ORDEN PUBLICO, ORDEN INTERNO Y SEGURIDAD CIUDADANA

“POLICÍA: UNIVERSALMENTE EL PROFESIONAL DEL ORDEN Y LA SEGURIDAD”

DOCTRINA POLICIAL: ORDEN INTERNO, ORDEN PÚBLICO, SEGURIDAD CIUDADANA

INTRODUCCIÓN

A diferencia de las anteriores, la Constitución de 1933 no mencionaba la existencia de algún cuerpo Policial, aunque encargaba al Presidente de la República el mantenimiento del Orden Interno y a las Fuerzas Armadas la conservación del Orden Público.

La Constitución de 1979 solucionó el vacío, en un Capítulo especial, denominado “De la Defensa Nacional y del Orden Interno“, al señalar como componentes de las Fuerzas Policiales a la Guardia Civil, Policía de Investigaciones y Guardia Republicana; encargándoles “mantener el orden interno; preservar y conservar el Orden Público”.

El logro de esta aspiración no fue casual, no solamente se debió a la laboriosidad de los constituyentes (uno de ellos era un policía en retiro) sino también a los sólidos argumentos doctrinarios defendidos por un equipo de Oficiales nombrados por el Comando y que cumplió el encargo con mística institucional.

El fortalecimiento de la Doctrina Policial es un imperativo permanente, con mayor razón hoy en día, en pleno fenómeno de globalización manifestado por la aceleración en el desarrollo de la ciencia, tecnología y cibernética; la estrecha interdependencia de las naciones y las transformaciones económicas, sociales, políticas y de los conocimientos más constantes.

Los conceptos de respeto a los Derechos Humanos, ecología y democracia se han universalizado, gravitando significamente en ellos la Función Policial de los Estados; por lo que no se puede prescindir de las variables internacionales para estudiar la realidad de la Institución Policial.

En dicho contexto, la histórica confrontación entre orden y libertad ha determinado en una perspectiva ideológica, que en la aldea global se haya expandido el nuevo término de “SEGURIDAD CIUDADANA”, no estudiado por la doctrina Universal del Orden y Seguridad, pero que a unos les parece perfecto y a otros una intrusión; generando confusión en el servicio.

La mayor o menor proximidad al poder, ha permitido que la “Seguridad Ciudadana” se incorpore en la legislación de algunos países. En el nuestro es una frase que se menciona en la Constitución y en diversas leyes y es usada conmumente por los medios de comunicación y la comunidad en general.

Por los argumentos descritos, no cabe aceptar ni rechazar totalmente al término “Seguridad Ciudadana”. Es necesario captar lo positivo de dicha noción, adecuándolo a la doctrina policial peruana.

Las razones expuestas han motivado a un equipo de trabajo conformado por Oficiales del Estado Mayor General, Comité de Asesoramiento del DIRGEN y de la Dirección de Participación y Seguridad Ciudadana (ahora Dirección de la Familia, Participación y Seguridad Ciudadana) liderados por el Comando Institucional, para formular un ensayo académico a fin de ubicar y armonizar las diversas manifestaciones sobre la noción de Seguridad Ciudadana en el marco de los universales conceptos doctrinarios de Orden Interno y Orden Público.

El presente trabajo, derivó en diversos planteamientos expresados como hipótesis para su demostración científica con intervención de la Dirección de Educación y Doctrina sobre la base de los antecedentes que obran en el INAEP y se considere su difusión en el ámbito institucional mediante la correspondiente Resolución Directoral.

Lo que se expresa a continuación pretende motivar el estudio e investigación doctrinaria del Orden Interno, Orden Público y Seguridad Ciudadana, persiguiendo alcanzar la Unidad de Doctrina que es fundamental para el cumplimiento de otros dos principios: La Unidad de Dirección y Unidad de Acción; con lo cual se garantizara el eficaz cumplimiento de la finalidad fundamental que establece la Constitución.

De esta manera, se quiere contribuir a la consolidación de la Doctrina Policial y al posicionamiento de la Institución dentro del Estado y la sociedad.

1. CONCEPTO DE DOCTRINA

Doctrina es ciencia. Es sabiduría. Es una corriente de conocimientos con fundamentos teóricos y prácticos.

Es el perfeccionamiento del conocimiento en función de una realidad específica, tiene entre otros fines el de establecer programas de acción facilitando y acelerando las transformaciones.

La eficacia de las operaciones policiales y el adecuado manejo de los recursos dependen de la Unidad de Doctrina, que genera la Unidad de Dirección y la Unidad de Acción.

La doctrina debe estar sustentada en:

- La filosofía y praxis profesional del “deber ser”

- La Constitución y las leyes (sin perjuicio de trabajar una doctrina que sirva de potencial fuente productora del Derecho)

- El aporte de la modernidad universal

- La realidad económica, política, social y policial.

Todos los conocimientos policiales, los reglamentos y directivas, la identidad institucional constituye doctrina. La doctrina debe materializarse en la ejecución de cada modalidad del servicio policial; en ese sentido, por ejemplo, los procedimientos policiales para el uso de las armas, de la vara policial y el uniforme son doctrina.

Por ello debe difundirse la doctrina entre todos los integrantes de la Policía Nacional, para que internalizados los conceptos se logre Unidad de Dirección y Unidad de Acción.

La Doctrina debe retroalimentarse con los conocimientos y experiencias de sus creadores y operadores. Todos los Policías sin distinción de especialidad o empleo, deben tener el compromiso de ahondar en el conocimiento de la doctrina y aportar para perfeccionarla.

DOCTRINA POLICIAL

Es el conjunto de conocimientos ordenados sistemática y metodológicamente, que recoge la historia y cultura policial a través del tiempo, integrando principios, valores y normas sobre su rol constitucional e institucional, los fundamentos filosóficos y legales del Derecho Policial vinculado a la defensa de los derechos humanos, la ley, el orden y la seguridad, así como de su mística y vocación de servicio en la que descansa su cultura organizacional y de promoción

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