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Modelo De Lectura: Comprensión, Interpretación, Critica


Enviado por   •  22 de Octubre de 2013  •  1.672 Palabras (7 Páginas)  •  686 Visitas

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MODELO DE LECTURA

“EL HIJO PRÓDIGO” (Lucas 15, 11-32)

1. COMPRENSIÓN ––qué dice el texto–– (LECTURA LITERAL - RESUMEN)

Un padre tenía dos hijos. El menor le pidió su parte de la hacienda, y se marchó donde otro señor, al que le

sirvió cuidándole unos cerdos. Luego de padecer necesidades (G)1, pensó volver a su casa. Lo hizo. Cuando

estaba de regreso, su padre lo recibió, lo colmó de besos, le dio varios obsequios (G), y le hizo una fiesta,

pues estaba muy alegre de haber recobrado a su hijo. Mientras tanto, el hijo mayor estaba trabajando, y al

regresar se enteró del regreso de su hermano y de la celebración por esta causa. Se sintió incómodo y no

quiso participar de este acontecimiento. El padre, al enterarse de la actitud del mayor, fue y lo exhortó. Éste,

a su vez, se quejó de que nunca había recibido un trato igual, a pesar deque se había portado bien (G). El

padre le indicó que no había por qué sentir enojo, pues todo lo que era de él también era del hijo mayor; en

cambio, el otro, el menor, estaba muerto, y ahora había vuelto a la vida, y por eso era más que justo celebrar.

2. INTERPRETACIÓN ––qué quiere decir el texto–– (LECTURA IMPLÍCITA)

A. INDUCCIÓN (identificación y lectura de PISTAS: de lo particular a lo general)

Padre: Es comprensivo y misericordioso, muestra un amor infinito que espera y perdona siempre de manera

cariñosa. Tiene características de madre: compasivo y tierno.

Conjetura: El padre es Dios, pues sólo un padre como Dios puede perdonar de la forma que lo hace el padre

del relato: sin recriminaciones, antes bien, con una actitud amorosa de recogimiento y alegría por el regreso

del hijo menor. Además, es un padre que no requiere de una compañera (no hay una esposa en el relato), pues

sus características son más allegadas a las mismas cualidades femeninas. Es padre y madre a la vez.

Finalmente, es Dios porque la historia es relatada por Jesucristo, su hijo amado, que siempre que se refería al

padre, aludía al mismo Creador (es una lectura extractada de la Biblia, obra que por excelencia habla de

Dios).

Hijo menor: Es aventurero, necesita experimentar para darse cuenta de las cosas; sin embargo, siente la

necesidad de volver al padre. Se ve un tanto indefenso sin la presencia de su padre. Se arrepiente y vuelve a

su casa.

Conjetura: El hijo menor representa a cada uno de los mortales, pues nace con la libertad de elegir su camino

(casi siempre se escoge el camino errado, pero al final se quiere volver por la buena senda). Es imperfecto y

débil ante las tentaciones y los pecados.

Hijo mayor: Aunque siempre ha estado con su padre y lo ha servido por años, se muestra rencoroso, egoísta

y envidioso del trato que tiene el padre con su hijo menor. Pareciera que le tuviera rabia a su hermano. Le

recrimina a su padre, pues le exige un trato preferencial.

Conjetura: El hijo mayor son los ángeles, que siempre han estado al lado del Creador; sin embargo, uno de

ellos, Lucifer, sintió envidia y quiso armar su propia “fiesta” aparte con sus “amigos”, esto es, con los otros

ángeles rebeldes ante Dios: los demonios. Es el mayor enemigo de los humanos.

1 (G) = Condensación o generalización: En la primera se condensan términos como “gastó todo”, “gran

hambre”, “deseaba llenar el estómago con las algarrobas que le daba a los cerdos”, “me muero de hambre”.

En la segunda se condensan términos como “vestido más rico”, “anillo”, “sandalias” y “ternero cebado”. En

la tercera se condensan términos como “el hermano mayor estaba en el campo”, “Te sirvo sin desobedecer

jamás tus órdenes”, “Tú estás siempre conmigo”.

Jornaleros (siervos, criados): Le sirven tanto al padre como a los dos hijos. Siempre tenían pan de sobra,

porque estaban en la casa del padre; de hecho, tenían más privilegios que el mismo hijo menor, cuando éste se

marchó.

Conjetura: Los siervos son la parte de la creación que está al servicio de los hombres: las plantas, los mismos

animales. De hecho, los pájaros –como “jornaleros” de Dios–, no se tienen que preocupar por el alimento,

pues ciertamente el padre los provee.

Cerdos: Viven de las inmundicias. Se revuelcan en el fango, comiendo de las sobras que les dan.

Conjetura: Los cerdos también representan los demonios, que viven en medios de los pecados, esto es, entre

las inmundicias y lo más despreciable.

Hombre del país: Allí llegó el hijo menor cuando marchó de su casa. Tenía tierras en las que habitaban los

cerdos.

Conjetura: Cuando el hijo menor se aleja de su padre (Dios), llega inefablemente a las tierras del otro señor,

quien gobierna la tierra del pecado, las inmundicias y las necesidades. El señor del otro país es Leviatán,

señor de los cerdos. El texto muestra que cuando el hijo menor habita en las tierras de Leviatán (el pecado, lo

más abominable) está perdido, muerto ante los ojos de Dios.

Anillo: Como en el matrimonio, significa compromiso, unión, nueva vida. Dos cuerpos que se vuelven uno

sólo.

