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Propagación de las Plantas


Enviado por   •  24 de Febrero de 2013  •  3.102 Palabras (13 Páginas)  •  340 Visitas

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Propagación de las Plantas:

La propagación de planta consiste en la capacidad de los seres vivos de producir seres semejantes a los existentes pues el fin de todas las especies es perpetuarse en el espacio y en el tiempo. Aun así hay que distinguir entre reproducción y multiplicación que es sólo un aumento de la población cosa que no tiene porqué suceder así en la reproducción.

Existen dos tipos de propagación en plantas:

1.-Propagación Sexual: la generación de un nuevo individuo conlleva al intercambio de material genético. Existe unión de células reproductoras llamadas gametos y un desarrollo embrionario que dará lugar al nuevo organismo.

2.-Propagación Vegetativa o Propagación Asexual: constituye un conjunto de técnicas agronómicas utilizadas desde hace mucho tiempo y se considera un método de reproducción asexual en vegetales. Entre ellas destacan dos tipos: propagación vegetativa natural y la propagación vegetativa artificial.

Existen varios métodos para multiplicar nuestras plantas:

El más común es la siembra de SEMILLAS, bien las obtenidas de nuestras propias flores, bien compradas (es la forma más barata de adquirir plantas) en sobres ya seleccionados y con instrucciones para su siembra.

Es muy importante conocer la época de siembra y los cuidados necesarios para la germinación de cada especie.

Una semilla necesita para germinar, calor, humedad y oscuridad.

Hay plantas que se pueden sembrar directamente en el terreno, aunque lo normal es usar bandejas o propagadores de siembra que nos permiten controlar la germinación.

El método para sembrar en bandeja sería el siguiente:

Añadir tierra fina o compost tamizado a la bandeja de siembra y nivelarlo con un trozo de madera por debajo del borde del recipiente. Regarlo y esperar una hora. Esparcir regularmente las semillas y cubrirlas con una capa de tierra de uno o dos cm de grosor. Es conveniente tapar la bandeja con un cristal que ayude a mantener la humedad y el calor.

Cuando las plántulas asomen y tengan al menos un par de hojitas además de los cotiledones, seleccionaremos las más sanas y las sacaremos con mucho cuidado. Luego se plantarán en otras macetas o cubetas hasta que crezcan y se endurezcan lo suficiente como para trasplantarlas a su lugar definitivo.

Otro de los sistemas más comunes para multiplicar nuestras plantas es la toma de ESQUEJES.

Un esqueje no es más que un trocito de la planta que queremos propagar. En principio suele ser un trozo de tallo con algunas yemas y/o hojas (de 10 a 20 cm de largo), aunque también se pueden hacer a partir de hojas (como en el caso de algunas Begonias) o incluso de trozos de raíces.

Los esquejes de tallo pueden ser blandos (tomados de tallos verdes jóvenes), semimaduros o semileñosos (tomados de tallos ligeramente más fuertes), o leñosos (de tallos maduros ya lignificados). En cualquier caso para el buen arraigo de los mismos es importante empolvar la base de los esquejes en hormonas de enraizamiento (se compran en tiendas de jardinería).

Los esquejes blandos se toman en primavera, a partir de los extremos de los nuevos tallos que se están formando. El corte debe ser limpio y por debajo de un nudo foliar. Conviene eliminar las hojas inferiores. Se pueden entonces enterrar en sustrato o turba o incluso en algunos casos en un tarro sólo con agua, donde al cabo de unos días producirán raíces y entonces se podrán transplantar a su ubicación final. Es importante mantener durante todo el proceso una humedad ambiente elevada, bien pulverizando frecuentemente, bien tapando el esqueje con una campana o bolsa de plástico o cristal.

Los esquejes semimaduros se obtienen a mediados de verano de tallos aun blandos aunque algo maduros ya en la base. De nuevo se procede eliminando las hojas inferiores. Se favorece la producción de raices pelando la corteza de la base un poco (unos tres cm) con una navaja limpia y bien afilada y empolvando la zona con hormonas de enraizamiento (para ello humedecer primero la base del esqueje para que los polvos se adhieran mejor). Se colocan en recipientes adecuados con turba o compost y se riegan y cuidan aportándoles calor y humedad. Una vez nos hemos asegurado que los esquejes han producido numerosas raices y están fuertes y sanos se podrán pasar a su lugar definitivo.

Los esquejes leñosos o maduros se obtienen ya en invierno de tallos bien lignificados y se procede igual que los semileñosos (cortes en la corteza de la base y hormonas de enraizamiento). Se suelen enterrar casi enteros en la tierra, dejando al aire tan sólo algunas yemas. Conviene también cortarles el ápice del tallo mediante un corte en ángulo. Estos esquejes tardan bastante en enraizar (de tres a seis meses), así que no se deben mover hasta pasado ese tiempo.

Otro de los métodos usados para multiplicar las plantas es el de la DIVISIÓN.

Como su nombre sugiere, consiste en obtener de una planta madura y ya establecida, dos o más porciones de esta, que pasarán a ser plantas independientes.

Se suele usar este método en especies perennes que brotan desde la base y que poseen un sistema radical extenso.

Normalmente se realiza en otoño o en primavera.

Lo primero que hay que hacer es extraer cuidadosamente la planta madre de la tierra con su cepellón de raíces lo más intacto posible. A continuación, y con las mismas manos o ayudados de utensilios como palas, horcas o azadillas, se separan las porciones que deseemos de la planta con su correspondiente zona de raíces. Lógicamente las partes más envejecidas se desechan y se toman sólo las más sanas y vigorosas. Ahora se procede rápidamente a plantar individualmente las porciones obtenidas en los lugares que estimemos oportunos y se riegan bien. Si es necesario se recortará un poco la parte aérea, sobre todo si hay mucho follaje.

Es importante en todo el proceso de separación hacerlo con cuidado y lentamente para no desgarrar o estropear demasiadas raíces, así como ejecutar la tarea en horas que no haga demasiado calor, y con las raíces bien hidratadas.

Este método se usa también en plantas rizomatosas tales como lirios y bergenias; así como en las bulbosas. Estas últimas producen con el tiempo pequeños bulbitos adheridos al bulbo principal, que irán engrosando poco a poco y que podremos

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