Planificación Educativa

PLANIFICACIÓN EDUCATIVA

La planificación es uno de los principales factores para nuestro desarrollo personal o profesional, por cuanto es aplicable a cualquier actividad humana y su existencia se fundamenta en hechos centrales de la vida moderna, tales como la escasez de los recursos frente a necesidades múltiples, constituyéndose la planificación en una respuesta a ese conjunto de dificultades, en una manera de enfrentarlas, siendo de gran utilidad para las organizaciones por cuanto minimiza la improvisación en la toma de decisiones y los riesgos inherentes a la misma. A través de la planeación, una persona u organización se fija alguna meta y estipula qué pasos debería seguir para llegar hasta ella.

De lo anterior se desprende que la planificación es importante debido a que planear implica hacer la elección de las decisiones más adecuadas acerca de lo que se habrá de realizar en el futuro, estableciendo las bases para determinar el elemento riesgo y minimizarlo. Toda planeación consta de distintas etapas, ya que es un proceso que supone tomar decisiones sucesivas.

La planificación, según Idalberto Chiavenato (1991): “Es la función administrativa que determina anticipadamente cuales son los objetivos que deben alcanzarse y que debe hacerse para alcanzarlos, se trata de un modelo teórico para la acción futura”. De allí se infiere que la planificación es prever las acciones y establecer los recursos con que se cuenta para lograr los objetivos que se desean alcanzar, por lo tanto requiere de la elaboración de un plan general debidamente organizado para alcanzar un fin determinado.

Cuando se habla de planificación educativa, se debe señalar que esta permite orientar y encaminar su quehacer educativo. En otras palabras, el éxito de la gestión educativa radica en la realización de una buena planificación, coherente y progresiva, ya que permite entre otras cosas: Evitar la improvisación, reducir la incertidumbre, unificar criterios a favor de una mayor coherencia garantizando así el uso racional del tiempo, la coordinación y la participación de todos los involucrados en el proceso.

La planeación educativa se encarga de especificar los fines, objetivos y metas de la educación, lo cual permite definir qué hacer y con qué recursos y estrategias realizarlos. Se desarrolla en una serie de pasos, iniciando con un diagnóstico, donde se vinculan las necesidades educativas, las condiciones de aprendizaje y los factores externos que afectan al proceso educativo, siendo el paso siguiente el análisis de la naturaleza del problema, que supone la comprensión integral de la complejidad de la realidad educativa. Seguidamente la implantación, que es la puesta en marcha, culminando con la evaluación, donde se analiza el proceso y su resultado.

La planificación es importante dentro de la labor educativa, porque permite que el docente tenga un tiempo para pensar en la práctica, teniendo en cuenta donde se pueda preparar u organizar las actividades a realizar, a su vez ejecutar estrategias de forma secuencial

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