QUIMIOTERAPIA, ¿TRATAMIENTO O NEGOCIO?

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UNIVERSIDAD SANTO TOMAS

PSICOLOGÍA

QUIMIOTERAPIA, ¿TRATAMIENTO O NEGOCIO?

Catalina Denisse Moya Eade

Desarrollo de Habilidades Cognitivas

Salomón Bobadilla González

Los Ángeles, 14 de Junio, 2015

Introducción

Hoy en día, muchos se están cuestionando si la quimioterapia es realmente el único tratamiento para la cura del cáncer o si simplemente es un negocio más de las farmacéuticas para sacar beneficios económicos. Además es necesario analizar las consecuencias tanto físicas como psicológicas que presenta el paciente que padece esta enfermedad y está siendo sometido a este tipo de terapia.

Antes de continuar, es necesario aclarar, ¿Qué es la Quimioterapia? Según la American Cancer Society (2015) es una terapia antineoplásica (contra el cáncer) y/o terapia citotóxica (que destruye las células), el cual nace del gas mostaza, un arma química utilizada en la Primera Guerra Mundial. Además, a diferencia de la radioterapia o la cirugía, la quimioterapia no es local, sino que los medicamentos viajan por todo el cuerpo. Pero ¿Solo destruye las células cancerígenas?

En la actualidad se están proponiendo nuevos tratamientos, como lo es el aceite de cannabis o el tratamiento con antineoplastones. ¿Pero qué pasa con estos descubrimientos? ¿Por qué no se le da más énfasis a estas investigaciones?

En el desarrollo de este ensayo, expondré mis argumentos respecto al tema para poder aclarar todas las incógnitas que nos surgen a partir de esta terapia y posteriormente sacar una conclusión al respecto, así, si en un futuro nos vemos amenazados por una enfermedad como el cáncer, podamos tomar la mejor decisión sobre los pasos a seguir, basada en argumentos claros y sólidos.

Desarrollo

En la actualidad, “ocho millones de personas mueren cada año de cáncer en el mundo…y está previsto que aumente a doce millones en 2030” (Icke, 2009, p.1), y el principal tratamiento para esta enfermedad es la quimioterapia.

Como fue antes mencionado, la American Cancer Society (2015), define la quimioterapia como una terapia antineoplásica (contra el cáncer) y terapia citotóxica (que destruye las células). Esta terapia nace de un arma química creada en la primera guerra mundial con gas mostaza, la cual se liberó accidentalmente, dejando a varias personas expuesta a este gas. Con las investigaciones posteriores descubrieron que los individuos afectados tenían una baja en su número de glóbulos blancos, células de crecimiento rápido, al igual que el cáncer. Es por esto que en la década de los cuarenta, se les administra este gas a personas con linfomas avanzados por vía intravenosa, en lugar de respirarlo, notando  una mejora, pero solo temporal. Esta investigación llevo a los científicos a buscar nuevas sustancias que tuvieran efectos similares, desarrollando nuevos medicamentos.

¿Es realmente un buen tratamiento? Yo creo que no. Puesto que este tratamiento, no solo elimina las células cancerígenas, sino que también las normales. Como lo explica la American Cancer Society (2015), la quimioterapia es un tratamiento sistemático, lo que significa que no solo ataca la zona afectada, sino que los medicamentos viajan por todo el cuerpo. “Por ello, los fármacos citotóxicos tienen un amplio espectro de toxicidades en diferentes órganos pudiendo ser desde toxicidades leves hasta llegar a conducir a la muerte” (Vega,  et al, 2004, p.137).

Además de lo anterior expuesto, un grupo de científicos del Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson (2012) descubrieron que un tipo de células normales llamadas fibroblastos,  cuando es expuesta a la quimioterapia, sufre daños en su ADN, lo que provoca que se libere una proteína llamada WNT16B, que es resistente a la terapia, la cual en niveles altos, permite a las células cancerígenas crecer e invadir el tejido que las rodea.

Otra punto en contra, es que con la quimioterapia, no puede erradicar por completo el cáncer, ya que “las dosis necesarias para limpiar a fondo todo el cáncer, también serían fatales para el paciente”  (Centro de investigación del cáncer, 2012, p.2). Es por eso que los medicamentos se dan en dosis pequeñas, y cuando se dice que el cáncer ya no está, lo que quiere decir es que las células cancerígenas que hay en el cuerpo, están en niveles tan bajos que no son perceptibles por los exámenes médicos y las que sobreviven pueden evolucionar y hacerse resistentes a terapias posteriores.

¿Sabe cuál es el porcentaje de éxito de este tratamiento? Glidden (2014), doctor y escritor del libro “El médico emperador está dormido”, en una entrevista, declara que durante un estudio realizado en el año 1994, la cual duro 12 años, revelo que la quimioterapia fracasa en un 97% de los casos, resultados que fueron publicados en el Journal of Clinical Oncology.

A medida que las investigaciones respecto a la cura del cáncer han ido avanzando, han surgido nuevas alternativas, mucho más efectivas y con menos daños o ningún daño colateral. Un ejemplo de esto es el aceite de cannabis. Simpson (2008) propone que la cura está en la planta de marihuana, ya que ésta, en su flor produce THC, una sustancia que detiene y elimina las células cancerígenas sin afectar a las células sanas. Esta medicina hasta hace 85 años atrás, fue utilizada por todo el mundo, incluso en el siglo XX fue producida por varias compañías, pero como es una planta, no se puede patentar y sin patente no se puede comercializar. Además en 1928 se vuelve ilegal en Gran Bretaña, ya que la marihuana era una amenaza para grandes industrias como la farmacéutica y/o la del petróleo. Con el tiempo se fue haciendo ilegal en el resto del mundo, llegando a ser también ilegal en nuestro país.

Otra alternativa es la propuesta por el Dr. Burzynski (2013), quien descubrió unos péptidos, a los que el llamo antineoplastones, los cuales funcionan como un sistema inmune, ya que obliga a las células malignas a morir, activando los genes supresores de tumores  y desactivando  los oncogenes (que permiten que florezca el cáncer). “Si tenemos la cantidad adecuada de antineoplastones en nuestro sistema, no debemos desarrollar cáncer” (Burzynski., 2013).

Burzynski (2013) menciona que en un ensayo clínico realizado en 2005, con datos entregados por la FDA (Administración de drogas y alimentos), los pacientes tratados solo con radioterapia y quimioterapia, el 9% estaba libre de cáncer al finalizar el tratamiento, mientras  que un ensayo clínico realizado en 2008, los pacientes tratados solo con antineoplastones, el 25% estaban libres de cáncer y sin tóxicos efectos secundarios.

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