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OBESIDAD INFANTIL

veroak4Tesis23 de Enero de 2013

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S.E.P.

CENTRO DE ESTUDIOS TECNOLÓGICOS, INDUSTRIAL Y SE SERVICIOS No. 5 TRABAJO SOCIAL

PROTOCOLO DE INVESTIGACIÓN TRABAJO SOCIAL II

“OBESIDAD INFANTIL”

ASESORA: MARÍA EUGENIA DE LA GARZA MANGAS

ALUMNAS: Adriana Esparza Alonso

Verónica Galicia Téllez

Roció Marisol Hernández Díaz

Guadalupe Lezama

María Lilia Martínez Reyes

HORARIO: 9:20 a 11:00 a.m. Sábados, salón 12.

INDICE

JUSTIFICACION 3

ANTECEDENTES 4

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA 7

OBJETIVO GENERAL 9

Objetivos Específicos 9

MARCO TEÓRICO 10

Obesidad. 10

Obesidad como enfermedad. 10

Tipos de obesidad 11

Obesidad androide 11

Obesidad ginecoide 11

Antropometría. 12

LA OBESIDAD SE CLASIFICA DE ACUERDO A SU ETIOLOGÍA EN: 13

OBESIDAD ESENCIAL (EXOGENA) 13

OBESIDAD SECUNDARIA (ENDÓGENA) 15

Obesidad infantil 16

Complicaciones de la obesidad infantil 17

HIPÓTESIS 19

Observación 19

Información directa 19

Información empírica 19

METODOLOGÍA 19

Mejorando la nutrición en niños 24

Prevención 24

BIBLIOGRAFÍA. 26

JUSTIFICACION

Esta investigación está enfocada a informar a la colectividad las causas, consecuencias, formas de pensar y vínculos relacionados con la Obesidad Infantil, para empezar a tratar de cambiar o al menos hacer el intento por evitar esta enfermedad tan dolorosa para los niños, informándolos y ayudándolos a conocer este mundo en el que tantos pequeños sufren, muchas veces por el mismo rechazo que le dan otros niños o el hecho de que le coloquen un seudónimo (albóndiga, ñoño, osito gomi, mantecosos, hola-bola, etc.).

Posteriormente nos preguntamos cuales podrían ser las principales causas y posibles consecuencias de la obesidad, dándonos a la tarea de buscar información que nos explicara la gravedad del problema.

La obesidad es un trastorno cada vez más frecuentes en nuestro país, principalmente porque somos invadidos por una infinidad de alimentos chatarra y por la vida acelerada que se vive en esta Ciudad, sin menospreciar la deficiente cultura alimentaria que tenemos.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), cataloga a la obesidad, como una enfermedad crónica, progresiva, severa de gran impacto en la salud pública y como una verdadera epidemia del siglo XXI, siendo un problema que genera enormes costos de atención medica, quirúrgica y hospitalaria en cualquier país, donde la incidencia está en aumento.

Los niños obesos tienden a convertirse en adultos obesos; con poca autoestima a veces, las complicaciones por la obesidad incluyen trastornos depresivos, ganas de no querer vivir, aislamiento, etc. Un buen cuidado preventivo debe identificar la obesidad, cualquier complicación, y la iniciación del tratamiento.

ANTECEDENTES

La comida y la alimentación están asociadas con simbolismos que penetran en todos los aspectos de nuestra cultura. La historia del hombre es entendible en el contexto de la historia de la comida.

Los primeros cambios en los hábitos alimentarios ocurrieron en tiempos prehistóricos, cuando el hombre empezó a producir su comida en lugar de recolectarla.

En Grecia antigua, Galeno fue una de las figuras más dominantes en la historia de la medicina. Identificó dos tipos de obesidad: moderada e inmoderada. La primera se clasificaba como natural y la segunda como mórbida.

En la Edad Media, la religión cristiana influyó poderosamente en las actitudes hacia la comida y el peso corporal. Por un lado, la obesidad era un regalo de Dios (poco frecuente, ya que la comida era escasa y había gran cantidad de plagas), por otro, la gula se consideraba un pecado capital.

Los documentos de la palabra gordo, en castellano, datan del primer tercio del siglo XII, inicialmente se utilizaba como apodo, en el sentido de “torpe”, “tonto”, más tarde gordus, en latín, daba la idea de “obtuso”, “insensato”, “necio”, “bobo”, entre otros. Hasta el siglo XIV se documentaron las nuevas acepciones de “gordo”, “el que tiene mucha carne” y “el muy abultado y corpulento”.

