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PROYECTOS INMOBILIARIOS

JACQUELINEMTZJ27 de Abril de 2014

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LOGROS Y DIFICULTADES QUE ENFRENTAN LOS PROYECTOS INMOBILIARIOS QUE PROMUEVEN LA MEZCLA SOCIAL DE FAMILIAS DE DISTINTOS INGRESOS

El consejo directivo dl programa ProUrbana, del centro de políticas públicas UC, hace seis años que se reúne bimensualmente con el propósito de discutir y analizar los temas críticos en materias urbanas, y en particular, en políticas de suelo.

El hecho de que tan diversos actores se reúnan en u espacio neutro en el cual se pueden compartir opiniones, colabora con un enriquecimiento de las perspectivas de todos quienes participan de estos encuentros.

El ministerio de vivienda y urbanismo de Chile ha elaborado una serie de herramientas, incluyendo subsidios que incentivan la integración residencial. Por una parte, vemos que existen proyectos que consideran una oferta de viviendas para familias de ingresos muy diversos, mientras otros promueven la homogeneidad, a través de ofertas que no incentivan la mezcla social. Ambos tipos de proyectos enfrentan dificultades y también beneficios. Conocerlos, entenderlos bien, puede ser un aporte en todo sentido, tanto para perfeccionar la política de integración residencial como para hacer más rentables los proyectos de vivienda mixta.

I SESION. Presentación de los resultados del estudio encargado a ProUrbana por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo sobre “Disposición a la integración residencial en tres ciudades de Chile: Antofagasta, Santiago y Temuco”.

Presentación

Isabel Brain

Coordinadora de ProUrbana

Para este estudio consideramos “integración residencial” como la proximidad espacial residencial entre grupos sociales distintos.

¿Por qué nosotros segmentamos la disposición a la integración en tres ámbitos: discurso, actitud y conducta? Entendemos que por un lado hay un discurso que corresponde al ámbito de los valores, del deber ser y a parámetros de evaluación de la realidad, así como las percepciones que surgen al evaluar situaciones específicas en torno a esos mismos valores. Luego, está la actitud, que es la inclinación a la acción. ¿Qué haría usted en caso de? Lo que en términos económicos, se asemeja a la idea de la disposición a pagar o preferencias declaradas. Por último, está la conducta efectiva, es decir, la decisión de localización que la persona tomó efectivamente.

Las hipótesis que manejamos era que, por un lado, las personas iban a tener una mayor disposición de integración social en su discurso, que ésta iba a disminuir en sus actitudes y luego iba a ser menor en su conducta. Suponíamos que la reticencia a compartir los espacios con otros grupos sociales se justificaba desde argumentos culturales como “que los chilenos somos todos clasistas”, “con los pobres llega la delincuencia”, etcétera. También desde argumentos de tipo económicos como que “van a bajar los valores de las propiedades y afectar la plusvalía”. Lo positivo de la convivencia también se argumenta desde esos dos ámbitos: desde lo cultural; de no generar comunas con mala fama, conocer otras realidades. Y, desde lo económico: oportunidades de acceso a mejores bienes y servicios de parte de los grupos de menores ingresos.

El universo del estudio fue la población mayor de 15 años en las tres ciudades. Se seleccionó una muestra aleatoria multietápica con representatividad por ciudad, nivel socioeconómico y tramo etario. La muestra lograda fue de 1.779 individuos de un total proyectado de 2.000 encuestas.

Esto porque la metodología de selección de los casos era con Tabla de Kish, que significa que si se selecciona una vivienda, hay que volver a esa misma vivienda a encontrar a la persona de la edad y tramo específico y, en Antofagasta, fue particularmente difícil lograr esas cuotas.

¿Qué medimos? Indicadores socio demográficos, caracterización socioeconómica de las familias, movilidad social, discurso, actitud y conducta, historia residencial, regulación del Estado, vivienda, identificación sociocultural e ingresos.

O sea, no sólo nosotros identificamos a qué grupo social pertenecía esa familia, sino que también quisimos preguntarles a ellos a qué grupo social (hablamos de clases) creían que pertenecían.

Las conclusiones del estudio:

I.- La localización claramente es una estrategia de los hogares para la construcción y afirmación de identidad.

