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LA DESOBEDIENCIA INDIVIDUAL COMO PROMOTORA DE UN CAMBIO SOCIAL A MI PERCEPCIÓN


Enviado por   •  11 de Diciembre de 2021  •  Ensayos  •  1.697 Palabras (7 Páginas)  •  48 Visitas

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Bogotá 19 de junio de 2020

ASUNTO: LA DESOBEDIENCIA INDIVIDUAL COMO PROMOTORA DE UN CAMBIO SOCIAL A MI PERCEPCIÓN

Cordial saludo:

Recientemente la situación del mundo es muy tensa; todos nos encontramos aislados en nuestros hogares, confinados del mundo exterior y represados de la cotidianidad, acompañados en todo momento únicamente por nuestras ideas y convicciones que han sido pulidas por el excesivo tiempo libre que la cuarentena nos propinó y que esperan ver la luz para comenzar a aplicarlas a nuestros entornos.

 Hace poco leí por motivos de estudios, La desobediencia civil de Henry D. Thoreau, la cual fue precursora y casi que catedra para importantes figuras de la talla de Gandhi o Martin Luther King, que basándose en los enunciados de Thoreau y su visión del mundo, lograron cambiar sociedades y promover igualdades, en pro a un bien común. Hechos sociales promovidos por un ideal, por una acción, por un acto de valentía o rebeldía si así se le quiere llamar, por una desobediencia de carácter individual, por una idea.

Thoreau aplicaba un tipo de desobediencia pacifista, que no era agresiva ni implicaba grandes manifestaciones ni protestas acaloradas. No tuvo que matar a nadie ni incendiar ningún lugar para que su voz fuese escuchada. El solo se movía por una idea de libertad y miraba al hombre como un objeto de conciencia, capaz de ver el bien por encima de los beneficios, y que este mismo hombre por medio de sus ideales y sus acciones aplicadas a la cotidianeidad era capaz de liberarse de las cadenas de un estado opresor. El consideraba éste último como un mecanismo carente de importancia, cínico, apático, anti moralista y estafador, que se empleaba bajo sus propias leyes de aprovechamiento y lucro personal, observador en materias de riqueza y empoderamiento, pero ciego ante la voz del pueblo. Y es que para su época las personas se movían bajo las normas y los parámetros que esta dictadura les imponía, se dejaban llenar la cabeza de ideas falsas, de un patriotismo extremista e ineficaz, del amor por un terreno más que por la libertad y el bienestar general. Él detestaba la situación de esclavitud que se vivía, (y vivió por muchos años en norte américa hasta que uno de sus discípulos, Martin Luther King dio la estocada final con su movimiento social captando la atención del mundo entero y haciendo ver a la comunidad afrodescendiente como iguales en todas las condiciones a los de raza blanca), y la guerra innecesaria con México con la aglomeración de tierras para inflar su supremacía territorial. Además de los agravios contra las comunidades nativas de las diferentes regiones del país, a las cuales él admiraba mucho.

Pero exactamente, ¿en qué se basaba esta desobediencia de Thoreau frente a lo que detestaba del gobierno de su país? Es más simple que confuso, Thoreau se negaba a apoyar mandatos establecidos por su estado y reprochaba normativas que le parecían injustas, haciendo un voto de desobediencia ante las autoridades. Este caso se puede notar al éste ser encarcelado por no pagar impuestos por un largo periodo de tiempo (6 años), con los cuales no estaba de acuerdo en su mayoría al considerarlos abusos, y que el ciudadano no tendría por qué pasarle a deber al estado por un bien o propiedad suya. Así mismo se basó en la idea de que debía ser voluntaria la cantidad a aportar al sostenimiento de su gobierno. Su idea base para un gobierno ideal era “el mejor gobierno es el que menos gobierna”, y es que la conducta de una persona no debería ser moldeada por una ley, sino por su propia conciencia, la cual lo hace ente promotor de gran cambio y mayoría a la hora de tomar una decisión, por que estar en lo correcto no es estar de acuerdo con las multitudes, sino con nosotros mismos.

Aplicándolo a la realidad que hoy día vivimos, si bien hay leyes que promueven el bienestar colectivo y castigan a los que no ejecutan una buena conducta, por poner de ejemplo, las leyes que cuidan los derechos esenciales humanos, validan propiedades o fomentan la búsqueda de la verdad, hay otras que no tienen motivo razonable de existir y que más bien parece un despiste camuflado entre muchos decretos y beneficios otorgados para mover la economía y bienestar de unos pocos ligados a este mismo estado, olvidando por completo su motivo de ser, el de servir al pueblo, y haciéndolo caer en una paradoja en la cual el mismo ente gubernamental saca a la luz leyes para limpiar su nombre de los mismos actos delictivos cometidos por su persona, pero en voz de los agresores, como si su moral no tuviese bastante peso para apartarlos de los cargos públicos y dejándole el poder a la voz mayor , al pueblo.

Y en esta parte estoy de acuerdo con Thoreau completamente, no deberíamos seguir caminos a los que no nos guie nuestro criterio personal. No apoyar a los tiranos es una forma razonable de emprender un cambio, una noción de un horizonte diferente, nublado, pero diferente. Y es que objetar respecto a un tema no es siempre apartarse de él o desacatarlo completamente, porque a veces nuestras ideas de contrariedad, pasan a un plano completamente subjetivo y se representan en palabras, no en acciones. Pero cuando ya emprendemos un cambio podemos aplicar la de Thoreau,  que es la insumisión de todas imposición política, un libre albedrío de ideales, que repito, no necesariamente es ir totalmente en contra de una forma de autoridad o intentar desprestigiarla por todos los medios, porque aciertos en su funcionamiento y manejo de las masas tienen, pero en lo que no creamos justo, en lo que atente contra nuestras voluntades y lo que nos haga borrar nuestra esencia como personas, lo que hemos venido construyendo con el pasar de nuestra vida y nos define, a eso sí que hay que darle la espalda y hacer caso omiso, así traiga consecuencias, porque como decía el escritor, “si en la cárcel se encuentran los hombres libres, entonces ahí es donde debo de estar”. Y es que daría igual quedar exiliado de una sociedad que realmente no existe, que solo es un conglomerado de ciervos a favor de pocos.

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