NATURALEZA Y COMPLEJIDAD DEL CONOCIMIENTO ECONOMICO
emartin6 de Mayo de 2012
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NATURALEZA Y COMPLEJIDAD DEL CONOCIMIENTO ECONOMICO
PALABRAS CLAVES: Economía, ciencia, criterios
Para evaluar y puntualizar si la Economía es una ciencia, es necesario tener en consideración el concepto de ciencia y los instrumentos conceptuales como los son el objeto, naturaleza y método y los criterios de cientificidad.
Con lo que respecta al concepto de ciencia quisiera citar a Mario Bunge quien la define como “una disciplina que utiliza el método científico con el fin de hallar estructuras generales” y la considera “un estilo de pensamiento y acción” (Bunge, 1969/198: 32/19) de lo anterior se puede observar que para Bunge un campo de conocimiento para ser considerado como ciencia debe basar su conocimiento o verificarlo de acuerdo al método científico, una vez que se acepta determinada definición de ciencia, no necesariamente los parámetros serán los mismos; existe un cierto monopolio de conocimiento, donde se discrimina por decirlo de algún modo otros tipos de conocimiento que por no basarse en leyes o teorías no son considerados como tal; Un ejemplo claro de esto sería: Aquellas personas que por medio de la naturaleza crean medicamentos para tratar enfermedades, y lo hacen porque tienen conocimiento, pero este tipo de conocimiento no tiene la relevancia que debería.
Bunge también nos presenta una clasificación de la ciencia: El habla de las ciencias Factuales; ¨se refieren a hechos que se suponen ocurren en el mundo, y, consiguientemente, tienen que apelar a la experiencia para contrastar sus formulas (la física y la psicología)¨ (Bunge, 1969/198: 38); y las ciencias formales que ¨no se refieren a nada que se encuentren en la realidad para convalidar sus formulas (la lógica y la matemática)¨ (Bunge, 1969/198: 38), por lo tanto podemos diferenciar que las ciencias factuales o también llamadas ciencias sociales se refieren a sucesos y procesos, y las ciencias formales o también llamadas ciencias naturales sus enunciados se refieren a relaciones de signos y números, otra diferencia bien marcada de estos dos tipos de ciencia ya mencionadas es su método de obtener conocimiento, las formales o ciencias naturales se dirigen a la lógica para demostrar la veracidad de sus enunciados o leyes. Las factuales o ciencias sociales no solo se dirigen a la lógica sino que también recurren a la experiencia u observación. Se considera que para que un enunciado en las ciencias formales sea verdadero debe ser de tipo coherente o sea que debe haber aprobado los métodos de verificación, mientras que las ciencias factuales no es suficiente la racionalidad de sus enunciados sino que deben ser comprobados empíricamente y finalmente se considera que las ciencias sociales tienen un carácter de interdisciplinidad (trabajan en conjunto con otras ciencias sociales) debido a la gran complejidad de la sociedad y se ocupa de hechos históricos y utiliza métodos no experimentales como lo son simulaciones y modelos de análisis.
De manera que la existen ramas de la ciencia que no pueden ser probadas mediante el método científico “El método científico es hipotético - deductivo y que parte, necesariamente, de un nivel previo de conocimiento para identificar y formular problemas sobre los cuales se plantean conjeturas” (Peña Enrique, 2006: 30); en primer lugar, para que se inicie una investigación debe surgir un problema; el científico comienza sus investigaciones planteándose algunas preguntas sobre el hecho que estudia, las cuales producen cierta inquietud y perplejidad y lo que lleva al científico a buscar posibles respuestas, estos intentos de respuestas son conjeturas, suposiciones que en ciencia se denominan hipótesis, se puede decir que se formulan hipótesis con el fin de explicar lo que nos intriga. Y de acuerdo a lo dicho “las ciencias no se diferencian por su método sino por su objeto de estudio” (Peña Enrique, 2006: 30). Esto implica que el método científico no es único y que la ciencia no tiene una única definición.
En lo que respecta a la economía aun se cuestiona sobre aspectos tan esenciales como el objeto y el método, ( por no señalar más cuestiones), que han impedido hasta el momento clasificar a la economía como una ciencia a carta cabal, y esta clasificación es bastante problemática debido a que hay al menos dos interpretaciones opuestas al respecto. Por un lado está una interpretación basada en la escuela neoclásica y por el opuesto está otra basada en el marxismo.
