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RAZONES FINANCIERAS


Enviado por   •  18 de Junio de 2015  •  2.808 Palabras (12 Páginas)  •  155 Visitas

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LA JORNADA LABORAL

INTRODUCCIÓN

La Revolución Industrial que se inició en la segunda mitad del siglo XVIII en Gran Bretaña, vino a detonar propuestas sobre las condiciones de los trabajadores en las empresas donde laboraban.

La Primera internacional (nombrada así por los países que participaron), y que nace como respuesta a la explotación que sufren los trabajadores como consecuencia de la revolución industrial, se llevó a cabo en el año de 1864 con representantes de los obreros fabriles ingleses y franceses, en Londres, de ahí se fundó la Asociación Internacional de Trabajadores, destacando Karl Marx como miembro del Consejo General Provisional de la Internacional, el cual redactó sus estatutos y el discurso inaugural. Su principal objetivo es lograr un orden social más justo e igualitario luchando contra el capitalismo. Se calcula que tuvo aproximadamente 25 mil miembros. La Primera Internacional se disolvió tras la ruptura entre Marxistas y anarquistas, y tras haberlo pasado a los Estados Unidos, el Consejo General, en 1876 fue formalmente interrumpida.

Trece años después que se disolviera la primera internacional, Friedrich Engels promovió la creación de una Segunda Internacional en 1889, en la cual se celebraron 2 congresos socialistas en la ciudad de Paris. Uno, inspirado en el Manifiesto Comunista de Marx, surgió lo que más tarde se conociera como la Segunda Internacional. En el Congreso de Londres de 1896, fueron expulsados los anarquistas, dejando a los marxistas, "sobre todo a los alemanes", en una posición de liderazgo incontestable. Éstos, a pesar de que seguían proclamando las teorías revolucionarias de Marx, buscaban la reforma dentro del marco legal alemán. La nueva organización tuvo en 1900 un centro de coordinación, la Oficina Internacional Socialista (Bruselas). En los diez años siguientes, la Segunda Internacional no dejó de crecer, la cantidad de votos aumentaba de elección en elección, las organizaciones obreras se extendían en los distintos ámbitos de la vida social de los trabajadores, los salarios aumentaban, se conquistaban leyes laborales, al igual la jornada laboral era negociable, la miseria perdía terreno aunque no desaparecía, esta mejora de la situación parecía imparable. Todo este “ascenso” era el reflejo de la expansión del capitalismo a nivel internacional, que había atenuado temporalmente las contradicciones socioeconómicas en los países más desarrollados económicamente. En sus congresos, los dirigentes socialistas de distintos países debatían en torno a los principales problemas de la política mundial, elevando permanentemente el nivel teórico, haciendo que los grandes temas que afectaban a los trabajadores fueran patrimonio común de los obreros más avanzados de todos los países. La segunda internacional se reunió nueve veces antes de la Primera Guerra Mundial. Entonces, desde comienzos de siglo, las tensiones entre los distintos países europeos anunciaban la posibilidad de que estallara un nuevo conflicto. Ante tal situación y con las tendencias pacifistas que formaban parte de la doctrina socialista, en el Congreso de Stuttgart (1907) la Segunda Internacional acordó utilizar todos los medios a su alcance para evitar el estallido de una nueva guerra; e incluso aprobó una propuesta para que si estallaba el conflicto, las organizaciones socialistas lo aprovecharan para acabar con el dominio capitalista. Parecía una decisión muy firme que se ratificó en otro congreso (Basilea, 1912). Sin embargo, aunque se habló de la huelga general revolucionaria contra la guerra, no se llegaron a concretar las medidas que se iban a tomar. Antes de que se establecieran estalló la guerra y los partidos socialistas se vieron arrastrados por la oleada de patriotismo que sacudió a los países involucrados en el conflicto, de forma que en pocos días sus representantes parlamentarios acabaron votando a favor de los créditos de guerra solicitados por los gobiernos, sin que en ningún país se declarase la huelga general. El pacifismo obrero y la propia Internacional entraban en una aguda crisis que se haría visible al final del conflicto bélico.

Huelga de Cananea

Por otra parte, en México en el año de 1889 se funda la empresa minera Cananea Consolidated Copper Company, propiedad de un coronel estadounidense llamado William C. Greene, dicha compañía contaba con más de 7.600 trabajadores, de los cuáles 5.400 eran mexicanos. La situación laboral que se vivía era inconveniente para los mexicanos que trabajaban largas jornadas, tenían condiciones insalubres, sueldos reducidos, malos tratos por parte de los capataces y discriminación frente a empleados estadounidenses.

Durante la Dictadura Porfirista se prohibió a los trabajadores que formaran organizaciones o iniciaran cualquier manifestación para defender sus derechos laborales, castigándose con multas e inclusive prisión a quienes desobedecieran.

La huelga fue encabezado por los trabajadores Juan José Ríos, Manuel M. Diéguez Esteban Baca Calderón quienes al salir de las oficinas de negociación con la negativa de “Greene”, en ese momento llamaron a sus compañeros mineros al paro de actividades laborales y se declararon en Huelga, un acto nunca visto en la historia de México y que vendría a marcar un hito en la época Porfiriana Los huelguistas portaban como símbolos la bandera de México y un estandarte con un billete de cinco pesos, cantidad que demandaban como salario mínimo. Una vez iniciado el movimiento de huelga los trabajadores se dirigieron a protestar cuando al pasar a un costado de la maderería de la compañía se empezaron a oír las descargas de fusiles, eran los trabajadores estadounidenses que tomaron armas y dispararon contra los huelguistas mexicanos, en este acto murieron dos de los huelguistas y varios más resultaron heridos. En respuesta a esta agresión los mineros mexicanos atacaron con lo que disponían en el momento y a pedradas mataron a varios mineros estadounidenses, lo que desató por completo la batalla entre mineros de las dos nacionalidades. Inconforme por estos actos, “Greene” acudió al cónsul estadounidense, quien pidió apoyo al gobierno del vecino estado de Arizona, en respuesta a su petición el 2 de junio se envió a un grupo de “rangers” para controlar la situación, los cuales entraron armados a territorio mexicano para custodiar la tienda de raya y las instalaciones de la minera, perseguir y asesinar con el apoyo de la policía rural porfirista, a todo huelguista que opusiera resistencia. Los mineros acudieron al gobernador de Sonora para exponer sus demandas, pero en el trayecto fueron agredidos por los “rangers” y se extendió el combate en el poblado. El 3 de junio se declaró Ley marcial en

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