Modelo Academico Un Reto Para La Educacion Media Superior En El Siglo XXI
lupearenas7 de Julio de 2012
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EL MODELO ACADEMICO
ANTE LOS RETOS DE LA EDUCACION MEDIA SUPERIOR EN ELSIGLO XXI
INTRODUCCIÓN:
Una renovación importante para toda institución educativa es el cambio de paradigma educativo que hasta ahora se ha centrado mas en la enseñanza y no en el aprendizaje, aunque se este trabajando muy lento para ello. En este paradigma la enseñanza se centra mas en el sujeto que aprende, es por ello que se requiere crear situaciones y ambientes para que el aprendizaje ocurra. Lo anterior supone un desplazamiento de la educación en la cual, la característica principal es la enseñanza, hacia una educación centrado en el aprendizaje.
Por lo tanto la Política Educativa en Zacatecas y el país debe enfocarse a generar condiciones que favorezcan la difusión de información relacionada con los Programas como este de Orientación y Tutorías, que nos permite mejorar los servicios que la Educación Media Superior ofrece a los jóvenes bachilleres
Para cumplir estos propósitos se realizan diversas acciones de coordinación y vinculación interinstitucional. Un ejemplo de ello es la difusión del material que se incluye en el Diplomado......, serie que se inicia con una lectura de equipo sobre el Documento del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), organismo cuya misión es realizar evaluaciones educativas confiables, transparentes y útiles para ofrecer educación de calidad a todos los jóvenes de Educación Media Superior, en la que el COBAEZ debe ya ejercer acciones mas concretas..
Parto desde la idea de que la educación permite a las personas mejorar sus condiciones de vida y posibilidades de movilidad social; por lo que las oportunidades educativas promueven la justicia y la equidad, respondiendo a nivel mundial la educación debe satisfacer las necesidades e intereses de los jóvenes, a fin de asegurar el desarrollo pleno de sus capacidades su integración al mundo del trabajo y su participación activa como ciudadanos responsables.
En general el contexto que involucra al adolescente hoy en día (es más urbanos, cuentan con escolaridad superior a la de sus padres, están más familiarizados con las nuevas tecnologías, tienen acceso a más información sobre aspectos de la vida y la realidad en la que viven). Sin desatender que enfrentan problemas con la complejidad del mundo moderno y otros vinculados con la acentuada desigualdad socioeconómica que caracteriza el país, lo que provoca estructuras de mayor marginación y violencia, lo que dificulta el acceso de los jóvenes a instituciones sociales claves para su desarrollo como la educación y trabajo.
Hablando de este contexto en nuestro país existen grandes cantidades de NINIS (Jóvenes que Ni estudian Ni trabajan). Por lo que el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), se ha dado a la tarea de generar una alternativa a este fenómeno, con el objetivo de contribuir a propiciar un diálogo mejor informado al respecto de la situación de la juventud mexicana y las vías posibles de atención para resarcir la deuda socia que este país tiene con sus jóvenes.
Desarrollo:
Como lo refiere con De la Orden (2007), la calidad de la educación debe residir en aspectos comunes que relacionan a los componentes del sistema edu¬cativo. De la Orden y otros autores (INEE, 2007) postulan que estos aspectos comunes son relacio¬nes de coherencia entre los elementos del contexto, recursos, procesos, productos, objetivos educativos y necesidades sociales. Por lo que la calidad de la educación es entonces la cualidad resultante de las múltiples relaciones de coherencia entre los componentes básicos, internos y externos, del sistema educati¬vo con objeto de alcanzar los objetivos y fines de la educación.
Existen múltiples definiciones sobre lo que es un indicador educativo. Shavelson, McDonnell y Oakes (1989) señalan que: “un indicador es un es-tadístico simple o compuesto relacionado a un constructo educativo y útil en el contexto de las políticas públicas”, mismas que son poco aplicadas en los estados y subsistemas, no van a la par. Esta definición ha sido una guía metodológica y operativa importante para el de¬sarrollo de indicadores por parte de la Dirección de Indicadores Educativos (DIE). Un indicador debe representar numéricamente el estado en el cual se encuentra el constructo educativo en cuestión. Además, la asociación positiva o negativa debe captar inequívocamente, por ejemplo, la mejoría o deterioro del constructo y difícil de ser real.
