Negociar una situación a través de la técnica adecuada

Negociar una situación a través de la técnica adecuada

Yo un joven experto en computación y he inventado un programa (software) al que he denominado “OrganiPyme”, que podría significar un importante ahorro a las pequeñas y medianas empresas (pymes) en su declaración anual de impuestos. Este software –que no existe en el mercado– lo elabore en mi casa y solamente yo lo conozco. Pienso que difícilmente podre inventar otra herramienta tecnológica tan prometedora y por lo tanto ésta es mi gran oportunidad de ganar mucho dinero.

Lamentablemente, ni yo ni mi familia tenemos el capital necesario para iniciar el negocio. Necesito 10 millones de pesos, que se destinaría a arrendar una oficina por un año, contratar un ayudante y elaborar material publicitario.

Como yo voy a administrar el negocio, pienso que podría obtener una ganancia anual de 15 millones de pesos, pero igual existe riesgo porque no estoy seguro de la aceptación que este programa tendrá entre los posibles clientes. Si me va mal, el invento realmente no tendría valor; y si me va bien, estas ganancias se darían por sólo dos o tres años, tiempo en el cual seguramente alguna empresa de la competencia sacará algún software alternativo y más barato.

Estando en estas reflexiones, unos amigos me invitan a un “encuentro de emprendedores” y durante dicho evento, se me presentan tres posibilidades:

1. Un empresario de computación me ofrece 22 millones de pesos a cambio de la licencia. Si la vendo, el empresario queda dueño del programa y de sus respectivas actualizaciones.

Si acepto vender, aseguro para mí esa cantidad de dinero, pero no obtendré nada más por mi invento. Este empresario señala que definitivamente esa es su última oferta y me da una semana para decidir.

2. Un banco me ofrece un préstamo de 10 millones de pesos, pagadero en 48 cuotas, con una tasa de interés de 10% anual y con mi padre como aval. Si me va bien, puedo prepagar el crédito durante el primer año, pero si el invento no tiene éxito, quedaría con una deuda.

3.- Un inversionista me ofrece aportar los 10 millones que necesito, y a cambio convertirse en socio de la empresa quedando yo a cargo de la administración. Si el negocio va bien, cada uno de los socios (yo y el inversionista) obtendrán una proporción de las ganancias.

Si el negocio falla, yo no pierdo nada, y el inversionista pierde los 10 millones de pesos que aportó. El inversionista parece ser una persona más flexible que los anteriores, y me da la posibilidad de conversar los detalles del acuerdo.

Viendo de manera positiva, si eligiera la primera opción me beneficiaria pero lo malo que no recibiría nada de mi programa, si aceptara la pagaría el crédito que me ofrece pagaría y si fallara tendría una deuda, a mi me convence mas la del inversionista ya que si tango existo me convierto en socio

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