POR QUE NO AVANZA LA RONDA DOHA PARA EL DESARROLLO

La Ronda Doha para el Desarrollo ha tenido sus inicios en Noviembre de 2001 con el objetivo de lograr una mayor liberación del comercio en sectores agrícolas, industrial y de servicios que contribuyan al desarrollo de la economía mundial, principalmente los países en desarrollo. Sin embargo a medida que se han realizado las Conferencias Ministeriales esta meta se ha visto más lejos de alcanzarse por diversos factores.

El presente ensayo es un análisis de los factores que consideramos de mayor influencia en el estancamiento de las negociaciones de la Ronda Doha para el Desarrollo en la Organización Mundial del Comercio (OMC). Como objetivo nos hemos planteado realizar una evaluación y reflexionar acerca de los principales factores por los cuales la Ronda Doha no ha alcanzado los acuerdos propuestos.

Ya es conocido el principio bajo el cual se toman las decisiones en la OMC de “Todo único”, este constituye un factor importante, ya que las negociaciones no finalizan hasta que todos los participantes estén de acuerdo. A la fecha no se ha logrado obtener un consenso de todos los países en temas de gran relevancia como lo es el sector agrícola.

Así mismo el cambio de la estructura económica mundial ha afectado el avance de la ronda. Han surgido países cuyas economías han alcanzado un buen nivel de desarrollo y con un mayor poder de negociación, por ejemplo Brasil e India entre otros. De igual manera se han formado coaliciones entre países para mejorar el poder de negociación de los mismos. Factores que dificultan cada vez las concesiones de los países industrializados.

La eliminación de la protección a productos agrícolas con altos aranceles, los subsidios a la exportación y sector agrícola y ayudas internas, así como el libre acceso de los productos agrícolas y no agrícolas constituyen los principales puntos de desacuerdo y confrontaciones para los países. Este aspecto se ve agudizado por lo que algunos autores llaman “el conflicto norte-sur”, donde las grandes potencias, Estados Unidos y la Unión Europea, no acceden a eliminar las altas protecciones a algunos sectores y facilitar así el comercio de productos originarios de países en desarrollo.

El mejor ejemplo de las políticas proteccionistas son los enormes subsidios que Europa, Estados Unidos y Japón otorgan a sus agricultores, que distorsionan los precios internacionales y generan una competencia desleal sobre los productores de las naciones en desarrollo, cuya producción se limita a los bienes agrícola.

Por otro lado estas grandes potencias cuestionan que el eje de la discusión sea los temas agrícolas y están de acuerdo en una reducción de los aranceles de los productos industriales de los países en desarrollo. Exigen que países menos desarrollados como Brasil y la India, recorten las tarifas industriales.

En el sector de servicios la situación es aún más compleja. A diferencia de lo que ocurre en el comercio de bienes, el Acuerdo General sobre

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