El modelo de evaluación tiene grandes com¬ponentes:
el primero de ellos es el de contexto Usualmente se concibe al contexto como el espacio socioeconómico, cultural y geográ¬fico donde se ubican y determinan a los usuarios de la educación, las cohortes poblacionales en edades típicas y los grupos en condiciones de vulnerabili¬dad social y escolar; en él también se conforman las situaciones externas que influyen en el SEN, las cua¬les resultan de las interacciones entre este sistema y otros sistemas sociales. Estas situaciones, captadas a través de variables de contexto, representan limi¬taciones o recursos que favorecen u obstaculizan la educación de los niños o jóvenes en el corto plazo. La investigación educativa ha sacado a la luz la gran asociación que existe entre estas variables y los re¬sultados educativos. De igual manera ha permitido que se aporten programas que den mas solución a las necesidades reales que se viven en cada plantel y cada escuela, que debemos aprovechar primordialmente para atender la reprobación y deserción.
En segundo término, el componente de necesida¬des sociales incluye aquellos valores compartidos en la sociedad sobre las funciones de la educa¬ción en el desarrollo individual y social, así como las metas y prioridades definidas para realizarlos. Representan además el conjunto de expectativas, aspiraciones y necesidades de la sociedad a las cua¬les el sistema educativo debe responder. Muchos de estos valores están plasmados en las normas cons¬titucionales y en la Ley General de Educación (LGE). Otros se derivan de las tendencias e innovaciones educativas internacionales como las que tienen que ver con el derecho a la educación, las cuales están contenidas en acuerdos internacionales suscritos. Nuestro subsistema ya promueve un Programa de valores donde el joven bachiller es el actor principal de su proyecto.
A pesar de los avances del Sistema Educativo Nacional (SEN) en universalizar la educación primaria, ampliar la cobertura de la educación secun¬daria y mejorar el egreso oportuno en ambos niveles educativos, resulta que una proporción importante de niños y adolescentes no completa su educación básica obligatoria en el tiempo planeado. A nues¬tra sociedad y al SEN les importa conocer cuántos de nuestros jóvenes se encuentran en rezago edu¬cativo por al menos cinco razones. En primer lugar, esta condición quebranta el derecho a la educación básica de nuestros niños, toda vez que la obligato¬riedad de la secundaria data de 1993, y de haberse cumplido con efica¬cia actualmente sería insignificante la proporción de jóvenes en rezago educativo. Por ello, una magnitud importante de jóvenes en esta situación debería re¬presentar una señal de alerta para que la sociedad y el SEN redoblen sus esfuerzos en conseguir que to¬dos los jóvenes obtengan los estudios mínimos, que como país hemos elegido para la población.
En segundo lugar, los jóvenes que carecen de este nivel educativo se exponen a una situación de ma¬yor desventaja, vulnerabilidad social y reproducción intergeneracional del rezago educativo. Está amplia¬mente documentado que, en términos agregados, los jóvenes sin la educación básica presentan menor estabilidad en el empleo y perciben sa¬larios menores en comparación con aquéllos que sí cuentan con secundaria o más (ver indicadores RE04 y RE05 en Robles, et al., 2009). También se conoce que cuando estos jóvenes se conviertan en padres, tenderán a apoyar menos a sus hijos en sus tareas escolares y, en general, a crear entornos menos pro¬picios para el aprovechamiento escolar de sus hijos (consultar los indicadores RE01 y RE02 en Panorama Educativo de México Educación Básica 2009), con lo cual se favorece la reproducción del fenómeno de rezago educativo.
En tercer lugar, los jóvenes sin secundaria comple¬ta no sólo cuentan con menores oportunidades de progreso personal, sino que son también expresión de un menor nivel del desarrollo social y cultural del país. En efecto, los jóvenes en rezago educativo están en desventaja para continuar su inversión en capital humano, que constituye una de las rutas socialmen¬te más deseables para que las personas aumenten sus posibilidades de alcanzar mejores condiciones- de vida. También, un monto importante de jóvenes en rezago educativo es un indicador de fallas en las políticas de desarrollo social. En la última década, éstas han enfatizado el papel de la educación como un mecanismo de inversión en capital humano, con la expectativa de romper la reproducción interge¬neracional de la pobreza (SEDESOL, 2007). Además, la presencia del rezago educativo entre los jóvenes puede mandar señales a los empresarios de que parte de la fuerza laboral joven es de baja califica¬ción, lo cual podría desmotivarlos para introducir procesos y tecnologías productivas que requieren de una fuerza laboral más preparada.
En cuarto lugar, las medidas que realiza el SEN para abatir el rezago educativo de la población podrían optimizarse y concentrarse en la población adulta, siempre y cuando éste
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