Conjetura: Dios perdona a los pecadores, pero espera de ellos que también respondan a ese compromiso con

lealtad y fidelidad.

Vestido más rico: El vestido protege del clima, del frío y del calor. Arropa, cobija.

Conjetura: Dios recibe al pecador arrepentido, y lo arropa en su seno. Lo protege, porque sin su manto se

muestra indefenso.

Ternero cebado: Es el alimento que le da el padre al hijo menor.

Conjetura: El alimento puede ser literal o simbólico. Puede ser la palabra de Dios, las Sagradas Escrituras,

que alimentan espiritualmente a los humanos

Sandalias: Sirven para proteger el andar del hijo menor, para que no siga lastimando sus pies con las piedras

y demás obstáculos del camino.

Conjetura: El perdón otorgado por el padre es como un accesorio que sirve para el diario trajinar, cuyo

objetivo es proteger a los humanos de los obstáculos, las rocas… todo aquello que impide el correcto caminar

humano.

Hacienda: Es lo que le da el padre al hijo menor como herencia. Es le fruto de todo su esfuerzo, que luego da

a su hijos como “testamento” de su amor y de su trabajo por ellos.

Conjetura: La hacienda es la tierra misma, el paraíso terrenal que le da Dios a los humanos para que vivan.

Así, cuando el hijo menor vuelve a la hacienda de su padre, recobra la vida. De hecho, la hacienda es la vida

misma. Fuera de las tierras del padre, el hijo menor aparece como muerto.

B. ABDUCCIÓN (identificación y formulación de HIPÓTESIS)

El relato es en sí un resumen de la historia de la humanidad. Un padre que tiene dos clases de hijos, los

menores y los mayores, esto es, los terrenales y los celestiales. Los terrenales son imperfectos, y siempre

necesitan la guía de su creador. Los celestiales siempre son fieles a Dios, pero como también tienen libre

albedrío, sucedió que algunos de ellos se rebelaron ante Dios, pues querían algo más que seguir siempre a su

lado. De allí surge Lucifer, el Ángel Rebelde, que luego se postula como el mayor enemigo de la humanidad,

y que busca alejar al hombre de su Creador para llevarlo a sus tierras del pecado, las necesidades y las

inmundicias… el lugar que simboliza la verdadera muerte: el estar alejado de Dios.

C. DEDUCCIÓN (demostración y argumentación de las hipótesis: de lo general a lo

particular)

La actitud del hijo menor es no sólo previsible, sino también “esperada”, más aún porque el lector puede verse

identificado en su accionar (alguien podría decir que “yo habría hecho lo mismo”, o “eso era lo que yo

hubiera hecho”). La actitud del hijo mayor es también un tanto razonable, con base en las explicaciones que

él da. Sin embargo, la actitud del padre es extraordinaria, fuera de lo común. Este hecho se convierte en pista

fundamental para argumentar que ese padre NO es un padre terrenal (otra cosa es que “así debería actuar

cualquier padre”).

Como el padre es Dios, entonces sus hijos deben tener algún tipo de relación específica con él. El hijo menor

representa la humanidad, falible e imperfecta, que generalmente suele tomar el camino errado, pues es el más

llamativo. Para descifrar el hijo mayor se parte de la base de que siempre estuvo a su lado, pero muestra

indicios de reproches e insinuaciones rebeldes. Los ángeles son los hijos mayores, que siempre han estado

con Dios; Lucifer, el Ángel Luz (que inclusive era uno de los ángeles con mayor estatus), es ese ángel rebelde

que arma su revolución, seguido por sus ansias de poder y de egoísmo.

3. CRÍTICA ––aportes del lector al texto–– (LECTURA COMPLEMENTARIA -

MINIENSAYO)

El título “El Hijo Pródigo” con el que se le conoce popularmente a esta parábola (e inclusive, así figura en

algunas biblias) parece ser un guiño al papel fundamental que cumple el hijo menor en el relato. Si bien es

cierto que el personaje principal –por sus características y “proezas”– es el padre (Dios), el título implica un

llamado a la especie humana, de lo preponderante que es su papel en la historia de la creación. No en vano

hay también una gran “proeza” en ese retorno al padre, en volver realidad las palabras (práctica la teoría), y en

salir del fondo del pecado con base en la humildad y el arrepentimiento.

El texto “El Hijo Pródigo” puede tomarse como un derrotero para seguir por parte de los padres, pues muestra

cómo el perdón, la comprensión misericordia y el amor hacia los hijos, a pesar de lo que pase, se erige como

el camino más loable para cultivar en medio de las dificultades. Estos mismos requerimientos, difíciles de

cumplir, constituyen la pista principal para afirmar que el relato no presenta la historia de una familia

cualquiera, o un padre cualquiera, pues cualquiera no hubiera procedido de esta manera, sin al menos un

reproche, y menos con una actitud tan abierta e inclusive con presentes que “premian” al hijo que regresa.

De igual modo, es interesante cómo la lectura “cambia” la concepción “muerte/vida” que generalmente se

maneja en la vida cotidiana, y que se aleja de los conceptos relacionados con las sensaciones corporales, la

vitalidad o la ausencia/presencia en esta Tierra. Para la divinidad, estos conceptos no tienen nada que ver con

funerales, ni con cementerios, pues la perspectiva que se presenta es netamente espiritual.

Finalmente, de la lectura se deduce que Dios responde al reproche que le hace el hijo mayor (Luzbel) con otro

reproche, como queriendo decirle “¿Por qué esa actitud beligerante o de insurgencia, si todo lo que tengo es

tuyo?” “¿Qué necesidad hay de rebelarse?”

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