Mi Percepción De La RIEB
Martitha19 de Septiembre de 2011
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Mi percepción de la Reforma Integral de Educación Básica
Mi primer acercamiento a la RIEB se da en una oportunidad de análisis de lo que denominábamos únicamente “RIES” (Reforma Integral de Educación Secundaria), que se dio como monitoreo en una primera etapa de implementación en el ciclo escolar 2005-2006 para lo cual se eligieron algunas escuelas tomando en cuenta los resultados en EXCALE (Exámenes de calidad y logro escolar), las condiciones contextuales y las modalidades del servicio, posteriormente se dio la implementación oficial del nuevo currículo con el nombre de “RES” y ahí empezaron una serie de cambios en forma y contenido.
Posteriormente pareció que la RIES se había detenido por la entonces renombrada “Alianza por la Educación”, que es el marco donde se presenta la RIEB, con el propósito central de “Mejorar la calidad de la educación”.
Los acercamientos que he tenido con la RIEB no van más allá de los cursos, folletos, mails, y ahora materiales que han proporcionado en el diplomado dirigido a profesores de primero y sexto grado, que persigue el conocimiento y análisis del nuevo currículo, las formas de planeación, evaluación y seguimiento.
Y precisamente ahí surgen algunas inquietudes, pues siempre se ha dicho que no hay “recetas” en el quehacer docente y que la labor educativa debía realizarse a partir de las necesidades e intereses de los niños, entonces ahora esa concepción cambia y se nos maneja que debemos “educar para la vida y el trabajo”, la educación ahora es “integral”, ¿y no se supone que eso hacíamos?, tratando de imponer el sello “constructivista” en el proceso e-a, para que el alumno fuera capaz de enfrentar cualquier situación que se le presentara como miembro activo de una sociedad y además con la promoción de valores para que fuera un ciudadano “responsable”.
Por otro lado nuevamente surge una propuesta que llega a todos los contextos donde pareciera que no se han estudiado las realidades de vida que tenemos, aún hay comunidades de bajos recursos, padres de familia que sólo les interesa que sus hijos escriban y lean, pues lo demás “no lo van a utilizar”, que si no cumplen “por hay” que se les deje sin recreo o se les de “un jaloncito de orejas para que entiendan”, sin dejar de mencionar aquellos compañeros docentes que aún son tradicionalistas y que por lo tanto “no salen de su salón de clase” y su trabajo lo guía el llenado de los libros de textos y guías de estudio, y no se les pide que cambien pues lo importante “es que den resultados”, ¿cuándo será entonces que verdaderamente vivamos un cambio?, creo que nuestras autoridades educativas deberían no solo de impulsar nuevos modelos educativos sino crear mecanismos de observación y seguimiento que les lleve a constatar lo que realmente se hace en las aulas, lo que hacen los supervisores y directores que en ocasiones son los principales responsables de que existan practicas educativas erróneas pues desempeñan su labor desde atrás de un escritorio permitiendo que aún se cometan injusticias desde lo que algunos llaman “la noble labor de ser maestro”.
Los cambios que llegan con la RIEB son como gotas de agua para un sediento, para aquellos alumnos que no han encontrado el gusto, el interés, por asistir diariamente a la escuela, si verdaderamente el docente se atreve “a vivir el cambio”, que no lo marca un modelo educativo, éste debe surgir desde la práctica docente misma, si contamos con los materiales y tiempos le toca al docente “pulir” lo que hace diariamente con sus alumnos, de lo contrario cambiarán los materiales y el discurso, pero las acciones y formas serán las mismas, y no nos extrañe que no alcancemos los objetivos que se persiguen. Sólo una pregunta me queda por contestar, ¿qué pasó con el prometedor programa
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