Con respecto al objeto se considera que está en función del concepto de economía y de la teoría del valor, para ello tendré en consideración la definición de Lionel Robbins “es la ciencia que estudia la conducta humana como una relación entre objetivos y medios escasos susceptibles de usos alternativos” (Robbins, 1932/1951: 39), surge de esta manera en las sociedades el problema de ¿qué producir?, ¿cómo producir? y ¿para quién producir? lo que a su vez redundará en el crecimiento, mantenimiento o disminución de la economía, en cierta forma es la vieja lucha o confrontación social sobre, ¿qué producir?, cañones para que los militares que hacen la guerra y defiendan intereses de clases poderosas en el extranjero o dentro del país, lo cual no beneficia a la totalidad de la población sino a pocos, o bien producir arroz, el cual si beneficia a toda la sociedad.
Este problema se refleja en el sistema de producción capitalista (ya que en un sistema socialista no existe la propiedad privada y por ende la acumulación de capital) ya desde sus inicios impera el proceso de acumulación de capital por medio de la plusvalía o trabajo no remunerado al trabajador y donde el dueño del capital busca un beneficio único y no el bienestar de la sociedad; esto se refleja en la relación salarial, al observar las cantidades tan inequitativas que se le remuneran por sus horas laboradas y con dicho dinero, en muchos casos no es suficientes para satisfacer las necesidades básicas del asalariado. Podemos resumir que en el capitalismo al dueño del capital su único objetivo es producir y llenar los mercados de sus productos en el proceso de distribución, de modo que “es posible afirmar que éste (el capitalismo) constituye, en principio, el objeto de estudio de todas las ciencias sociales y, por tanto, de la economía” (Peña Enrique, 2006: 89).
La teoría del valor está estrechamente ligada a la definición de economía ya que sin ésta la segunda sería incapaz de explicar el porqué del comportamiento de las personas en los procesos económicos, como en la producción de mercancías y la distribución del ingreso, lo que se refleja en la ilustración anterior. Se puede decir que “las visiones de valor-trabajo de Marx y de las utilidades de los Neoclásicos son inconmensurables, irreductibles una a la otra, toda vez que parten de premisas absolutamente distintas que presentan antinomias en la concepción del capitalismo” (Peña Enrique, 2006: 99). Para Marx la magnitud del valor está determinada por el tiempo de trabajo socialmente necesario, la cual contrasta con la de concepción de Adam Smith quien definió que la base del valor en cambio está determinado por la cantidad de trabajo incorporado para su producción como lo expone en el ejemplo del castor y el ciervo, y presume que si para cazar a un castor cuesta doble trabajo que a un ciervo, el castor se cambiara por dos ciervos; pero instituyó otro patrón de medida de valor y “habla de cosas que son más o menos valiosas, según se cambien por una cantidad mayor o menor de dicha medida normal” (Ricardo David, 1817/1976: 11) y se refiere a medida normal a los cereales, el oro y la plata sin tener en consideración las variaciones y/o fluctuaciones que éstas puedan presentar en el mercado, y el tiempo lógico; pero ya posteriormente David Ricardo retoma que la magnitud de valor está definida por el tiempo de trabajo socialmente necesario para su producción y a su grado de escasez.
Tanto para el señor Gabriel Misas como para el señor Jesús A. Bejarano existe una crisis de la teoría económica contemporánea (Pensamiento Neoclásico) y su objeto de estudio, consideran que no es realista, no es útil para resolver problemas económicos reales (pertinente), y que parte de supuestos irreales (relevante), “la falta de realismo de la teoría es hoy reconocida universalmente” (Bejarano Jesús A, 1996/1999: 84); por lo tanto encuentran un fracaso en el formalismo ya que disipa la complejidad inicial del problema; también en la economía matemática, puesto que reduce la realidad a sistema de ecuaciones, encontrando discordancias entre las estructuras de la realidad y las estructuras económicas y de igual forma ven un fracaso el equilibrio general Walrasiano.
Esto nos indica que los neoclásicos han formulado supuestos y los cuales no se condicionan a ningún sistema de producción y menos al capitalista ya que las formas predominantes de este sistema son imperfectas (monopolios, oligopolios, monopsonios, oligopsonios).
Es el conocimiento general del comportamiento económico, proporciona principios económicos en la formulación de políticas, es decir, los remedios o soluciones para corregir o evitar el problema en los objetivos de los actores sociales.
“Dado que el conocimiento es un producto cultural y, por ende, una construcción social e histórica, hablar de su naturaleza en el campo económico significa, en primer término, admitir que en él tiene rasgos propios que le confieren identidad y, en segunda instancia, reconocer la necesidad de hacerlos explícitos para comprender, mediante, ellos, su esencia” (Peña Enrique, 2006: 99)
Un peligro en el pensamiento económico es el presumir que lo que es verdadero
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