En el México prehispánico, el adelgazar significaba peligro e inclusive enfermedad terrible. Se consideraba que toda pérdida de peso corporal, resultaba de un daño ocasionado por otra persona, que se había introducido en el paciente para prosperar a expensas de su propia sustancia. A medida que los conquistadores españoles se adentraron en territorio mexicano, se fue generando una serie de cambios en la alimentación.

En la época del Renacimiento, el comer en exceso era considerado peligroso. Sin embargo los artistas de esta época pintaron a mujeres obesas como prototipo de la belleza; ejemplos: Rubens (1577- 1640), con el cuadro “Las tres gracias”; Leonardo da Vinci (1452-1519), con “La Gioconda” y muchos otros.

En el siglo XVIII, Fleming pensaba que la corpulencia se trataba de una enfermedad debida a varias causas: un exceso en la cantidad de comida, especialmente la rica en aceites, alteraciones sanguíneas y trastornos en la evacuación.

El primer caso de obesidad hipofisiaria, se descubrió en el siglo XIX. Hassal sugirió que ciertos tipos de obesidad podían resultar debido al aumento en el número de células. Quetelet en 1836, publicó el índice peso/talla, el cual se usa hoy día.

El siglo XX continuó con el desarrollo de conocimientos acerca de la obesidad. Los estereotipos de belleza cambiaron en los países occidentales después de la Segunda Guerra Mundial. A finales de los 60´s, la modelo estadounidense apodada “Twiggy”, caracterizada por su delgadez cambió los patrones de la moda.

En los países orientales, la obesidad es símbolo de estética, sobre todo en el varón, ya que es prueba de estar bien alimentado y esto a su vez reflejo de que se tienen recursos. Hay que recordar que Buda entre los Hindús es delgado, mientras que entre los japoneses es rechoncho.

Hoy día la delgadez es mal vista únicamente en algunos lugares como en ciertas regiones de África, donde se asocia con el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA).

En México y Norteamérica contemporáneos, aparece la llamada “comida chatarra”, por su alto valor energético y pobre valor nutritivo, y el consumo de azúcar refinada se incrementa notablemente.

El tipo de alimentación es influido por patrones socioeconómicos, además de llevar implícita una serie de contrastes, bloqueos y enfrentamientos socioculturales.

La tecnología favorece el sedentarismo y comienzan a proliferar, procedentes de E. U. A., los restaurantes de comida rápida; por lo general son concentrados en energía por ser ricos en grasas y azúcares con un valor nutritivo muy escaso.

Hoy día, la influencia de la publicidad y de los medios masivos de comunicación son capaces de modificar preferencias alimentarías, muchas veces, en un sentido negativo, donde sólo se intenta penetrar en la población con fines comerciales, sin importar el contenido nutrimental de sus productos.

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

Especialistas del Instituto Nacional de Pediatría calculan que niños con sobrepeso de 25% adicional al normal tienen mayor probabilidad de presentar alteraciones hormonales. En la mujer, puede generar infertilidad, ovarios poliquísticos y alteraciones del ritmo menstrual.

La obesidad corresponde a una patología caracterizada por una excesiva acumulación de grasa en el organismo que conlleva a un aumento del peso corporal, respecto del que corresponde según una talla, sexo y edad determinada. El sobrepeso se define como una desviación del peso corporal del peso estándar o ideal relacionado con la altura.

La obesidad y el sobrepeso son los principales problemas que afectan la salud de la sociedad moderna, los cuales en el ultimo tiempo han experimentado un aumento significativo, lo que pone en riesgo a toda la población, a pesar que suele ser considerado como un problema o desventaja estética, médicamente se le otorga la real importancia que esta presenta, ya que, se encuentra asociada a un gran numero de enfermedades, hiperlipidemias, hipercolesterolemia e hipertensión, entre otras, destacando el síndrome metabólico o síndrome de insulina resistencia, el cual esta asociado a las enfermedades antes mencionadas , que a su vez están íntimamente ligadas a la obesidad ,lo que lleva a expectativas de vida mucho menor que las de una persona de peso normal .si esto es llevado al plano infantil la situación es mas alarmante, puesto que un niño que presenta obesidad durante sus primeros 10 años de vida tendrá aproximadamente un 70% de probabilidades de seguir siéndolo en la edad adulta.

Los niños con obesidad pueden sufrir de hipertensión, colesterol elevado y resistencia a la insulina desde la infancia o pubertad y continúan con el riesgo en la etapa adulta. En varones, aumenta el

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