QUIEN ES MAS SERRANO

TRIPARTITA – CAPÍTULO #1 [pic 1]

Yofre Goicochea Caballero

Pedro había salido de la cárcel y quería empezar una nueva vida, pero era muy complicado que le den trabajo a un ex-guerrillero del MRTA, cuando lo único que sabía era matar y ser demasiado bueno para escapar de la escena del crimen.

Por contactos en prisión, conoció al primer "matón" de un narcotraficante brasileño buscado hace muchos años por toda Latinoamérica, pero que se escondía en Perú. Este "matón” apodado "Saeta", llamado así por su velocidad y manera de escapar cuando lo perseguían después de matar a sus víctimas.

Un día, Pedro decide comunicarse con "Saeta" y este se comunica con su jefe para recomendarlo, ya que “Ronaldinho”, su jefe, no tenía en su clan a un buen disparador que le facilite con la limpieza de sus enemigos.

Benjamín Rodríguez de la Calle, “Saeta”, era un sicario argentino, de niño vivió en la zona exclusiva de Recoleta, Buenos Aires. Su padre, Mateo Rodríguez Bermúdez, era un reconocido productor de cine, aparte socio del Boca Juniors y por su agitado trabajo no paraba mucho en la ciudad. Su madre, Larissa de la Calle Mazarella, ex Miss Argentina, trabajaba en una ONG, aparte se dedicaba a tiempo completo a su academia de modelaje, no le prestaba la completa atención a su hijo y lo culpaba cada vez que estaba enojada, de no ser Miss Mundo, porque quedó embarazada. 

Benjamín, se crío siempre con “Nana” y en el colegio tenía muchos galardones por atletismo y por los concursos locales en los que participaba. En estos concursos, conoció a malos amigos que lo visitaban constantemente y lo sacaban de su casa para enseñarle lo que ellos decían “Los retos de la vida”, es por ello que cuando cumplió los 16 años decidió irse de su casa para valerse por sí mismo, pero cayó en la delincuencia y sicariato. A los 25 años, cuando cayó preso en Perú por matar a una reconocida empresaria de buen apellido, sus padres en la Argentina, no se inmutaron y decidieron que pague su condena en prisión.

Una mañana y en una conocida cafetería del Centro de Lima, Pedro se encuentra con “Mastodonte”, el primer hombre de “Ronaldinho” “¿Estás dispuesto a matar a cualquier persona por dinero?”, “He matado en la época de Fujimori a mucha gente solamente por mis ideales, así que mataría a cualquiera y más aún por una buena cantidad de dinero”, responde Pedro. “Mastodonte” se para, le entrega una hoja y un maletín y le dice “Tienes 48 horas para hacerlo. Adentro hay 200 soles, una pistola y una cámara, mátala, tómale una foto y luego nos encontramos aquí a la misma hora y te entregó tu pago”. Sorprendido, Pedro responde “Yo no trabajo así”. “Mastodonte” se ríe, “Nosotros, con los aspirantes, sí. Lo tomas o lo dejas”. Se queda callado por unos segundos, agacha la cabeza y dice “Hecho”.

A la tarde, Pedro alquila un cuarto al frente de la casa de la persona que tenía que matar. Saca su rosario, hace la señal de la cruz en su frente. Se pone de pie “En unos minutos, se supone que sale está tipa. Ni siquiera una foto tengo de ella, sólo sé que siempre llega a la tarde un Toyota Yaris rojo, se da 3 vueltas a la manzana y se estaciona justo en la puerta del hotel donde estoy alojado y al parecer, aquí está llegando…”.

Se fija que da las 3 vueltas y las da, baja rápidamente y se pone al frente de la puerta del conductor, mira fijamente a la chica y queda petrificado ¡No! Su rostro le es familiar, ella lo mira, se miran, Pedro saca su arma y dispara. La chica grita, y él dice “Sube”.

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