No es sólo la satisfacción de una necesidad de residencia, de vivienda, sino que se usa mucho como una estrategia para crear identidad, afirmarla y construirla. Y por eso la disposición de las personas a la integración residencial es muy sensible a ciertas condiciones. (Limpieza, ruido, etnias, seguridad, fachadas iguales, servicios compartidos)

II.- El peso de los beneficios funcionales y simbólicos de la integración social urbana está por sobre los beneficios sociales. Esto pone sobre la mesa que las principales tensiones relativas a la integración social pasan por la búsqueda de las personas de afirmar su identidad y diferenciarse de los demás grupos sociales y al mismo tiempo poder llevar a cabo su propio estilo de vida con la menor cantidad de restricciones.

El discurso, actitud y conducta van de mayor a menor cuando se trata de integración social urbana. Las personas perciben que la mixtura social en los barrios genera un enriquecimiento de oportunidades para los hogares de menores ingresos. A la vez, perciben un claro efecto barrio, de imitación.

La presencia de “otros distintos” puede influir en los suyos a través de la convivencia. Es esto último lo que lleva al intento de evitar el contacto con el otro, excepto en los grupos más pobres.

En el fondo, la primera conclusión es la clave, es integración, pero no de cualquier manera: no es con cualquier grupo social, no es a cualquier escala ni de cualquier manera. Importa el diseño e importa el tipo de familia.

Lo que a mi me llama la atención es que las declaraciones respecto a las condiciones de la integración son bastante razonables y sólo hay algunos discursos que aparecen muy cargados de prejuicios.

Entonces, empieza a pasar que la segregación por ser a tan alta escala, al ser tan bajo el roce social, uno empieza a “construir” ideas de cómo son los otros con los que no te contactas y emergen los prejuicios o imágenes inexactas.

II Sesión Presentación de dos casos de integración social residencial en los proyectos inmobiliarios “San Alberto de Casas Viejas”, en la comuna de Puente Alto, y el proyecto de Invica en La Pintana.

El ciclo temático que nos convoca en este periodo gira en torno a los logros y dificultades que enfrentan los proyectos inmobiliarios que promueven la mezcla social de familias de distintos ingresos.

La pregunta inmediata que surgió a raíz de esta investigación fue conocer los proyectos de las inmobiliarias, o el sector privado en general, que promueven la integración social. En este contexto, decidimos invitar a Invica, una inmobiliaria que ha decidido desarrollar en la comuna de

La Pintana el proyecto de viviendas Don Ambrosio para familias de ingresos más altos que los que tienen las familias que actualmente residen en ese sector, generando de esta forma integración entre familias que tienen ingresos distintos.

Felipe Arteaga

Gerente General de Invica

Tiene como finalidad ayudar a que cada familia obtenga su casa propia, mejorando su calidad de vida, aportando a su desarrollo cultural, social y económico, permitiéndoles su incorporación a la vida productiva en sus comunidades y contribuyendo al desarrollo del país.

José Astaburuaga

Director de Gevecon

Es un dialogó donde se describe el proyecto que presentan, así como algunos puntos que conforman el Fondo Solidario de vivienda. Hay 15 proyectos inmobiliarios al lado del nuestro, dentro de una comuna como Puente Alto, donde hay una diferencia notable entre el sector oriente (mayores ingresos) y el sector poniente (familias de menores ingresos) en la calidad del suelo

La “distribución pimienta”, considera un conjunto lo más diverso posible. Esto aparentemente es “pimienta”, pero la verdad nunca una casa del Fondo Solidario de Vivienda I (destinada a las familias más pobres) se topa o queda de vecina con una casa más cara.

Existen 5 tipologías de viviendas diseñadas según las características de las familias a quienes están destinadas. Estás alcanzan un rango de entre $120,00 y $500,000 todo depende si las toman a 12, 15 o 20 años, pero hay incluso sobre el millón de pesos.

Las bases de los programas del Ministerio de Vivienda siempre establecieron que por muy poco que aportara a la gente, se sintieran parte de esto.

Se utilizó un diseño racional y funcional para la distribución de las casas:

 Las casas tipo III en promedio cuestan 950 UF y tienen 100 metros cuadrados de terreno, en comparación a casas incluso más caras de nuestros vecinos que tienen un rango de 75 metros. De las nuestras, las Fondo Solidario tienen 80.

 Las casas tipo IV tienen seis camas en planta, tres dormitorios, living comedor, cocina, baño en el segundo piso. Hay un dormitorio que se puede cambiar en función de la familia, en comedor de diario o en ampliación del living comedor.

 La casa más cara, la V, tiene seis camas en planta. Tiene un sitio bastante grande, de en promedio 110 metros cuadrados. También tiene la posibilidad de que el dormitorio se sume al living comedor. Tiene un baño en suite y un baño para el resto

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