grupos de poder que aún en contra de los lineamientos institucionales se aferran a tomar decisiones no muy sabias con respecto a la ruta que deberá llevar la enseñanza-aprendizaje; las ponderaciones asignadas arbitrariamente por los representantes de estos grupos académicos y que deben de cubrir en la totalidad como requisito mínimo para acreditar una materia los alumnos a lo largo de los ciclos escolares; estos grupos de poder no se dan cuenta que arrastran en su actuar a los docentes que forman su colegiado, muchas veces ni siquiera se les toma en cuenta, solo se les da las instrucciones a seguir; y por si fuera poco si existe algún acuerdo de academia la mayoría de las veces no es respetado por los integrantes de la misma. En ocasiones algunos docentes se atreven a opinar sobre las anomalías observadas con los directivos o coordinadores sin recibir respuesta alguna por parte de ellos, ni el apoyo de los demás compañeros, a lo largo del tiempo acaban por aceptar las decisiones mal concebidas de unos cuantos sin que hayan logrado su objetivo de ayuda para la mejora de la educación.

A pesar de las realidades mencionadas procuraré en este ensayo no realizar observaciones efímeras o mal intencionadas de los docentes, ya que ellos son aceptados o rechazados hasta el cansancio, en cambio trataré de plantear la importancia de su rol y las mejoras de la educación dentro de nuestra sociedad si existen docentes capacitados para ejercer correctamente esta función.

Marco Teórico

Mi rol como docente: Siempre he pensado que un docente es aquel individuo que prepara a las nuevas generaciones para enfrentar el futuro, que integra en el estudiante los conocimientos y habilidades que los llevarán a desempeñar un buen papel como ente social, que pueda ser capaz de integrarse en plenitud y vaya de acuerdo a lo establecido por políticas públicas o a una necesidad social acorde a los interés públicos del momento, sin embargo (Barriga Arceo Frida, 2006) al citar a (Coll 1988, pág. 133), menciona que no debemos de olvidar que “La finalidad última de la intervención pedagógica es desarrollar en el alumno la capacidad de realizar aprendizajes significativos por sí solo en una amplia gama de situaciones y circunstancias (aprender a aprender)” (Coll, 1988, p. 133,) citado por (Barriga Arceo Frida, 2006, pág. 30).

Si analizamos este concepto nos daremos cuenta que aquí comienza nuestro error, la sociedad por si misma exige nuevos profesionistas capaces de resolver los problemas que se presentan día a día, pero estamos tan acostumbrados a recibir los programas educativos preestablecidos en las Instituciones educativas y de los cuales no formamos parte, simplemente somos el medio para lograr la transmisión de conocimientos que ellos establecen, sin que ello pueda lograr un verdadero cambio en el paradigma educativo.

Recibimos la programación educativa, nos presentamos a clase, tal vez al inicio de nuestra labor docente con todas las ganas de cambiar al mundo, pero si observamos fallas o deficiencias en los contenidos temáticos nos falta el temple para realizar las propuestas de mejora, nos conformamos con “salvar” nuestra labor día a día, pero ¿nos detenemos a pensar en el futuro de aquellos que dependen y confían en nosotros?

El papel actual del docente esta descuidado, carece de importancia social, Institucional y es poco valorado por los mismos docentes, tal pareciera que la noble labor de la enseñanza no sirviera

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