PAPEL DEL DOCENTE

El papel que la educación y sus agentes juegan para la conformación de una sociedad civil desarrollada, madura, es lograr una conciencia posible, posibilitar visiones de conjunto para realizar acciones que conlleven a la construcción de una sociedad democrática.

Se debe formar un nuevo tipo de docente a partir de un replanteamiento de las relaciones sociales educativas y una redefinición de los roles y valores de los sujetos.

En el contexto de una propuesta curricular innovadora, el vínculo docencia-investigación es en el eje o hilo conductor para iniciar el proceso de desideologización o enajenación, y por otra, posibilitar la relación práctica-teoría.

El proceso de formación de profesores, es de modificación que se configura como una situación donde se generan vínculos específicos a partir de situaciones de problematización, concientización y socialización, orientadas a conocer, comprender, explicar y valorar, así como transformar la realidad de la práctica educativa. Se trata de buscar nuevas formas de conocimiento y expresión, nuevos instrumentos y procedimientos, así como nuevas posibilidades de aprender a diagnosticar la realidad a partir de un nuevo tipo de relaciones pedagógicas.

La investigación se vincula estrechamente al aprendizaje en cuanto que comprende un proceso de apropiación de la realidad a partir de la desestructuración y estructuración de modos de pensar, valorar y actuar, tanto de forma individual como colectiva.

La investigación-acción puntualiza el proceso de formación docente como participativo, activo, crítico y dinámico donde todos son educandos colectivos. El saber producido en un grupo circula en esa estructura, rompiéndose con la disociación jerárquica, entre “alguien que supuestamente sabe y enseña” y otro que “ignora y aprende”, es decir, todos como sujetos tienen una experiencia y un conocimiento valido que aportar.

La formación de profesores debe orientarse a prepararlos para que estimulen en sus alumnos el potencial de vitalidad en los aspectos teórico prácticos de la inteligencia, la disponibilidad hacia otros y su compromiso social. El proceso de formación del docente debe orientarse hacia los mismos fines, esto implica una necesidad de cambiar la manera de comprender las cosas; implica una disposición a cambiar gradualmente de esquemas inferenciales (conceptos, ideas, emociones, prejuicios) que nos impiden un conocimiento más profundo de la realidad social y educativa.

Los contenidos se orientan a la construcción de un marco teórico, para la interpretación de las experiencias, así como en la construcción de categorías de análisis de la realidad, y que cobran sentido en los instrumentos, que en la modalidad de investigación-acción tienen una función concientizadora (diario de campo, historia biográfica, sociodrama, estudio de caso, etc.).

En el proceso de formación (aprendizaje-investigación) se trata de explicar cómo se da la relación entre la organización de las relaciones sociales para la producción de conocimientos y el proceso de producción de los mismos; como se reorganizan estas relaciones en la búsqueda de democrática del conocimiento, qué conocimientos se generan, cuáles son los obstáculos de la generación de los mismos, las contradicciones que aparecen y cómo se superan, los nuevos valores que aparecen y cómo se asumen.

El método de la investigación-acción posibilita la generación de conocimientos y valores en el seno de un grupo, relacionando la práctica con la teoría. El docente se investiga así mismo como sujeto social, va tomando conciencia en el proceso de formación de los valores, normas, conocimientos, que ha interiorizado a lo largo del proceso de socialización, y de cómo los produce. A la vez toma conciencia de por qué y cómo ha venido enseñando a partir de la imagen que socialmente se espera de un deber ser del docente, para posibilitar la producción de conocimientos.

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