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Origen De La Escritura

reyskar24 de Octubre de 2012

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INTRODUCCION

El siguiente trabajo tiene como objetivo dar a conocer como fueron los orígenes de dos de los principales tipos de comunicación que utiliza el ser humano, el Lenguaje y la escritura. Descubriremos las teorías principales que existen sobre el origen del lenguaje y que la escritura ha pasado por muchos estados dándonos hoy la capacidad de comunicarnos, pasando la barrera del tiempo. Cabe señalar que el lenguaje como escritura son herramientas muy valiosas y que nos ofrecen una infinidad de posibilidades, que serán cada vez mayores, si nos esforzamos por desarrollar nuestras habilidades verbales, tanto orales como escritas. Además de ello la comunicación constituye una característica y una necesidad de las personas y de las sociedades con el objetivo de poder intercambiarse informaciones y relacionarse entre si, la misma se divide en tipos los cuales son la comunicación oral y la escrita ambas e gran importancia en la vida humana

ORIGEN DE LA ESCRITURA

La escritura es un método de intercomunicación humana que se realiza por medio de signos visuales que constituyen un sistema. Un sistema de escritura puede ser completo o incompleto; es completo el que puede expresar sin ambigüedad todo lo que puede manifestar y decir una lengua determinada.

La liberación de las manos de las tareas de locomoción no sólo hizo posible la fabricación de herramientas y utensilios y la expansión del cerebro, sino que permitió observar de manera distinta, la disposición de los objetos que aparecen en el campo visual. La mano se convierte en un objeto más en dicho campo, pero con la diferencia de que se tiene sobre ella un control estricto, hasta que es capaz de llegar a producir una mímica sobre un objeto inexistente: así se crea la comunicación gestual simbólica.

Con la comunicación verbal, que inventa posteriormente, se libera el sentido de la vista para transmitir más información. Escuchar la propia voz, significó para el homínido (individuo perteneciente al orden de los primates superiores, cuya especie superviviente es la humana) un logro más sorprendente que ver su mano dibujando un gesto, la necesidad que tiene el ser humano de comunicarse, generó, pues, el lenguaje gestual, el lenguaje hablado y el lenguaje mediante signos gráficos, hasta constituir un sistema de comunicación que está basado en símbolos gráficos convencionales, denominado escritura.

INICIOS DE LA ESCRITURA

Las Protoescritura. Los investigadores se ven en un difícil trance cuando tienen que interpretar ciertos símbolos encontrados en cuevas de la Era Glacial. ¿ Qué puede significar, por ejemplo, el dibujo de una mano rodeada de círculos? Realmente no se sabe. Lo que sí sabemos es que a eso no se le puede llamar aún escritura. Es por eso que a estos símbolos les llamamos protoescrituras, debido a que se encuentran en el umbral de la escritura plena. Los primeros síntomas de escritura (las protoescrituras) surgieron ante la necesidad de contar mercancías, jornaleros, ganancias; o de contar días y ciclos lunares para diseñar calendarios. Además, las protoescrituras, aunque nacieron antes que la escritura, se han mantenido conviviendo con ella a veces hasta nuestros días.

Una de las primeras manifestaciones la descubrimos en la Era Glacial donde los hombres de ese período realizaban muescas en huesos con materiales diversos, posiblemente para llevar la cuenta de los ciclos lunares. Su sistema cardinal es realmente sorprendente: además del uso del sistema sexagesimal, destaca el hecho de que un mismo signo numeral varía de valor en función al contexto referido (ovejas, cebada, campos). En definitiva, este sistema no pasa de ser una protoescritura, pese a que, sobre todo en sus últimas manifestaciones, se nos revela como un embrión del futuro cuneiforme.

Escritura Cuneiforme

Escritura Cuneiforme este es un término que se aplica a los signos que tienen esta forma, por lo que reciben el nombre de cuneiformes, grabados en tablillas de arcilla y también se han encontrado grabados en las inscripciones hecha en metales, piedras, estelas y otros materiales. Las primeras inscripciones cuneiformes estaban formadas por pictogramas, no puede decirse que fuera más sencillo el grabar líneas rectas en la arcilla con un punzón, que trazar las líneas irregulares de los pictogramas. Se inventó un punzón afilado a propósito para realizar las inscripciones y, poco a poco los trazos de los pictogramas se fueron convirtiendo en los esquemas de los caracteres cuneiformes, que se fueron estilizando cada vez más, de forma que apenas recordaban el perfil inicial de aquellos pictogramas de donde surgieron.

En un primer momento cada signo sólo representaba una palabra, pero como había palabras que no se podían expresar por medio de un pictograma, se representaron con los de otros objetos que los recordaban (por ejemplo, bien por medio de una estrella, estar de pie o ir por medio de un pie) y así ciertos símbolos representaban más de una palabra. Puesto que las palabras del sumerio fueron en su mayoría monosilábicas, desde los primeros momentos los signos se emplearon como meras sílabas, sin tener en cuenta su significado original. Los símbolos que tenían más de una lectura, como palabras y como ideogramas, también adquirieron el valor de sílabas. Por eso, con tantas lecturas fueron polisémicos, o polífonos. Junto a esto hay que tener en cuenta que el sumerio es un idioma con bastantes palabras de sonido parecido o igual, es decir, había muchos símbolos homónimos.

Una vez desarrollado completamente, el sistema cuneiforme posee más de 600 signos. Casi la mitad se emplearon como ideogramas o como sílabas, los restantes sólo fueron ideogramas. Algunos signos sirvieron como determinantes, conocidos por determinativos, que indicaban la clase a la que pertenecía la palabra (del tipo hombre, árbol, piedra). A lo largo de su existencia, el sistema era una mezcla de ideogramas y sílabas, cuando se aplicaba a una lengua diferente, los ideogramas se podían emplear, porque se entendían al representar objetos. Con el tiempo se tendió a simplificar la escritura y a reducir el número de signos, sobre todo los polisémicos o polifónicos, para evitar la ambigüedad, con lo que se daba el primer paso para establecer el alfabeto, en el que cada signo representa un sonido, cosa que nunca había ocurrido en el sistema cuneiforme; este estado sólo lo han conseguido las escrituras ugras y persa antigua

Los Jeroglíficos Egipcios

Los jeroglíficos egipcios no parecen haber evolucionado a lo largo de los siglos: nos los encontramos de repente en el año 3100 a. de C., en la antesala del Egipto Dinástico, y progresará poco a lo largo de su existencia. En general, la cultura y la escritura egipcia despertó el interés y la admiración de las civilizaciones posteriores, pero no fue hasta el Renacimiento donde prendió la verdadera llama decodificadora. Fue en este siglo XVI cuando se publica un manuscrito perdido de Horapollo de Nilópolis, docto egipcio del siglo IV a. de C. que dedicó su vida a la resolución de estos “acertijos”. Sus teorías eran demasiado fantasiosas y la mayoría erróneas.

Por desgracia, autores como Kircher, Warburton o Zoëga las tomaron por premisas ciertas, y comenzaron sus estudios sobre cimientos precarios. No obstante, también intuyeron algunas claves importantes, como la de que los jeroglíficos pudieran tener una base fonética (en contra de lo que pensó Horapollo); y la de que sería conveniente guiarse del copto (idioma tardo-egipcio de influencia griega que se mantenía allá por el siglo XVIII), ya que podía sugerir cómo se pronunciaban las palabras en el Egipto Dinástico.

Pero la clave para la resolución llegó en 1799. En ese año, un destacamento francés apostado en Egipto encontró la Piedra Rosetta, una gruesa plancha de piedra de 114 x 72 cms. Fue inmediatamente enviada a El Cairo, prevista su importancia. Allí pudo ser analizada por estudiosos y expertos. Era una piedra con una inscripción trilingüe (griego, egipcio y demótico). El primer paso fue traducir el texto en griego. La roca recreaba un decreto de los sacerdotes en honor al primer aniversario de la coronación de Ptolomeo V. Así, Thomas Young, líder de los descifradores, procedió a buscar la palabra “Ptolomes” (Ptolomeo según fuentes del copto). La identificación de ciertos nombres propios le permitió diseñar un alfabeto provisional para éstos, pero no pudo llegar mucho más allá de esto. Y es que el principal problema de Young fue el mismo que el de Horapollo: creer que la escritura egipcia había de ser no fonética, salvo en nombres propios extranjeros como Ptolomeo. El primero que fue capaz de salvar este problema fue Champollion, que intuyó correctamente que la escritura egipcia se componía de una parte fonética y de otra semántica; además de deducir algunos signos silabo-fonéticos y algunos casos de homofonía. Es, pues, a Champollion a quien debemos el método de lectura de los jeroglíficos.

Es posible que la idea de escritura fuera importada por los egipcios desde Mesopotamia, a partir de la invención del cuneiforme. A partir de la escritura egipcia se desarrollaron coetáneamente a ésta dos tipos de escritura cursiva: la hierática (usada por los sacerdotes) y la demótica (de uso documental). Los jeroglíficos podían escribirse tanto de izquierda a derecha como de derecha a izquierda, aunque solían adoptar la última dirección en la mayoría de los casos, excepto cuando por simetría convenía usar ambas (por ejemplo, en inscripciones idénticas flanqueando puertas).

Hoy día no sabemos cómo sonaba exactamente

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